Aunque no resultó tan rápido como se esperaba, el paso del proyecto que crea un subsidio a la tasa de interés hipotecaria para la adquisición de viviendas nuevas, finalmente esta tarde de miércoles la Comisión de Hacienda de la Cámara despachó a Sala la iniciativa con el respaldo de todos los sectores, a pesar de que la oposición quedó con un gusto amargo, pues las personas jurídicas no podrán acceder al beneficio.
Sin embargo, ello no será impedimento, señalan en el sector, para que la iniciativa vea la luz lo antes posible. Sobre todo porque, los parlamentarios opositores, como lo manifestaron explícitamente en la comisión, no pierden la esperanza de que en la discusión en el Senado se “perfeccione” el proyecto. La tranquilidad en este sentido se las da el hecho de que la oposición es mayoría tanto en la Comisión de Hacienda como en la Sala. Por lo que, sin embargo, se da por descontado un tercer trámite.
El problema, desde el punto de vista opositor, es que el oficialismo no terminó de comprender que la iniciativa no es una política de vivienda, sino de reactivación económica. Y si bien el proyecto originalmente iba bien encaminado, la oposición acusa que el Ejecutivo se dejó presionar por su sector. Ello, porque originalmente, el proyecto contemplaba que las personas jurídicas pudieran optar al beneficio, pero según avanzó la tramitación, el propio Gobierno ingresó una indicación que apunta en el sentido contrario.
“Reactivación se juega en las personas naturales”
Al término de la votación, la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, expresó su satisfacción por el resultado del trabajo legislativo, pues a su juicio permitió “fortalecer” la iniciativa y detalló a DF que el proyecto “tiene dos grandes objetivos: el primero, por supuesto, permitir el acceso al financiamiento de la vivienda de personas que hoy día no pueden acceder a un crédito; y, el segundo, reactivar el sector, permitiendo que se venda un stock de viviendas que hoy día supera las 100 mil”.
Por eso, la iniciativa se plantea una meta de 50 mil subsidios de tasa a personas naturales que adquieran una vivienda nueva de hasta UF 4 mil, ya sea la primera o segunda, porque de este modo, explica Berner, se cumple el objetivo reactivador. Y adelantó que la próxima semana estaría concluyendo el primer trámite en la Cámara.
Respecto a las dudas de las oposición de que el proyecto sea realmente reactivador si las personas jurídicas no pueden acceder al beneficio, la autoridad aclaró que Hacienda hizo un análisis del tema y “si uno mira, por ejemplo, la cartera de créditos hipotecarios del Banco Estado, aquellas que son de personas jurídicas son sólo 1%; si uno mira la cartera de créditos hipotecarios de todos los bancos, estamos hablando de 5%. Entonces, en realidad, ahí no se juega la reactivación, se juega en las personas naturales, en que personas que hoy día no tiene acceso al crédito hipotecario puedan tener un subsidio de tasa y, por supuesto, también se juega en que el sector financiero, dado este aumento de garantía, también pueda comparecer con una tasa menor”, argumentó.
Ante la posibilidad de que en el Senado se pueda mejorar aún más el proyecto, la subsecretaria planteó que eso es parte del proceso legislativo y que los proyectos se mejoran durante la discusión, porque se va llegando a acuerdo, por lo que, “eventualmente, puede haber cambios en el Senado –admitió–, pero nosotros estamos contentos de avanzar”.
Otro elemento que destacó Berner es que se aumentó de 12 a 24 meses la duración del beneficio, para que puedan acceder a él personas que tienen promesa de viviendas en verde, ya que el crédito hipotecario se gatilla cuando la vivienda está terminada.
Uno de los elementos que la oposición espera que se corrija en el Senado es la indicación del Gobierno sobre la creación de un “gatillo” que se activara automáticamente para que accedieran al beneficio las personas jurídicas, en el caso de que no se estuviera alcanzado la meta de venta esperada. Si bien el Ejecutivo llegó con una indicación, ésta más bien apunta a realizar con la comisión una evaluación del avance de las ventas y no a un proceso automático.
