Por Karen Peña
La carrera por presidir la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) toma cada vez más forma. De hecho, la actual timonel de la multisindical, Bárbara Figueroa, no pudo eludir los aires electorales que invaden a la entidad por estos días. El viernes, en el Consejo Directivo Nacional Ampliado, la dirigente tomó la palabra, llamando a no mirar las elecciones internas como si fueran parte de un proceso aislado.
Eso sí, dejó en claro que cuidar el proceso no significa que no se haga lo que se debe hacer, lanzando: “Aquí vamos a competir, no es que esto esté todo acordado, si no, entonces para qué competimos, pero tenemos que estar claro que nos van a estar mirando desde afuera y debemos ser responsables con cada cosa que hagamos, porque van a querer deslegitimar a esta organización”.
Con la mirada puesta en la elección del próximo 25 de agosto y tomando las definiciones realizadas en el Congreso de la Central, agregó que “el debate ya definido por nosotros, el debate de la nueva institucionalidad, por el nuevo sistema de pensiones, por el fortalecimiento del sector público y la nueva constitución, siguen siendo el paraguas y hacia ese proyecto, de consolidación y de cambios, es que debemos proyectar también el proceso electoral”.
En la instancia se entregó el
pre informe elaborado por Secretaría General, Organización y Tesorería. Hasta el minuto, serían al menos tres fuerzas que se disputarían la Central. Figuras como Arturo Martínez y Nolberto Díaz estarían de lleno trabajando en sus respectivas listas para erigir sus mejores cartas con intensas reuniones de coordinación. Esto, teniendo en cuenta que el padrón electoral ya estaría definido, tras concluir el 30 de junio el plazo de pago de cotizaciones para acreditar la participación en el proceso de elecciones.
Ley laboral con “altos y bajos”
Pero su intervención no sólo tuvo minutos para la cuenta regresiva que se vive ad portas de las elecciones. También se refirió al desenlace de la reforma laboral luego que el Tribunal Constitucional (TC) declarara la inadmisibilidad de los requerimientos de la oposición. Figueroa sostuvo que se logró transitar hacia la consolidación de un proyecto con “altos y bajos” y que, pese a las diferentes valoraciones hacia el proyecto, se lograron consolidar pisos mínimos. Uno de ellos, dijo, fue lograr consolidar titularidad, pese al requerimiento en el TC que fue acogido, “porque logramos garantizar que el sindicato tenga mecanismos de negociación”.
Además, en su cuenta valoró la participación en los encuentros locales de los trabajadores, pero dejó instaladas duras críticas en torno a lo que fue la discusión del salario mínimo. Calificando la negociación como un “retroceso” y advirtiendo la presentación de una queja ante la OIT contra el Estado, dijo que “este fue un debate que se gestó en reuniones que no duraron más de 72 horas”.