Por Rodolfo Carrasco Miranda
Desde su nueva oficina a un costado de la sala de sesiones, el senador Camilo Escalona (PS) analiza en DF el inicio de la campaña de la candidata presidencial del PS-PPD, Michelle Bachelet, su relación con los partidos, los cambios que a su juicio necesita el país y la forma en que deben ser financiados.
- ¿El descontento social hasta qué punto será relevante en la próxima elección presidencial que encabeza Bachelet en todas las encuestas?
- Este es un esfuerzo que hay que hacer para movilizar a los chilenos a las urnas, sin lugar a dudas que el liderazgo de Bachelet motiva a muchas personas, pero sin ese liderazgo creo que correríamos el grave riesgo que la cantidad de personas que fueran a votar sería francamente mínima y que se afectara severamente la legitimidad del proceso electoral. Por eso creo que los que atacan a Bachelet eso no lo perciben, tanto en la derecha como en la ultraizquierda o tal vez lo hacen con intención.
- También ha enfatizado que no basta con ganar la presidencial, sino que se necesitan las mayorías en el Congreso…
- En esto tomo nota de la intervención de Patricio Melero en el consejo de la UDI, donde señaló que la tarea esencial es tener 4/7 en ambas cámaras. Eso revela que la prioridad dejó de ser la elección presidencial y pasa a ser la elección parlamentaria. La organización para poder conseguir un respaldo para materializar las reformas que el país necesita es clave, hay muchas personas que no lo entienden así, muchas personas tienen una imagen magnificada del ejercicio de la Presidencia de la República, pero si esa persona no cuenta con mayoría parlamentaria suficiente va a quedar amarrada de manos. Los díscolos y la derecha que critican a Bachelet dicen: ¿cómo ahora pretende hacer lo que no hizo cuando estuvo en el gobierno? pero lo que ocultan es que tenía minoría en ambas cámaras, pero si no hay mayoría parlamentaria podemos estar al borde de una situación delicada en que el país va a esperar cambios, pero esos cambios no se van a poder realizar porque no hay la posibilidad institucional de llevarlos a cabo.
- ¿Los partidos deben ocuparse de conformar la plantilla parlamentaria o Michelle Bachelet debe intervenir?
- Una intervención de Bachelet lo que haría sería debilitar aun más a los partidos que están lo suficientemente débiles, por eso creo que lo que debiese ocurrir es que sean las mesas las que lleguen a acuerdos, ojalá a la brevedad. Esto tiene que ser fruto de la madurez de los partidos más que la intervención de Bachelet.
- ¿Hasta qué punto es cierto el alejamiento de Bachelet de los partidos que han sido criticados con fuerza desde el oficialismo?
- Si la presencia de los partidos es muy fuerte se critica, porque se dice van a gobernar los mismos de siempre. Si la presencia de los partidos es muy débil dicen que están ocultos, en definitiva, este es un puzzle imposible de resolver, se va a condenar cualquiera de los matices que se observe. El fenómeno de fondo es que todos se han vuelto comentaristas de Bachelet. Veo que no hay candidatos en la derecha, sino que son analistas de lo que dice la ex presidenta, lo que confirma es el liderazgo sobre el cual discurre la política nacional, con la dificultad que no es la presidenta sino una precandidata, ese es un problema complejo, porque desde ahora la opinión pública va a empezar a pedir cosas que no se pueden solicitar de quien está en la oposición.
- La candidata anunció un programa basado en combatir la desigualdad ¿qué aspectos debe incluir?
- Lo que orienta es reducir la desigualdad y entorno a ella se deben articular las diferentes propuestas. La presidenta señaló que la prioridad será el fin del lucro y el fortalecimiento de la educación. En mi opinión, el tema laboral es la segunda prioridad, a nosotros se nos produce una desigualdad en la base social, porque si las personas ganan poco y se anula el valor del trabajo la sociedad se va a descomponer, esto no es solo un problema económico, sino que moral; porque cuando en una sociedad se desconoce sistemáticamente el valor del trabajo está abierta la puerta para todo tipo de malas conductas como el robo, la delincuencia, la estafa, la especulación. Si la gente por ir a trabajar al final va a recibir una devolución indigna, la gente no va a tener ganas de trabajar y va a preferir los negociados o la delincuencia, por eso creo que por el futuro de Chile se necesita una nueva relación en la actividad laboral. Sé que el empresariado no quiere hacer concesiones en esta materia, pero le hago un llamado a que comprenda que en esas condiciones no podemos seguir; porque al final muchas personas prefieren hoy colocarse en los extremos de una feria a vender ropa usada que tener un trabajo formal, por las leoninas condiciones que se han generado en los últimos años.
