Indicaciones a la reforma tributaria ingresarán post plebiscito

Las conversaciones entre Hacienda y parlamentarios para explorar cambios a la reforma tributaria dieron su puntapié oficial ayer.

La tarde del martes se desarrolló la primera reunión entre los asesores de los legisladores de la comisión de Hacienda de la Cámara con sus contrapartes de Teatinos 120, para negociar enmiendas al texto.

Marcel anticipó que si bien hay cinco temas donde ha abierto la puerta a ajustes, la idea es consensuar un paquete de indicaciones más amplio. También se analiza aumentar el nivel de la urgencia parlamentaria al texto.

La cita, que se extendió por cerca de dos horas y media, contó con la participación inicial del ministro Mario Marcel, en una conversación que fue liderada en lo técnico por uno de los coordinadores de Política Tributaria, Nicolás Bohme, y la coordinadora legislativa Consuelo Fernández.

Fuentes cercanas plantean que se fijó como meta tentativa ingresar indicaciones a la reforma en un plazo de alrededor de tres semanas, una vez que se vote en general el texto en la comisión de Hacienda.

De esta forma, las enmiendas se presentarían después de conocido el resultado del plebiscito del 4 de septiembre.

Marcel también adelantó que está en conversaciones con la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) para aumentar la urgencia al texto, desde “simple” (30 días de despacho en la respectiva cámara) a “suma” (15 días).

¿El objetivo? Evitar que las audiencias en la comisión de Hacienda se suspendan producto de la convocatoria especial a Sala, como ocurrió en las últimas semanas por la tramitación del estado de excepción en el sur, por ejemplo.

Paquete amplio

Según presentes en la reunión, se ratificó que se trabajará un conjunto de indicaciones adicionales a las cinco áreas donde Hacienda se ha abierto a modificaciones, con la idea de consensuar un “paquete amplio” de enmiendas.

Estos son los cambios al impuesto de 1,8% a las utilidades retenidas en las sociedades de inversión; depreciación instantánea o acelerada para incentivar la inversión; créditos tributarios para incentivar la economía; evitar la doble tributación en las operaciones de empresas chilenas en el exterior; y modificaciones al royalty a la minería.

Sobre el primer punto, se ajustará la base del gravamen, pasando desde las utilidades acumuladas en las compañías no operativas que perciban más de un 50% de sus ingresos desde fuentes pasivas (dividendos, arriendos, por ejemplo), a una fracción que corresponderá al impuesto retenido en la compañía.

Así, el gravamen se transformará en una “recuperación” del costo financiero por la postergación del pago de los impuestos personales.

Un segundo punto será incorporar mecanismos “temporales” de depreciación acelerada o instantánea a inversión en capital fijo. La idea es entregar incentivos fiscales al gasto en inversión. La depreciación incorporada en la reforma tributaria de 2020 caduca a fines de este año y la idea del gobierno es ampliar por uno o dos años.

En línea con lo anterior, se creará un fondo “competitivo” de créditos tributarios para inversiones con “alto apalancamiento y/o efecto multiplicador” sobre la economía.

Mientras que respecto a los créditos en favor de las utilidades recibidas por inversiones de empresas chilenas en el exterior, se buscará evitar una doble tributación de los dividendos que ya han pagado impuestos en otra jurisdicción.

Sobre el royalty minero se ajustará la estructura del nuevo gravamen “para ampliar los incentivos a nuevos proyectos o proyectos de expansión”. Este tema se está tramitando en la comisión de Hacienda del Senado, en paralelo a la reforma.

El Ejecutivo enviará una propuesta de cronograma de trabajo. Se espera que a fines de esta semana o inicio de la próxima se materialice una próxima reunión entre asesores y contrapartes de Hacienda.