Las altas cifras de desempleo, que dan cuenta del aumento de los trabajadores por cuenta propia, afectan especialmente a las mujeres, algo que preocupa cada vez más en el mundo legislativo, donde comienzan a surgir algunas propuestas para proteger a estas últimas de los efectos de la falta de trabajo.

Es así como, ante la preocupación que les generan “las brechas laborales que aún persisten en nuestro país”, las diputadas de la UDI, Marlene Pérez y Natalia Romero, piden al Gobierno, especialmente a los ministerios de Hacienda y Trabajo, implementar un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Laboral, en los mismos términos que existía anteriormente y que “le permita a las mujeres que accedan a un contrato de trabajo recibir un aporte adicional correspondiente al 60% de su remuneración bruta -con cargo al Estado-, con un tope mensual de $ 300 mil, durante un período establecido de tiempo”.

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Incluso, las legisladoras gremialistas instaron al Ejecutivo a extender la misma medida a las personas mayores de 55 años, “considerando que la cesantía en dicho tramo ha aumentado progresivamente -a más del doble- durante los últimos cinco años, sin contar el tiempo que pueden demorarse en encontrar un trabajo; donde, por ejemplo, los mayores de 60 años tardan -en promedio- 11 meses”.

Las diputadas argumentaron la necesidad de este tipo de medidas debido a que “si no implementamos, a la brevedad posible, una política pública que fomente la contratación de mujeres y de los mayores de 55 años, lo que terminará pasando es que la informalidad seguirá creciendo y llegaremos a un punto de no retorno en el país”.