El presidente Sebastián Piñera, afirmó hoy que el vínculo que une a España y Chile es "una relación tan fuerte como aquélla que sólo existe entre una madre y un hijo", después de 500 años de historia común y de haber dejado atrás dictaduras y el sufrimiento del exilio.
Piñera invitó a España a fortalecer aún más esta relación en el futuro, en su discurso pronunciado en la tribuna del Congreso (Cámara Baja del Parlamento español) ante diputados y senadores en la sesión solemne con la que cerró su visita de Estado a este país.
Con los honores reservados a los mandatarios de países con los que España guarda una relación más estrecha, el mandatario chileno recibió las medallas del Congreso y el Senado (Cámara Alta) de manos de sus presidentes, José Bono, y Javier Rojo, respectivamente.
En el hemiciclo, estuvieron, entre otros, la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado; el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, y varios ministros, así como el líder del conservador Partido Popular (PP, principal fuerza de la oposición), Mariano Rajoy.
No asistió el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se reunió Piñera este martes y que llegó hoy media hora después al Congreso para participar en la sesión de control al Gobierno.
Piñera agradeció al pueblo español el apoyo mostrado tras el terremoto sufrido en su país hace un año, y en el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José el pasado mes de agosto.
Bono, por su parte, convino en que, además de los lazos históricos y lingüísticos, Chile y España tienen en común "haber sufrido dictaduras y la esperanza renovada de saber que por muchas flores que corten, ningún tirano ha podido nunca acabar con la primavera".
El presidente del Congreso dijo admirar "el valor, la solidaridad y el patriotismo" del pueblo chileno ante momentos dramáticos como el terremoto y el rescate de los mineros.
Tanto Piñera como Bono pronunciaron sus discursos ante uno de los ejemplares que se conservan de la Constitución española de 1812, entre cuyos firmantes están los diputados chilenos Joaquín Fernández de Leiva y Miguel Riesco.
Piñera recibió la ovación de toda la Cámara, con excepción de los diputados de varios partidos izquierdistas minoritarios, molestos por algunas de sus referencias a la época colonial.
El presidente chileno rememoró cómo el hidalgo español Pedro de Valdivia luchó en Chile en 1536 "con la cruz en una mano para convencer, y con la espada en la otra para conquistar".