Durante el debate, Berner explicó a la oposición que hacerlo como lo habían planteado los legisladores puede generar incentivos no deseados. En tal sentido, el presidente de la comisión, Carlos Bianchi (indep. PPD), dijo compartir la mirada de la oposición, en cuanto a que este no es un proyecto para viviendas sociales, sino que es “eminentemente reactivador de la economía”.
Desde el Senado, “volverá corregido como corresponde”
De ahí que fuera de la idea de mantener a las personas jurídicas como beneficiarias y eso no fue posible, “salvo una indicación general que permite que se venga a explicar al Congreso si se ha logrado o no bajar los stock, una evaluación, y por lo tanto con esa evaluación se puede perfectamente lograr, con un proyecto, que las personas jurídicas puedan acceder”.
Bianchi asegura que en este proyecto, la persona jurídica “calzaba perfecto, porque así como hay carencia de viviendas también hay carencia de arrendamientos; y se supone que esta persona jurídica pudo haber comprado cuatro viviendas o más y haberlas puesto en arriendo, y eso igual es una contribución para miles de familia que no pueden acceder a una vivienda”.
No obstante, valoró que el proyecto contribuye a la reactivación económica y que muchas personas que se habían desistido de la compra de una vivienda por, entre otras, razones económicas ahora podrán acceder a ella. “Por lo tanto, habrá una dinámica largamente esperada, que va a producir la reactivación”. Destaca que si bien el proyecto apunta a la clase media, también asegura 6 mil viviendas a personas con subsidios menores, por lo que también podrán acceder a viviendas sociales.
Bianchi es de los que está convencido de que el proyecto será perfeccionado en el Senado y seguramente volverá a la Cámara a un tercer trámite “para incorporar a la persona jurídica”.
Por su parte, el republicano Agustín Romero se molestó por la actitud del Ejecutivo y rechazó su indicación, pese a que hasta ese momento se había abstenido, intentando dar una señal de apertura. Pero la indicación que, a su juicio, no correspondía a lo que se había comprometido el martes el Ejecutivo de generar un “gatillo” automático para incorporar a las personas jurídicas en caso de que los stock no se vendan con la rapidez esperada.
Y la idea es que este proyecto cumpla la meta de liquidar todo el stock, pero con la indicación del Gobierno “va a pasar que va a llegar diciembre y van a decir ‘nos dimos cuenta que no se ha vendido el stock’ y que van a presentar un proyecto y crear una mesa de trabajo, todo en un proceso muy lento. La idea es que esto fuera automático por resolución, que la ley habilite al Gobierno”.
Romero manifestó su molestia subrayando que “a mí no me gusta que me tomen el pelo; en el fondo, sentimos que se hace una concesión desde el punto de vista formal, pero esta no tiene el contenido robusto que nosotros esperábamos”. Por lo que adelanta que seguramente en el Senado el Gobierno tendrá que ceder y desde allí volverá “corregido como corresponde”.
Pese a ello, el diputado opositor señaló que de todos modos “esto hay que aprobarlo y tratar de mejorarlo en el Senado. Efectivamente, no nos perdamos, necesitamos este proyecto, por lo menos yo conversaré con mi bancada para que lo votemos a favor”, adelanta.
En la misma línea, pero en términos más duros, el RN Miguel Mellado señala que “es bueno que haya una preocupación sobre la reactivación económica, pero esa reactivación no se hace carne con la letra completa del proyecto”. De hecho, profundizó, debido a la presión oficialista, la iniciativa se distorsionó respecto de como fue presentada, para que efectivamente se reactivara la economía”, desde el fierro, el cemento y la contratación de la mano de obra, que es lo que a su juicio mueve la construcción.
