“El tema de la ética no es un check list”, reflexiona el presidente de la Fundación Generación Empresarial, Gonzalo Said, a la hora de recordar las malas prácticas que desde el mundo empresarial han contribuido a acentuar la crisis de confianza en el país.
Junto al vicepresidente de la organización, Nicholas Davis, lucen bajo la manga el denominado “Barómetro de Valores y Ética Empresarial”, que es el primer termómetro para luego ayudar a las empresas a enfrentar sus debilidades frente a esta problemática.
Con este desafío sobre la mesa, que motivaría que los estándares éticos se transformen en un mínimo para poder operar, Said y Davis también se dan el tiempo de repasar lo que fue y vendrá para Chile.
- ¿Cómo se sale de la crisis?
- Gonzalo Said (GS): Escuchándose. Hay muchos prejuicios por falta de conocernos más.
- ¿Y por qué el gobierno no estaría en la misma sintonía?
- Nicholas Davis (ND): Respecto al tema de la desconfianzas, tenemos un fenómeno no solo en Chile sino que esto es un fenómeno global. ¿Qué es lo que ha ocurrido en Chile? Las elites y hablemos aquí -políticas, religiosas, económicas- no fuimos capaces de anticipar lo que se venía. Hoy vemos una ciudadanía súper empoderada y con la elite que están con un pensamiento de hace 20 años y con las soluciones de hace 20 años. Tenemos una crisis de cómo nos relacionamos entre nosotros y nadie ha estado a la altura de los hechos. El gobierno no ha estado a la altura de los hechos, vemos que hoy el discurso es mucho más populista de lo que era hace cinco años, y los empresarios no han tenido la capacidad de renovación y de anticiparse a los problemas que se vienen.
- ¿Cómo se sale de esto si las reformas no pararán?
GS: No se puede seguir avanzando en las reformas sin sentarse a dialogar con el otro lado. El camino es sentarse, que los empresarios estén conscientes que hay ciertas falencias y que hay que mejorarlas en beneficio de los ciudadanos y eso lo tenemos que hacer en conjunto.
- ¿Una muestra de diálogo sería que la reforma constitucional se detenga?
- ND: Esta es mi opinión personal. Un gobierno con un 20% de aprobación no puede llevar a cabo una reforma constitucional. Tienen que estar sentadas las bases sólidas como para hacer un proceso de este tipo, legitimarlo y hacerlo con tiempo, pensado, no apurado. No sabemos nada del tema, no sabemos qué es lo que va a salir de eso y al final el gobierno tiene el 100% de las facultades de hacer lo que quiera.
- ¿Cuál debería ser ahora la prioridad de la Presidenta para terminar un buen gobierno?
- GS: Para mí esto se llama diálogo. Lo que tiene que hacer es retomar el diálogo abierto y sincero.
- ¿La primera tarea es hacerse cargo de la crisis?
- ND: El tema del financiamiento de la política no se sinceró, de ninguno de los lados, y eso es parte de la causa de la desconfianza del público en general. ¿A qué debiera abocarse? Para mí sería delincuencia, crecimiento y educación. Sin crecimiento, no podemos financiar ningún programa y el tema de la delincuencia se escapó de las manos.
- ¿Hay un antes y un después en cuanto a los escándalos de colusión en Chile?
- ND: En esa línea, uno ve que estos casos siguen manchando al sector empresarial. Entonces, uno tiende a decir: ‘Bueno, los empresarios son todos ladrones’, porque eso es lo que uno escucha. Hoy hay mayor preocupación y veo con buenos ojos el tema de que existan para el tema de colusión sanciones penales, porque es la única manera de que al final se limpien estos casos y de que la gente en general vea que hay castigo.
- ¿Pero cómo se le explica a la ciudadanía que son casos aislados?
