Jorge Hermann y el nuevo debate en impuestos: "El gobierno tiene en carpeta una revolución tributaria"
El economista anticipa las modificaciones que realizaría Hacienda a los impuestos verdes y cree que la estrategia debe ser negociar todos los proyectos impositivos en el Senado.
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El economista Jorge Hermann ha estado pendiente del debate tributario desde sus inicios, en julio del año pasado.
El académico de la FEN de la Universidad de Chile asesoró al diputado de RN Miguel Mellado en la primera fase de la discusión, que concluyó súbitamente con el sorpresivo rechazo a la idea de legislar el texto, el pasado 8 de marzo.
El también director de Hermann Consultores aborda el nuevo escenario para la reforma y los proyectos próximos a ingresar, como los de tributos verdes y correctivos.
“No puedes llegar a un acuerdo con los camioneros sobre la renta presunta y luego salir con que les subirás el impuesto a los combustibles. Hay que mostrar todas las cartas para llegar a un acuerdo”.
- ¿Cómo ve esta nueva etapa del debate tributario?
- El gobierno tiene en carpeta una revolución tributaria, en el sentido que quiere modificar el impuesto a las empresas y las personas en la reforma tributaria, más los ajustes que realizarán en los temas de evasión y elusión. A esta revolución tributaria hay que agregarle los impuestos correctivos verdes y en salud, además de las rentas regionales y el royalty minero.
Entonces, son muchos impuestos que quieren modificar al mismo tiempo, por lo que es importante no verlos cada uno por caminos separados, como quiere hacerlo el ministro Marcel.
Por ejemplo, al sector minero por un lado le puede subir el impuesto a la empresa con la reforma, por otro lado se subirá el royalty, en los impuestos correctivos se le pueden subir los impuestos verdes, y las rentas regionales le pueden subir los impuestos también.
Otro ejemplo son los camioneros, que en la reforma se les modifica la renta presunta, y por otro lado en impuestos verdes se busca subirles el impuesto a los combustibles.
Entonces, tienes que ver todo esto en conjunto para ver cuál es el efecto final en la carga tributaria que enfrenta el sector productivo en general y cada uno en particular.
Al final, en estos diálogos sociales el gobierno tiene que mirar esta revolución tributaria por completo, verlo como un árbol que tiene varias ramas y tiene que llegar al tronco y analizar todo en conjunto.
- ¿Los plazos alcanzan para un buen diálogo y un acuerdo para un nuevo pacto fiscal?
- Lo que quiere hacer el gobierno es que después que terminen los diálogos sociales, van a sacar un documento con los resultados. Y en base a eso, que está relacionado con la reforma, van a ir a negociar con los senadores para tratar de conseguir los 2/3 e ingresar la reforma por el Senado y hacer las modificaciones en la comisión de Hacienda.
La estrategia que tiene el gobierno hoy día son dos: o es ir por los 2/3 en base a los resultados de los diálogos sociales. Y si no les resulta eso, van a esperar a marzo del próximo año.
- ¿Es una estrategia correcta?
- Creo que para una negociación eficiente, el gobierno deberían mirar todo esto como un gran paquete. Ir con los impuestos verdes, impuestos en salud, rentas regionales, royalty y la reforma con cambios en impuesto a la renta y medidas contra la evasión y la elusión. Y con este paquete, ir donde los senadores y decirles que esto es lo que quieren hacer y lleguemos a un acuerdo tributario.
- ¿Por qué hablar de una revolución, por la magnitud de los proyectos en carpeta?
- Le llamo revolución porque ni a Bachelet ni a Arenas se les ocurrió hacer algo tan ambicioso. Por eso creo que tienen que ir con todo el paquete para negociar. Se modifican los impuestos personales, a las empresas, el FUT, el tratamiento de las pérdidas. Y ahora se suman impuestos verdes, salud, rentas regionales y royalty. Son muchas modificaciones tributarias a la vez.
- Pero todo esto en su conjunto lleva la recaudación a 3,6% del PIB, mucho menos que lo que se planteaba en la campaña, por ejemplo.
- Lo rechazado en la Cámara representa 2,6% del PIB. Los impuestos correctivos recaudarían 0,4% del PIB y el royalty sería 0,6% del PIB adicionales, lo que arroja un 3,6% del PIB. Pero las rentas regionales no están consideradas ahí y no sabemos bien qué quieren hacer.