E insiste en cuestionar por qué se le cierra la puerta a que se venda el stock de vivienda y se venda rápido. Porque ya se venden 22 mil o 23 mil al año, argumentó, lo que significa que en dos años se deberían vender igual 46 mil, casi lo mismo que con el proyecto, enfatiza. Por lo que “tendremos otro año con crecimiento mediocre, cuando debiéramos tener un crecimiento fuerte, con crecimiento de empleo”.
Lo que más lamenta, es que –a su juicio– “el proyecto venía bien”, pero se puso lento el debate, porque el Gobierno “le hace guiños a la izquierda”. Pero destacó que por medio de indicaciones se permita que puedan comprar en virtud de este beneficio quienes tuvieron que desistirse de la compra.
Y señaló que conversará con la Comisión de Hacienda del Senado para corregir aquello que el Ejecutivo desmejoró respecto del proyecto original que ingresó.
“Hay que ver si va a lograr el efecto que se busca”
En el oficialismo, uno de los integrantes de la Comisión de Hacienda, el jefe de la bancada del Frente Amplio, Jaime Sáez, destaca la importancia del proyecto y plantea que “refleja un consenso en términos de que el sector de la construcción, el sector inmobiliario, es fundamental para un buen desempeño de la economía en nuestro país”.
Junto con valorar las cifras de crecimiento conocidas esta semana, el diputado oficialista aclaró que su sector no se puede conformar con eso, por lo que es muy importante dinamizar el sector de la construcción. Pero, parafraseando al ministro Carlos Montes, aclaró que el proyecto “no es una bala de plata” y que “no hay milagros para la reactivación del sector de la construcción”. Por lo que, desde su punto de vista, se requieren medidas más estructurales relativas al valor de los suelos y al nivel de especulación que se da.
“Y ahí, el sector privado y, particularmente, los que está agremiados a la Cámara Chilena de la Construcción y la misma Cámara tienen una responsabilidad mayor, en cuanto a proponer caminos en torno al bien común y no únicamente al aprovechamiento muchas veces malicioso de distintos instrumentos públicos y, finalmente, del crecimiento de su sector a costa, a veces, de sacrificar a comunidades completas”, argumentó.
Pese a esa mirada, Sáez manifestó que en torno a este proyecto se está en condiciones de avanzar en un dialogo “fecundo” y más integral, para abordar el problema del estancamiento del sector de la construcción y el sector inmobiliario con una perspectiva de más largo plazo, porque “en definitiva, este es un buen proyecto, pero que hay que ver si va a lograr el efecto que se busca, que de todas formas es temporal”, advirtió. Porque el actual escenario del sobre stock se podría repetir en unos años.
Sobre las críticas de la oposición, admite que su sector planteó explícitamente su postura contraria a que “sobre todo en una primera etapa, sean las personas jurídicas, o empresas, las que accedan a un beneficio importante de recursos públicos, en un contexto de gran déficit habitacional para personas”, subrayó. Pero no se cierra a permitir el ingreso de las personas jurídicas si se confirma que es insuficiente.
Por su parte, el diputado Jaime Naranjo (exPS), subraya que se busca generar un incentivo para que personas que no han podido adquirir viviendas se sientas motivadas a hacer a partir de este beneficio, que esto genere nuevas inversiones, estimule el crecimiento y tenga un efecto multiplicador sobre el empleo.
Está convencido que la iniciativa va en la línea correcta, porque “la idea principal es incentivar al sector de la construcción y, particularmente, ayudar a la gente que no tiene vivienda (…) cuando usted pone personas naturales y jurídicas, evidentemente, el concepto ‘jurídico’ hace una ampliación de quienes se podrían beneficiar, que no son personas que no tiene vivienda. Es gente que tiene una o dos y podría comprar incluso 100 más”.
Pero subraya que es necesario “buscar una combinación equilibrada entre un incentivo a la compra de vivienda con el acceso a la vivienda”, tal vez será necesario ampliarlo a la persona jurídica, admite, aunque espera que tenga un “contenido social”.