Las cifras de
actividad del mes de abril muestran una mejoría respecto de marzo, pero no
alteran la trayectoria de crecimiento que ha mostrado la economía chilena en los
últimos dos trimestres.
De acuerdo a estimaciones de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el Imacec habría
experimentado una expansión cercana al 3,5% en abril de 2008, y de 3,2% en el
primer cuatrimestre del año.
Uno de los frentes que
empujó la actividad fue la industria, que tuvo un crecimiento de 4,4%, en lugar
del -0,1% observado en marzo. Sin embargo, de ser excluida la producción de
celulosa y la producción de maquinaria eléctrica, las cifras se acercan al tenor
que han tenido en los últimos trimestres, es decir, cercano al 3%.
La
desaceleración de las exportaciones reales sigue siendo uno de los elementos que
afecta la actividad global, y que a su vez es consecuencia de la pérdida de
competitividad de las actividad manufacturera.
Pese a este marco
global de debilidad, la creación de empleo fue bastante satisfactoria. Durante
el trimestre febrero abril se crearon 160 nuevas plazas laborales, que es
equivalente al empleo promedio creado durante 2007, en que el PIB creció en
5,1%.
Sin embargo, este nuevo empleo proviene prácticamente en su totalidad de
actividades no transables (153 mil), en tanto, que los rubros transables, más
debilitados en su competitividad, crearon tan sólo 7 mil empleos nuevos. La tasa
de desempleo fue de 7,65%, que es superior al 6,8% de igual período de
2007.
Los salarios reales,
por su parte, sí dan cuenta del debilitamiento económico. Su tasa de crecimiento
se ha moderado significativamente, desde el 4% observado a mediados de 2007 a
prácticamente un 0% en marzo de 2008.
En estas condiciones, la masa salarial
efectivamente ha tenido un ajuste importante, tal cual lo refleja la
desaceleración del consumo agregado, pero hasta ahora, este ha sido
principalmente impulsado por la moderación de los salarios reales, y no el
empleo.
Este desarrollo es sugerente de que se mantendrá el proceso gradual de
convergencia en el gasto y en la inflación en lo que resta del año, lo que
avalará por ahora la mantención en las tasa de interés de política
monetaria.