Schroders advierte que los impuestos a las empresas podrían aumentar para financiar los costos post pandemia
Informe de la gestora de fondos anticipa presión en este sentido, considerando que varios países del mundo tienen espacio para incrementar sus tributos corporativos.
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Lentamente el mundo comienza a salir de la crisis económica que le ha provocado el coronavirus, lo que llevó a los gobiernos a inyectar cuantiosos recursos fiscales para hacer frente a la situación, echando mano a la palanca tributaria.
Así, por ejemplo, la mayoría de los países -incluido por supuesto Chile- ha implementado medidas como reducir temporalmente gravámenes personales, incentivar la inversión a través de mecanismos como la depreciación instantánea, diferir el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) e inclusive suspender algunos procesos de fiscalización o auditoría de parte de las administraciones fiscales, por citas algunos.
Las medidas de alivio tributario implicarán en el corto plazo millonarias pérdidas para las arcas públicas a nivel global, pero la cuenta no saldría gratis. Así lo advierte la gestora de activos británica Schroders, que en un informe enviado a clientes analiza el escenario post pandemia, anticipando que el debate sobre aumentar en los impuestos a nivel global será la tónica en los próximos años.
El reporte elaborado por la directora de Investigación de Políticas Públicas, Anastasia Petraki, argumenta que los altos déficit fiscales post Covid-19, debido a la recesión económica y las medidas de apoyo, alimentarán el debate sobre nuevos mecanismos de recaudación.
Así, cita por ejemplo que el déficit público acumulado en la Unión Europea pasará de un 0,6% del PIB en 2019 a 8,3% este año, mientras que en Estados Unidos se espera que el saldo negativo de las arcas federales aumente desde el 7,2% del Producto a 17,8% a fines de este año.
"Aquello pone la pregunta respecto de cómo los gobiernos pueden cubrir esta brecha en sus finanzas. Aumentar los impuestos podría ser inevitable para la mayoría de las administraciones. Lo que cual nos da paso a la siguiente pregunta: ¿qué impuestos podrían aumentarse", se pregunta Petraki.
La economista asegura que la receta dependerá de la magnitud de los recursos que requieran las administraciones públicas, las vías disponibles que tengan .por ejemplo, su espacio de endeudamiento- y cuánto puedan "tolerar" una reforma tributaria.
En base a datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el análisis de Schroders parece llegar a una primera hipótesis: alrededor del 95% de los ingresos por impuestos provienen de los individuos a través del impuesto a las rentas personales y contribuciones a la seguridad social, además de gravámenes a los bienes y servicios, "una tendencia que no ha cambiado mucho en los últimos años".
En cambio, señala que "sorprendentemente los impuestos corporativos son una de las fuentes de ingresos más pequeñas", aunque aplicar tributos más altos a las utilidades empresariales no sería una solución "sencilla".
"Una tasa de impuesto baja podría significar menores ingresos fiscales provenientes de las compañías en sí mismas, pero al atraer negocios podrían generar mayores ingresos a través de sus empleados vía impuestos a los ingresos e impuestos indirectos a los bienes y servicios", complementa Petraki, dando cuenta que este es el paradigma que han implementado varios países desarrollados.
En efecto, desde el 2000 a la fecha, el promedio de tasa a las utilidades corporativas en los países OCDE pasó de un promedio de más de 32% a cerca del 23%, tendencia que se replica en la media de las naciones africanas, asiáticas, caribeñas y latinoamericanas.
A prepararse
Si bien el reporte señala que existen "otras vías" para gravar a los sectores empresariales, como reducir exenciones tributarias, Schroders enfatiza que de todas maneras las tasas efectivas de impuestos corporativos han decaído prácticamente en toda Europa, pasando de cerca de 22% en 2008 a cerca de 18% una década más tarde.
"En un momento en el que los hogares están bajo considerable presión financiera y considerando que los aumentos en los impuestos personales son profundamente impopulares, los impuestos corporativos probablemente atraerán alguna atención. Esto no solo se trata de lo que los gobiernos podrían hacer, sino también respecto a lo que podría demandar la opinión pública. La gente probablemente esperará (y demandará) que las compañías paguen su parte justa, especialmente si han recibido apoyos financiados con dineros de los contribuyentes durante la crisis", asegura Petraki.
Incluso, recuerda que algunos gobiernos, como el británico, establecieron condiciones para que las empresas accedieran a salvatajes con fondos públicos, como prohibición de pagos de dividendos y de aumentos salariales a la alta administración, mientras que también la existencia de elusión tributaria ha sido una de las condiciones sobre la mesa: "Lo siguiente sería una mayor presión para que las compañías paguen impuestos".