El duro diagnóstico de la OCDE sobre el sistema chileno marcó el inicio de los diálogos tributarios
El organismo advirtió que el país está entre los últimos lugares en carga fiscal, independiente de si se consideran las contribuciones a la seguridad social.
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La primera reunión de la mesa técnica para dialogar sobre el nuevo sistema tributario contó con una masiva asistencia de representantes del mundo de las organizaciones sociales, profesionales de fiscalización tributaria, gremios empresariales, sindicatos, agrupaciones de PYME y expertos de firmas legales, contables y de auditoría.
El proceso, liderado por el Ministerio de Hacienda bajo la coordinación del embajador de Chile ante la OCDE, Francisco Saffie, y con el apoyo del Laboratorio de Gobierno -sede que acogió el encuentro-, se dividió en dos partes.
Pasadas las 9:30 de la mañana se conectó de forma telemática el subdirector del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE, David Bradbury, exponiendo el diagnóstico del organismo respecto al sistema impositivo chileno.
Y en la mayoría de las comparaciones el régimen tributario local salió mal parado respecto a sus pares.
Bradbury, en un PPT de 21 páginas, enfatizó que la recaudación tributaria de Chile como porcentaje del PIB se mantiene en la parte baja del grupo,incluso incluyendo las contribuciones obligatorias a la seguridad social en la carga fiscal.
Así, la carga total asciende a 20% del PIB en 2020, siendo la tercera más baja del organismo, solo superando a México y Colombia, y lejos de la media de 34%. Al agregar la seguridad social, dicho ratio sube a algo más de 25% del Producto, lo que permite a Chile avanzar dos escalones en el fondo de la tabla, superando a Irlanda y Turquía.
Ahora, si el contraste se hace con sus pares cuando tuvieron el mismo nivel de ingreso que el país, también se advierte una brecha, al ubicarse en el último lugar de la OCDE, mientras que la media del grupo tenía una renta per cápita similar a la actual de Chile en 1978 y con una carga tributaria superior al 30% del PIB.
También, Bradbury destacó que Chile recauda poco (10% versus 24%) del total de sus impuestos desde las rentas personales en relación a la OCDE, mientras que está sobre la media (24% versus 9%) en lo que recolecta de las utilidades a las empresas. Lo mismo ocurre por los ingresos provenientes del IVA (41% contra 20%). El país también está bajo en lo que recauda por impuestos a las propiedad, siendo la mitad de la media OCDE (1% del Producto versus 2%).
En cuanto a las rentas personales, Bradbury advirtió que el tramo exento del impuesto Global Complementario termina en niveles de rentas “muy altas”: en Chile, se activa el tramo afecto a impuestos para quienes perciben cerca de 200% el salario promedio, siendo el cuarto umbral más alto del grupo.
En la cita, los representantes de la CPC plantearon que la brecha de recaudación con la OCDE es de 4,4 puntos del PIB, ajustando por cotizaciones de seguridad social, mientras que si se controla por nivel de Producto per cápita, tasa de dependencia poblacional y niveles de evasión e informalidad, la distancia sería de menos de 2%.
Las dinámicas
Luego de la introducción de la metodología y un espacio de preguntas de los asistentes -que consultaron, por ejemplo, sobre el efecto en la brecha de recaudación fiscal de reducir la informalidad, incluir el royalty a la minería, los nuevos impuestos correctivos y la nueva cotización para pensiones- se dividieron los 41 participantes en seis mesas para abordar los objetivos y principios del sistema tributario chileno.
Las mesas -que alternaron representantes de todos los grupos convocados- debatieron en torno a ocho principios: progresividad y equidad; transparencia y eficiencia; compromiso con el cumplimiento tributario; simplicidad; adaptabilidad; estabilidad y certeza; corresponsabilidad; y educación y asistencia al contribuyente.
Según asistentes, entre los temas de debate surgió agregar a los principios, por ejemplo, temas como la competitividad del sistema, transparencia en los datos fiscales de gasto, autonomía de ciertos organismos reguladores, e incentivar el crecimiento, ahorro e inversión.