- Esta estrategia suena como al “todo o nada”. ¿No es muy riesgoso negociar un paquete de esta magnitud en su conjunto?
- Sí, pero el gobierno no está dispuesto a que le bajen demasiado la recaudación de su proyecto de reforma tributaria. Entonces, si en esta negociación les cae mucho la recaudación y no logra la recaudación que busca Hacienda, el gobierno va a esperar a marzo para ingresar el proyecto de nuevo. Yo creo que es necesario aplicar realismo con renuncia, juntar todo y no esperar una recaudación del 3,6% del PIB, tal vez la mitad, y con eso seguir adelante.
Pero si lo hacen por separado, desde el punto de vista de la estrategia política van a tener muchos flancos, primero en el Senado, luego en la Cámara, con los camioneros, etc. Es una mala estrategia legislativa separar todo.
- El gobierno ya separó el proyecto de impuestos verdes del de tributos correctivos.
- Lo que quiere hacer el gobierno es que después de los diálogos sociales, cuando estén los resultados finales, va a ingresar el proyecto de impuestos verdes y mucho más adelante el de impuestos correctivos.
Al final, da lo mismo el timing, el tema es que tienen que negociar todo esto en el Senado para reingresar la reforma, que ese es su gran caballito de batalla. El tema es que haya llegado a un gran acuerdo tributario que incluya todo, no solo la reforma.
No puedes llegar a un acuerdo con los camioneros sobre la renta presunta y luego salir con que les subirás el impuesto a los combustibles. Hay que mostrar todas las cartas para llegar a un acuerdo.
- ¿Cómo se imagina el nuevo proyecto de reforma tributaria?
- Creo que el gobierno va a botar el impuesto al patrimonio y el impuesto al FUT porque eso ha tenido mucho rechazo. Creo que van a mejorar el impuesto a las ganancias de capital con una aplicación escalonada tal vez. Sí van a perseverar con la desintegración porque ahí sí se termina con el FUT. También creo que las medidas contra la evasión y la elusión se van a mantener con algunos ajustes, al igual que el alza de impuestos a las personas.
- ¿Cómo ve las ideas que ha adelantado Hacienda respecto a los impuestos verdes? El alza del impuesto específico a los combustibles no será generalizado y se considerarán subsidios para contribuyentes que reduzcan sus emisiones.
- El gobierno quiere subir el impuesto específico al diésel. Yo creo que buscarán acusar recibo de las críticas habituales de los camioneros, de que ellos pagan impuestos y otras fuentes móviles no están pagando impuesto, como los trenes, el transporte marítimo y la aviación. Lo más seguro es que el gobierno le ponga un impuesto específico a todas las fuentes móviles que contaminan.
Todos los informes de organismos internacionales dicen que el impuesto al diésel es bajo. Hay un consenso técnico de que hay que subirlo, el tema es que desde el punto de vista político es muy complejo. Hoy, todos pagan por igual el impuesto específico, desde el camión Euro VI con el motor más eficiente, al motor Euro IV que es el menos eficiente. Entonces, lo que hay que hacer es subir el impuesto específico al diésel pero en función de cuánto CO2 emita la fuente. Hacerlo diferenciado, con eso le pegas más a quien más contamina, y menos a quien contamina menos. Esa es la tendencia internacional.
También se aumentará el impuesto al CO2, que está en US$ 5 la tonelada. Un benchmark son los US$ 35 por tonelada de costo social que calculó un informe del Ministerio de Desarrollo Social en 2017. Lo importante es que haya incentivos a la reconversión de contribuyentes que hoy contaminan, ya que hay muchos Pymes camioneros.
También se ampliará la base del impuesto verde, ya que cerca del 98% del impuesto al CO2 hoy lo pagan las termoeléctricas. Se podría subir de US$ 5 a US$ 35, pero que el impuesto se aplique de manera marginal, por las emisiones que superen el margen, a diferencia de lo que ocurre hoy donde todas las emisiones que superan un umbral de 25 mil toneladas de CO2 pagan el impuesto completo. Y que existan tramos exentos. También debiera considerarse la creación de un mercado de compensaciones, de bonos de carbono.
Creo que lo que está pensando el gobierno va por un buen camino.