El último fin de semana no fue fácil para el senador Jorge Pizarro. La investigación de la arista SQM del caso Penta que involucra a sus hijos, por la supuesta emisión de boletas ideológicamente falsas, habría estado a punto de hacerlo desistir de asumir la presidencia del falangismo. Su "círculo de hierro", dicen en la tienda, hizo una labor de contención que lo habría obligado a recapacitar. Sin embargo, de lo único que se hablaba ayer en la colectividad era de si el recién proclamado timonel asumiría o no su nueva investidura.
A pesar de que la Sala Electoral del Tribunal Supremo de la DC, este lunes, proclamó oficialmente la lista encabezada por Pizarro, y que el discurso oficial es que el senador no tiene que ver con la investigación a la empresa Ventus Consulting, la inquietud en el partido aumenta cada día, debido a que la información se va conociendo a goteras. También se dividen las opiniones entre quienes creen que el parlamentario debe asumir su cargo en plenitud y el partido aguantar el chaparrón que ello podría significar y los que no están dispuestos a arriesgar la imagen de la colectividad, en el supuesto caso que resulte comprometido.
En la escueta declaración emitida por el TS se explica que "a partir de mañana (hoy) la nueva directiva entra en ejercicio y asume sus funciones. El próximo lunes 27 se realiza el cambio de mando en la sesión del Consejo Nacional del Partido", instancia que también sería la indicada para que, de ser necesario, el nuevo timonel diera un paso al costado.
El plan B
De hecho, en la DC se comenta que el "plan B" para salvar la situación y no poner en tela de juicio la imagen del partido, con su nuevo presidente cuestionado, apuntaría a que el senador asumiera el próximo lunes en el Consejo Nacional, tal como está previsto, y acto seguido renuncie y convoque a esta instancia de manera extraordinaria. Ello con la finalidad de elegir a su reemplazante.
Esta "negociación" se estaría realizando muy en privado y se debería a que ni Pizarro ni su entorno están dispuestos a que, en caso de que el nuevo timonel dimitiera, asuma el primer vicepresidente, diputado Fuad Chahín. El legislador es quien ha mantenido una línea más dura al interior de la nueva lista. Incluso le habría notificado al senador que si asumía la presidencia en las actuales circunstancias, él se bajaría de la nueva mesa. Ante esa decisión los demás integrantes de la mesa lo trataron de persuadir, conscientes de que eso puede provocar una crisis interna. Por otro lado, en el falangismo dicen que esa es sólo una "bravuconada" del diputado y aseguran que Pizarro nunca permitiría que Chahín llegara a la presidencia del partido "por secretaría". Por lo que ya comienza a sonar el nombre de la senadora Carolina Goic.
La reflexión de Chahín
La nueva mesa sostuvo ayer dos reuniones. Una en la mañana y otra en la tarde, cuando el TS ya había proclamado a la nueva directiva. En esta última cita, el diputado volvió a hacer sus planteamientos respecto de que Pizarro no debería asumir. Lo que no fue atendido ni por el timonel ni el resto de la lista. Posteriormente, Chahín confirmó que a partir de esa reunión inició "un período de reflexión de 48 horas", tras el cual definirá si asume o no la primera vicepresidencia el próximo lunes.
El diputado fue enfático en sostener que "no comparto la decisión de Jorge Pizarro de asumir en las actuales circunstancias y lo considero un error político", además que el nuevo presidente de la DC "perdió la oportunidad de hacer un acto de grandeza pensando en el bien común del partido".
Directiva UDI se reúne con Bachelet
La nueva directiva de la UDI, encabezada por su timonel, senador Hernán Larraín, llegó ayer en la tarde hasta La Moneda para hacer una visita protocolar a la presidenta Michelle Bachelet.
En la ocasión, según explicó el parlamentario tras la cita, le plantearon a la mandataria que "la primera medida para recuperar la confianza, frente a prácticas tributarias impropias, es una agenda de transparencia y probidad fuerte, dura y que en poco tiempo logre instalar nuevos estándares de conductas morales, que le signifiquen a quien las incumpla la pérdida del cargo".
Incluso, continuó el presidente gremialista, ello podría llegar a constituir "la inhabilidad perpetua y el cierre de los partidos al que pertenece si acaso estos son corresponsables en esas actuaciones".
Pero, el timonel de la UDI, manifestó además su interés y el de su colectividad en que se genere una mesa de trabajo que se haga cargo de una "agenda ciudadana" y que en este marco, la Presidenta haga un programa escuchando a la oposición.