- GS: Las empresas que hacen las cosas bien no las muestran, no las comunican, no se mide. Lo único que se ve son las partes malas, entonces, eso hace resaltar mucho más un tema. Y dado que un problema grave no se relaciona solamente a una empresa, salpica a las otras. Ahí hay una segunda oportunidad, que es el compartir las prácticas entre las empresas e ir haciendo levantamiento de las mejores prácticas para traspasarlas entre las grandes y éstas hacia sus proveedores.
Todos debemos hacernos una autocrítica: empresarios, gobierno, políticos y la ciudadanía.
- ¿El mundo de los negocios estaría dispuesto a someterse a evaluaciones éticas?
- GS: Como Generación Empresarial estamos tratando de empujar el Barómetro y tratar de aplicarlo y poder de alguna manera a la larga soñar en una cuenta pública nacional. Los gremios también pueden jugar un rol muy importante en el sentido de ser colaboradores para que los aprendizajes y las mejores prácticas se puedan compartir.
ND: Se debe ser cuidadoso también en el sentido de crucificar a las empresas por comportamientos de ejecutivos. No podemos asumir en el caso de la colusión del papel que todas las empresas del grupo Matte están coludidas o que los accionistas sabían. ¿Cómo le explicas a la ciudadanía los casos de colusión? La manera en que el empresariado puede seguir mirando tranquilo hacia adelante es que estos casos tienen que ser juzgados con el mayor rigor de la Ley. En los gremios la expulsión, de todas maneras, pero veo con buenos ojos el tema penal.
“La sangre nueva ayuda”
- ¿Hay algún mea culpa que se puedan hacer los gremios o el empresariado por la forma en la que están enfrentando esta crisis de confianza?
- ND: Se ha sido reactivo y poco proactivo. Se vino un Chile 2.0 que no supimos interpretar y nos quedamos 20 años atrás. Estamos todavía en la reacción. No estamos pensando en qué viene en 10 años más. Hay poca autocrítica y mucho de decir “el gobierno me puso esto” cuando uno tiene que hacer la pega y bien. Uno no se puede sentar y esperar que le hagan las cosas. Si hay una reforma laboral, uno debiera estar anticipado y no una vez que nos dicen que lo van a hacer, nos sentamos y fijamos nuestra posición más dura para negociar.
- ¿Con las reformas los gremios tomaron posiciones duras?
- GS: Esto no se trata de quién gana el gallito. Esto es un tema de que la preocupación está por ambos lados y en las formas de implementación hay diferencias. Terminas polarizado por tratar de ganar el gallito versus ser proactivo, dialogar, escucharse.
-¿Una solución puede ser el recambio generacional?
- GS: Siempre la sangre nueva ayuda, pero al final dentro de los gremios tiene que ser un trabajo en equipo. No es solo la solución del cambio generacional sino que también un cambio en la forma de cómo trabajar.
ND: El recambio generacional es necesario no solo por el lado empresarial sino también político. La preocupación es dónde están esos líderes. ¿Y por qué son pocos? En el lado político, por el desprestigio y por eso a nadie le interesa. ¿Y en el empresariado? Tú te dedicas a un negocio y es muy riesgoso estar muy expuesto. Hoy hay recambio, pero no es la cantidad que a uno le gustaría. Agüero propuso a Bernardo Larraín Matte, Richard von Appen y Alfonso Swett, ¿pero quién más? No hay mucho y es preocupante.
- Hay una moción que obligaría a transparentar en los sitios web, por ejemplo, el financiamiento público y/o privado de organizaciones sindicales, gremios empresariales. ¿Qué les parece?
- GS: Todos de alguna manera nos debemos a la ciudadanía. Ahora, no la conozco en profundidad, pero pensar que las organizaciones privadas se regulen de la misma manera que las organizaciones estatales no es correcto, porque las naturalezas de ambas son totalmente distintas. Pero hoy sí estamos viviendo un mundo de más transparencia y hay que seguir en ese camino.
- Pero quizás el ánimo cambia cuando se propone transparentar esto en las páginas web...
