El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se mostró hoy escéptico sobre si el dispositivo europeo para evitar el contagio de la crisis griega a países como España o Italia sea adecuado, y reiteró que hay que estar preparados para la eventualidad de que Grecia abandone la moneda única europea.
"Tenemos que estar preocupados no sólo por Grecia, sino por el plan B", es decir, la posibilidad de que ese país salga de la zona del euro, señaló Larraín en París, donde participa en la reunión ministerial anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la que Chile ejerce la vicepresidencia junto a Polonia.
El ministro dudó de que "el cortafuegos europeo sea adecuado" y a ese respecto se preguntó "¿es suficiente para apoyar a España y tal vez a Italia?", antes de responder que "algo más hay que hacer".
"La cuestión clave es convencer a los mercados" y eso significa que "hay que tener suficiente fuerza de fuego para enfrentarse al peor escenario", argumentó.
Larraín dijo que se daría por satisfecho si el escenario dibujado por la OCDE para Europa en su informe de Perspectivas presentado ayer fuera el que se realizara porque a su juicio dadas las condiciones "es optimista".
De acuerdo con esas previsiones, la economía de la zona del euro sufrirá este año una caída del 0,1%, y el año próximo la recuperación se limitará al 0,9 %.
El dueño de la billetera fiscal afirmó que en España y en Italia "se están haciendo muchas cosas en la buena dirección" y que todo lo que signifique disminuir el déficit y la deuda, por las consecuencias que eso tiene para el funcionamiento general de la economía es importante.
También puso el acento en que con los programas de ajuste "hay que ser creíbles desde el principio" porque de lo que se trata es de "dar un mensaje claro a los mercados".
"La clave es el diseño del plan de austeridad" para que sea favorable al crecimiento, y también la gradualidad en su aplicación, comentó.