Comercio exterior también se ajusta: exportaciones vuelven a caer en agosto, pero importaciones repuntan
Los envíos al extranjero sumaron US$ 7.840 millones, lo que refleja una contracción de 0,8% frente al octavo mes de 2021. Las compras desde el exterior totalizaron US$ 9.766 millones, o sea crecieron un 13% anual.
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La economía chilena está en pleno ajuste, y el comercio exterior es un factor más en ese proceso. En agosto, las exportaciones nacionales sumaron US$ 7.840 millones FOB, lo que refleja una caída de 0,8% frente al mismo mes de 2021, según cifras del Banco Central. Esta es la segunda contracción del año, luego de la merma de 3,7% de abril.
El sector minero volvió a reportar números rojos, de la mano de nuevas y más profundas bajas del cobre, el principal producto de exportación chileno. En agosto, los envíos del metal rojo bajaron un 26,4% frente al mismo período de 2021, completando siete meses consecutivos de variaciones interanuales negativas.
Los envíos agropecuario-silvícolas y pesqueros cayeron por tercer período consecutivo. El mes pasado su baja fue de 21,8%, más profunda que las registradas en junio y julio. El sector frutícola siguió la misma tendencia -acelerando su merma a 28,1% en agosto-, con caídas en todos sus productos menos en los arándanos, que aumentaron en casi 3.500% sus exportaciones en un año. El sector silvícola también volvió a caer, esta vez un 18,8% en doce meses, en contraste con la pesca extractiva, cuyos envíos aumentaron un 80,1% frente a agosto pasado.
Las exportaciones de bienes industriales se desaceleraron desde los meses anteriores, pero igualmente lograron crecer un 25,4% en agosto. Las ventas de alimentos a otros países siguen impulsando al sector, ya que el mes pasado aumentaron un 33,4% anual, una variación que no se veía desde abril de 2014.
Caen los bienes durables
En agosto, las importaciones desde el extranjero llegaron a US$ 9.766 millones CIF, lo que refleja un crecimiento de 13% al comparar con el mismo mes del año pasado. Si bien el dato es superior al alza de 7,8% registrada en julio, queda por debajo del 34,1% de junio y de los períodos anteriores.
Las importaciones han mostrado cierta resiliencia en medio del ajuste de la economía, pero también han dado ciertas señales de desaceleración. Los bienes de consumo, por ejemplo, lograron crecer apenas un 0,2% en agosto, una mejora desde la caída de 1,2% del mes anterior, pero ampliamente por debajo de las expansiones a dos dígitos del último año, e incluso a tres en algunos meses de 2021.
Las compras de bienes durables volvieron a contraerse el mes pasado, esta vez en un 22%. El desempeño fue levemente mejor a la baja de 22,4% registrada en julio, pero es similar a lo que se veía a mediados de 2020, cuando el debate económico giraba totalmente en torno al Covid-19.
Tal como venía ocurriendo en los meses anteriores, cuatro de cinco productos de los durables mostraron números rojos: computadores (-56,5%), celulares (-25,9%), televisores (-78,7%) y electrodomésticos (-56,7%), en contraste con los automóviles, cuyas importaciones crecieron un 50,8% en el último mes.
Los bienes semidurables también siguieron su senda de moderación, al crecer un 11,7% en agosto, frente al mismo mes de 2021. En su caso, las compras de vestuario subieron un 26,1% -también desacelerándose- en contraste con las de calzado, que aumentaron un 39,2%, o sea más que en en los tres meses anteriores.
Las internaciones de otros bienes de consumo crecieron un 16,3%, dando cuenta de una mejora desde julio. Si bien el panorama mejoró para la carne, otros alimentos, perfumes y medicamentos, empeoró para bebidas alcohólicas, gas licuado y gasolinas.
En la importación de bienes intermedios también hubo cierto repunte, ya que el sector creció un 20,9% en agosto, por sobre el 17,1% de julio. Los productos energéticos moderaron algo su desempeño, en contraste con el resto de los bienes intermedios, que algo mejoraron.
Y, luego de una caída de 2,8% en julio, los bienes de capital volvieron a crecer en agosto, esta vez en 12,1%. El impulso llegó desde las mayores compras de buses (238,7%), otros vehículos de transporte (99,6%), maquinaria para minería y construcción (38,3%), entre otros, en contraste con el peor desempeño de equipos computacionales (-49,3%) y camiones y vehículos de carga (24,1%), por nombrar algunos.