- GS: Todo tiene su límite, porque de lo contrario, le quitan la privacidad, ya entra en la intimidad de la persona, de la empresa o lo que sea. No es que esté escondiendo algo, pero en definitiva hay que ir en el camino de la transparencia. Sea sitio web o a través de las redes sociales, son los medios, pero llegar a comunicar.
- ¿Hay algún punto o caso que haya marcado al mundo de los negocios en materia ética?
- ND: El cambio viene de La Polar.
GS: Sí, lo que pasa es que antiguamente, cuando había un problema grave en la empresa, eran focos aislados, no se conocían. En el tiempo, dado todo este movimiento hacia la transparencia, están saliendo. Tenemos que buscar una solución en conjunto y uno de los grandes desafíos que realmente puede ir en esa línea es sentarse en una mesa y compartir todas estas buenas prácticas.
dAVIS sugiere dejar algo de lado el "ruido de la calle": Pensiones: "Se requiere hacer algo concreto urgentemente"
Pasada la valla de la reforma laboral, en el país se instaló el debate en torno al sistema previsional, a tal punto que la Presidenta Bachelet hizo un paquete de propuestas.
- ¿Qué les pareció el anuncio?
- ND: Es inhumano que en nuestra sociedad existan personas que tengan pensiones tan bajas. Se requiere urgentemente hacer algo concreto y bien pensado al respecto. Lo positivo es que estamos tratando de abordar una problemática social importante. El gobierno ratificó una vez más que la capitalización individual es la base fundamental del sistema de pensiones y se anunciaron medidas que aparentemente mejorarán la pensión de quienes están en una situación más desfavorecida.
Lo negativo, o quizás lo que queda en el marco de la duda -pues aún no se sabe cómo será el esquema final- lo situaría en dos frentes: uno, el nuevo pilar solidario se hizo a través de algo equivalente a un impuesto al trabajo, y esto terminará afectando el empleo y las remuneraciones, aunque el efecto será gradual. Me llamó mucho la atención que el Estado no esté aportando a este pilar solidario, más allá de su simple participación como empleador. En segundo lugar, los cambios mencionados dentro del ámbito de alineación de objetivos y costos de las AFP, no analizan correctamente la forma de operación de las AFP y se dejan llevar por eslogans como las mal llamadas "comisiones fantasmas".
La alineación de objetivos de una AFP con el fondo de los cotizantes ya existe a través de la obligación de cada AFP de invertir el encaje en los mismos fondos en que están sus cotizantes. Intentar alinear a la fuerza a una AFP a través de devolver comisiones en años negativos va a introducir distorsiones en las carteras de inversión, van a estar incentivadas a tomar un riesgo distinto del óptimo. Por otra parte, obligarlas a pagar las comisiones que cobran los administradores de fondos en que ellas invierten, va a incentivar a las AFP a buscar administradores baratos -y no necesariamente buenos- o invertir en índices que suelen ser poco rentables en mercados menos profundos. El punto central de esto es que las AFP mantengan una alta competencia por afiliados y eso ya se ha logrado con las licitaciones.
En resumen, espero que ahora comience un análisis técnico profundo para llegar a conclusiones sólidas, que dejen un poco de lado el ruido de la calle y que tengan de fondo un sentido social y de bien común.
-¿Cómo se ve el llamado a un acuerdo nacional?
GS: El desafío que se nos plantea como chilenos es realizar una reforma bien hecha al sistema de pensiones y buscar más consensos que en las reformas estructurales recientes. Así, se hace imperativo impulsar esta vez una discusión constructiva, que acoja las diferentes miradas. En síntesis, diseñar soluciones respetuosas hacia los trabajadores, responsables hacia las personas y la sociedad, que se hagan cargo de las preocupaciones de las empresas de diferentes tamaños y que sean solidarias. Esperamos que quienes lideren esta reforma actúen con prudencia, valentía y una mirada equilibrada y sustentable en el largo plazo.