- ¿El tema impositivo como debe ser tratado en un eventual gobierno de Bachelet?
- El debate está claro. Nosotros necesitamos más ingresos para cubrir los gastos que el país tiene y, por lo tanto, los que tiene más tienen que aportar más. Naturalmente que el país no debe estar a la incertidumbre en una materia tan clave como esta, de forma que eso deberá clarificarlo la futura mandataria al inicio de su gobierno. Para cuatro años de labor habrá una agenda repleta de desafíos, podemos estar efectivamente ante el inicio de un nuevo ciclo en el sentido que un gobierno encabezado por Bachelet abre una nueva etapa, no es que vaya a resolver todos los problemas o que vaya a ser una administración perfecta, pero que permita que Chile tenga una nueva mirada a reformas que puedan hacerse cargo de la desigualdad.
- ¿Comparte que más que ajustes llegó el momento de cambios estructurales?
- El fin del lucro es un cambio estructural y en el ámbito laboral también se necesitan cambios estructurales. No puede ser que los valores de buses de Santiago a Puerto Montt se multipliquen por diez en fines de semana largos, frente a eso no hay modelo que resista o los abusos en los trabajadores de servicios a los que se les niega la negociación colectiva. No podemos tener un país en que la gente que trabaja está frustrada, necesitamos que la gente esté optimista.
"Autoelogio económico desmedido"
- ¿A qué atribuye la diferencia entre el gasto público y los ingresos?
- En materia económica efectivamente, el informe del Banco Central visualiza un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en 4,4% del PIB, lo que nos replantea una preocupación respecto a la diferencia que se está generando en el país en que los gastos están muy por encima de los ingresos y naturalmente, que eso nos hace prever un escenario cuya trayectoria llega fatalmente al punto que el gasto se tiene que reducir de manera de tener una relación con los ingresos.
Eso nos hace pensar que la herencia que está dejando la administración Piñera a la futura administración es previsiblemente un ajuste, es decir, la palabra que en el lenguaje político debe ser la más odiada en Europa, cuando las administraciones no tienen la prudencia ni la responsabilidad de mirar a largo plazo ocurre lo que pasa en Europa, que vive en una fragilidad inocultable. Si uno piensa que el gasto se tiene que ajustar a 2014 y 2015, lo que estamos viviendo es un desmedido exitismo de parte de la actual autoridad económica cuyas consecuencias negativas se van a transmitir a la próxima administración.
- Pero la actual administración lo que más resalta es el buen desempeño económico...
- La autocomplacencia en el ámbito económico en la actual administración es desmesurada, no había presenciado un volumen de autoelogios como el que se prodiga a si misma en el ámbito económico.
"El gran mito del pleno empleo"
- Sus cuestionamientos también apuntan a la generación de empleo de la administración Piñera...
- Rechazo el balance que tiene la actual administración respecto del empleo, esto no es una discusión numérica, considero que el gran mito es lo que se trata de instalar como una gran verdad que es una bola de nieve que se puede caer sobre el país, esa es la teoría del pleno empleo. Como se modificaron los criterios de medición y ahora tenemos una nueva encuesta nacional de empleo NENE, que ajusta la encuesta a los criterios de la OCDE, es decir, una persona encuestada basta con que haya tenido una hora de actividad laboral a la semana para que en la encuesta se le considere con empleo.
Esta NENE, es un nene diabólico, distorsiona por completo lo que es la situación laboral en el país y se ha transformado en el paragua bajo el cual se produce una violación extendida de los abusos laborales que ya existían y que los gobiernos de la Concertación no fueron capaces de resolver. Fue esa una de las razones por la cual una parte significativa de la fuerza laboral apoyó al entonces candidato Piñera, porque una de sus promesas fue el envío de un proyecto de cese del multirut, que como tantas otras, no se ha cumplido. Pero lo que observo en la región de Los Lagos es personas que perdieron por completo su estabilidad laboral, sectores que funcionan sobre la base del empleo precario. Se ha universalizado la práctica del contrato por obra o faena, ahora tenemos temporeros del salmón.
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