En los últimos meses la elevada creación de empleos por cuenta propia ha contribuido a sostener la tasa de desempleo en un escenario de desaceleración de la actividad. Sin embargo, en el trimestre mayo-julio, el mercado laboral volvió a evidenciar claros síntomas de menor dinamismo, especialmente por la segunda caída consecutiva de la ocupación (-0,3 puntos porcentuales) y la destrucción de plazas en áreas intensivas en mano de obra como construcción y minería.
Ante este contexto, analistas consultados ven que el reciente trimestre móvil informado por el INE marcará el último período de estancamiento de la tasa de desocupación total, la cual empezaría a subir en los próximos meses a niveles en torno a 7% y algo más en 2015. Esto, debido a que el mercado laboral recibe con rezago el impacto de las cifras de bajo crecimiento económico.
“No es extraño que tengamos cifras de actividad malas como las publicadas en junio (0,8%) y que al mismo tiempo en el trimestre que incluye ese mes tengamos datos de desempleo que aparezcan como relativamente estables”, explica el economista de Sotiabank, Benjamín Sierra.
Los economistas no ven un impulso significativo en el mercado laboral ante los mensajes divulgados en las últimas semanas por La Moneda, como la ejecución total del Presupuesto fiscal de 2014 y la alianza público-privada.
“Ya está internalizado en el mercado que el gasto fiscal se va a acelerar, pero no va a ser suficiente para que el PIB de este año sea muy distinto al 2%. El peso del gasto de gobierno dentro de la inversión y el empleo es muy menor respecto a lo que hace el sector privado”, dice el economista de EuroAmerica Luis Felipe Alarcón. Agrega que las concesiones en infraestructura podrían tener un efecto dinamizador en el mediano plazo en el empleo, “porque no es un tema que eche a andar de un día para otro”.
En la misma línea, la economista senior de Libertad y Desarrollo (LyD), Cecilia Cifuentes, señala que las proyecciones que apuntan a que la tasa de desempleo llegaría a 7% consideran que el sector público se va a mantener dinámico con una mayor ejecución del gasto. “Es difícil que el Fisco pueda revertir la situación que se proyecta para los próximos meses”, advierte.
En tanto, Benjamín Sierra de Scotiabank sostiene que las medidas anunciadas por el gobierno tendrían un efecto residual sobre la ocupación. “Estamos frente a un ciclo de desaceleración de la actividad y la autoridad puede tomar acciones contracíclicas, pero el ciclo es mucho más fuerte que cualquier medida que se pueda tomar”, explica Sierra.
Una visión más positiva expresó el académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, quien si bien destacó que el sector privado es el que pone el 80% de la contratación en la economía, “el acelerar la ejecución presupuestaria es una medida que tiene mucho sentido en materia laboral de corto plazo”, señaló.
Medidas pro empleo
En el escenario de que la desaceleración sea más pronunciada, Cecilia Cifuentes plantea avanzar más rápido en la cobertura del programa de capacitación + Capaz del gobierno y reciclar el mecanismo de protección al empleo que no logró tramitar la administración anterior.
También por su impaco en el mercado del trabajo, Joseph Ramos propone acelerar los trámites de evaluación ambiental de los proyectos, para que los inversionistas tengan más certeza en cuanto a la viabilidad de las obras.