POR ERIC ROBLEDO
Tras casi dos años, la renovación de la plataforma de transacciones de la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) ya está rindiendo frutos para la plaza.
Con la incorporación de las innovaciones del llamado Telepregón HT, que permite ingresar más de 3.000 órdenes por segundo, la BCS ha aumentado a la fecha en 55% los volúmenes transados desde 2008.
A su vez, el número de transacciones ha crecido en 157% durante el mismo período, de acuerdo a estadísticas de la plaza.
Según el gerente de informática de la institución, Andrés Araya, dicha diferencia en los volúmenes y el número de órdenes se debe a una tendencia mundial.
"En la medida que las negociaciones se realizan a través de mecanismos electrónicos el monto de cada operación es menor, pero como contrapartida aumenta la frecuencia de ellas", explica.
Y es que hoy en día, las empresas que gestionan activos alrededor del mundo están buscando abrirse camino entre la turbulencia de los mercados por medio de estrategias de inversión que van más allá del tradicional análisis fundamental.
Son las llamadas estrategias de transacción algorítmica, principalmente utilizadas por los hedge funds o fondos de cobertura para la administración de grandes sumas de dinero a través de la entrada y salida a los mercados con operaciones de alta frecuencia.
"Hemos recibido muchas consultas de hedge funds extranjeros que están interesados en evaluar el desarrollo de estrategias en el mercado local", asegura el ejecutivo.
Integración tecnológica
Además del aumento en la capacidad de procesamiento de las órdenes y disminución en los tiempos de latencia, señala Araya, la nueva plataforma "facilitó la conexión de redes de ruteo de órdenes internacionales" con la incorporación del protocolo FIX.
Este mecanismo "se ha convertido en un estándar de facto en los mercados de capitales más desarrollados", asegura.
Por otro lado, indica que gracias a la nueva plataforma "estamos viendo interés por desarrollar robots para operaciones de market maker y arbitraje de acciones que tienen ADR", dice.
Añade que actualmente uno de los socios de la BCS, la Bolsa de Valores de Lima, también está trabajando en mejorar su plataforma, para lo cual llamó a un licitación internacional.
Ante el silencio de Bachelet: "Las discusiones se están dando en Chile ahora y las transformaciones se deben hacer desde ahora"
- ¿Cómo te defines ideológicamente?
- Soy una persona de centroizquierda. Me considero un liberal progresista, que cree en dos grandes valores, el de la libertad y el de la equidad que deben saber conjugarse. Creo además que hay que dejar de lado prejuicios o posturas preconcebidas y encarnar esos valores a través de soluciones concretas que den beneficios a las personas. Chile es un país que cambió mucho, aunque algunos no quieran reconocerlo. Los ciudadanos son mucho más liberales en sus posturas valóricas, la gente se ha ido poniendo de pie, sacando la voz, saliendo a la calle y eso lo celebro. Las manifestaciones son buenas en tanto engendren soluciones y esa es la otra parte de la fórmula. Hay que estar dispuesto a sentarse, conversar, negociar y aplicar buenas políticas.
- Muchos en la Concertación te culpan de su fracaso por haber "cerrado la billetera". ¿Cómo enfrentas esa crítica?
- Los gobiernos deben gobernar para la gente y no para sus propios beneficios electorales. Las cosas hay que hacerlas, porque son las correctas. Un ministro de Hacienda que busque el aplauso fácil, no está haciendo bien la pega. Lo que vale al final, es el juicio de los ciudadanos y ese juicio respecto a las políticas económicas aplicadas entre el 2006-2010, es tajante. En el 2009, a pesar de que el mundo estaba en una crisis económica brutal, dos de cada tres chilenos aprobaban la política económica. La gente percibió que cuando no se busca el atajo, la demagogia, las cosas rinden. Había razones para ser prudente y nosotros hicimos con las finanzas públicas lo que cualquier jefa de hogar hace con las finanzas de la familia: cuando llegan unos pesitos extras no se los gasta todo, invierte algunos y guarda otros para el periodo de vacas flacas. Ese período llegó y ahora amenaza con volver. La diferencia gigantesca es que Chile prácticamente no tiene deuda pública, tiene ahorros, bancos bien regulados, mientras que en Europa han tenido que recortar beneficios, bajar pensiones, echar gente porque en su momento no tomaron decisiones correctas, aunque fueran duras.
- ¿Qué te pasó con Bachelet? Todo indica que competirás con ella pese a que fuiste parte esencial de su gobierno...
- Estuve orgulloso de haber participado en ese gobierno, agradezco la aprobación pública, pero me parece que los que estamos en la vida política tenemos que tomar nuestras propias decisiones. No puedo hablar por candidaturas eventuales, sí de lo que nosotros estamos haciendo, que es tomarnos muy en serio la causa del cambio en la política, la renovación, la incorporación de gente joven. Debemos remecer el tablero porque lo que tuvo éxito a comienzo de la transición, hoy da señales de anquilosamiento.
- Pareciera que el problema son los partidos que apoyan a Bachelet...
- Las cúpulas de los partidos de la Concertación se dedican a disputar cupos y cargos sin que hayan en estos dos años presentado alguna propuesta país. Debieran estar hablando de la tremenda brecha en empleos femeninos, de los problemas de discriminación, de la necesidad de estructurar universidades públicas, de evaluar a los profesores y de darles mejor formación, de modo que no tengamos esta tragedia que dos de tres egresados de Pedagogía, no dominen las materias que van a impartir. Los partidos respecto a eso, sencillamente han tenido un silencio sepulcral.
- ¿Y que pasa con el silencio de Bachelet?
- Las personas toman las decisiones y hacen los anuncios en el momento que corresponda. No emitiré juicio al respecto. Sólo digo que las discusiones se están dando en Chile ahora y que las transformaciones hay que hacerlas a partir de ahora.
- ¿Participarás en las primarias de la oposición?
- Sí, participe quien participe. La política debe renovarse dejando atrás conciliábulos, documentos que nadie lee, juntándose los lunes en la mañana o en la tarde, agregando más o menos siglas que están en entredicho. Debemos dar opciones a los electores para que se expresen, no sólo a la hora de votar por un candidato elegido entre cuatro paredes, si no a la hora de seleccionarlos. En Francia, el PS hizo unas primarias inéditas: tres millones de personas votando de las cuales el 90% no eran militantes del PS. Lo mismo con la oposición a Chávez, que encontró su norte, haciendo primarias abiertas.
- Hay personas de centroderecha que miran con simpatía tu candidatura. ¿Estás abierto a incorporarlas en tu campaña?
- Para gobernar hay que tener cierta comunidad de ideales. Esta es una candidatura progresista que está a favor del matrimonio igualitario, del aborto terapéutico, de incorporar fuertemente a las mujeres al mundo laboral, cosas muy distantes, a lo que tradicionalmente, ha postulado la derecha. Ahora, yo entiendo que la realidad del Chile moderno, es que hay mucha gente que no calza con el patrón tradicional de izquierda o de derecha y ciertamente aquí no cerramos la puerta a nadie que tenga nuestras convicciones.
- ¿Y cuál es tu juicio en relación al PC que coquetea permanentemente con la Concertación?
- No veo que afirmaciones tales como que la dinastía de Nor-Corea es democrática, o que la dictadura de Castro que lleva casi sesenta años, deba ser la luz que nos ilumine, puedan ser ejemplos que ayuden a desarrollar nuestro sistema democrático.