Por Claudia Betancourt M.
Está trabajando activamente en la campaña presidencial de la candidata del pacto “Nueva Mayoría” Michelle Bachelet, no desde el comando, sino en la confección de una plantilla parlamentaria fuerte, que permita lo que la ex mandataria ha pedido: tener un Congreso favorable para aprobar las reformas que ha propuesto.
Desde esa vereda, Ricardo Solari (PS), político, economista y ex ministro del Trabajo de Ricardo Lagos, analiza el desafío electoral de la oposición, donde reconoce un panorama complejo, pero confía que en noviembre estén representadas todas las sensibilidades.
-Tras los resultados de primarias, ¿Michelle Bachelet tiene la carrera ganada ante Pablo Longueira?
- Hubo una situación nueva que se genera a través de las primarias, y que exige hacer dos ejercicios: primero, aglutinar a todas las fuerzas que participaron en la primaria de la Nueva Mayoría y sumarlo detrás de la candidatura de Michelle Bachelet y, en segundo lugar, hay que entender que en la elección del 17 de noviembre participan un conjunto de candidaturas, que de distintos lugares van a luchar por conseguir votación. Entonces, ganar en primera vuelta, requiere un esfuerzo electoral y político mayor. Es posible, pero no es seguro, requiere seguir en un trabajo de aglutinación muy significativo. Ahora, la posibilidad de ganar en primera vuelta, tiene que ver con las tremendas dificultades que ha tenido, desde las primarias hasta ahora, la derecha y las dificultades de la candidatura de Pablo Longueira.
- ¿Qué tan amenaza puede ser la candidatura de Marco Enríquez- Ominami?
- El cuadro para ME-O es distinto que la elección pasada. Hoy enfrenta situaciones nuevas, ya no es la novedad. Todo el proceso de elección impecable en las primarias le da una tremenda legitimidad a la candidatura de Bachelet. Y, además, el espacio político que históricamente representó en la izquierda hoy está bien cubierto por otras candidaturas o por los propios partidarios de Bachelet. Eso no significa minimizarlo o desestimarlo, ni muchos menos ignorarlo, pero el espacio tanto por la legitimidad de la primaria como por los contenidos de la candidatura de Bachelet le restan posibilidades a su candidatura.
- La semana pasada Bachelet dio a conocer a los nuevos integrantes de su comando. Hay quienes critican que los convocados son los mismos “rostros técnicos” de siempre...
- Todos estos procesos de construcción de una acción política incluyen siempre dimensiones ciudadanas, políticas y también técnicas. A la hora de hacer un buen gobierno, uno tiene que sumar todas estas sensibilidades y no antagonizarlas, ni antagonizar lo técnico de lo político. Es un grave error, porque al final muchas de las acciones políticas que surgen del movimiento social tienen que concretarse en políticas públicas que deben tener un fundamento sólido.
- Bachelet dijo que su candidatura será construida con los “ciudadanos”. ¿Fue sólo una declaración de principios u olvidó ese perfil que comprometió?
- La declaración de principios se ha concretado porque se han tomado las grandes temáticas. La necesidad de enfrentar a fondo los temas de la reforma educacional, la necesidad de un nuevo orden constitucional y conseguir los tributos y concebir un sistema tributario que provea mayor equidad. Entonces, en ninguno de los tres campos habrá un cambio, a propósito de los nuevos integrantes. La gran fortaleza de lo que hemos construido es su diversidad; la Nueva Mayoría resalta por su diversidad y eso tiene que quedar representado en todas las áreas en el programa, en el pacto parlamentario y, hacia el futuro, en el gobierno.
- ¿Y qué tan representada está la disidencia DC? Critican que se ha incorporado sólo gente cercana a la mesa...
- Siempre ha habido una preferencia de Michelle Bachelet por las relaciones institucionales que con las fuerzas políticas. Es la tradición, es lo que permite la convivencia, la formalidad que permite avanzar hacia adelante y cumplir los acuerdos pero, obviamente tampoco escapa a nadie la necesidad que las sensibilidades queden bien representadas. La voluntad de la propia candidata es no intervenir jamás en los problemas internos de ninguna de las coaliciones.
- ¿El mundo independiente está bien representado?
- Se ha ido ampliando la representación cada vez más y es un comando que ha funcionado de manera muy exitosa. Gane o no gane Michelle Bachelet en la primera vuelta, el resultado de la primarias es tan, pero tan sólido, que deja resuelto quién estará en la presidencia en Chile.
El lento avance de la plantilla
- ¿Qué ha producido tanta demora en la confección de la plantilla parlamentaria?
- Tuvimos un fracaso explícito de no poder cerrar esa plantilla antes del 1 de mayo, y de esa manera realizar primarias legales. Los tres partidos principales de la Coalición el PS, PPD y el PDC han realizado primarias internas para resolver sus candidaturas internas, y la realizaremos -el 4 de agosto- de un conjunto muy amplio de elecciones primarias a lo largo de Chile para resolver los problemas pendientes. Y obviamente, sobre la base que ahora somos más partidos, no los cuatro partidos de la Concertación, sino somos siete partidos, esto ha sido más lento y un poco más difícil, pero creo que vamos a terminar con una estupenda lista de candidatos.
- ¿Y respecto a los senadores?
- En el caso senatorial una parte importante del tema está resuelto.
- ¿Esta lista representará a la Nueva Mayoría, como solicitó la candidata?
- Sí, claro. Ella nos pidió dos cosas: que todas las fuerzas políticas quedaran representadas, y se va a cumplir, y que donde tuviéramos dificultades no se resolviera por un método de negociación política, sino por primarias.
- ¿Qué pasa con Camilo Escalona, quien se había resistido a participar de este proceso?
- Camilo Escalona siempre estuvo disponible para ir a primarias legales. Lo que él no quería era primarias convencionales realizadas por los propios partidos en la región y en vista que no se pudo hacer estas primarias legales, él declinó su candidatura en la Región de Los Lagos; y ahora en la caso de la Octava Región Costa, no había una candidatura ahí y surgió la posibilidad de que Camilo fuera candidato. Esa candidatura se suma a la del senador Alejandro Navarro (MAS), no está impidiendo que ninguna otra fuerza se represente.
- ¿Qué pasa con la Octava Cordillera?
- Ahí hay un problema no resuelto. Nosotros no tenemos declarada la candidatura del senador José Antonio Gómez (PRSD) como candidato por esa región. Hasta el momento, formalmente, no estamos enterados.
- ¿No sería bueno su nombre en la papeleta?
- Es muy difícil pronunciarse sobre cosas que todavía no suceden. Entendemos el interés del PRSD, de llevar un candidato en esa circunscripción, pero no sabemos si será efectivo.
"Allamand en los últimos meses ha hecho todo mal"
- ¿Cómo vio el episodio de la derrota de Andrés Allamand?
- Lo encuentro muy lamentable, y lo digo desde una mirada desde los afectos hacia a Andrés Allamand. Sufrió una derrota inesperada para él, había señalado su disposición a no ser candidato a nada y hoy día está en la competencia electoral sacando de la carrera a una leal compañera de partido como es Catalina Parot. Y hoy, su postulación, la hace desde la pretensión de ser un factor que aglutine a RN con la DC, después que hizo una campaña de primarias francamente muy en la derecha, muy equivocada, y que le cedió un tremendo espacio no sólo a Pablo Longueira, sino a Andrés Velasco y Claudio Orrego, y durante estos últimos meses ha hecho todo, pero todo absolutamente mal.
- ¿Le ve alguna opción de repostular en la elección de 2017?
- Con el discurso que perdió las primarias representando a una derecha dura, no tiene ninguna posibilidad de ser candidato presidencial y absolutamente a nada. Es tan fuera de la realidad aquel discurso de la derecha que niega las críticas al funcionamiento actual de nuestro sistema económico, que es incapaz de entender los cambios valóricos en la sociedad chilena y, por tanto, una derecha muy conservadora. Andrés Allamand quedó como la encarnación de esa realidad y creo que no tiene ninguna posibilidad competitiva hacia futuro. Lo lamento, porque representaba algo distinto y dejó de serlo en estos últimos meses.
- Y Sebastián Piñera ¿representa a una centroderecha más liberal?
- Claramente él tiene una sensibilidad mayor a todos estos temas que lo que demostró que demostró Andrés Allamand en estos últimos seis meses. Eso es evidente.
"El gobierno está cerrando su ciclo con alta improvisación"
- Faltan ocho meses para concluir el gobierno, ¿cómo cree que será recordado?
- El gobierno está cerrando su ciclo con un proceso de alta improvisación. Hace dos semanas el Presidente anunció una reforma al Sistema de Pensiones, nunca más se habló; el 11 de marzo anunciaron una política de salario mínimo, ahí está, entrampada en vez de haber hecho lo que correspondía; hoy anuncian la presentación del binominal como reacción a un acuerdo de RN y DC; están cerrando como mucha improvisación siendo incapaz de cumplir sus promesas básicas. Este gobierno debería haberse concentrado más en cerrar bien sus ciclos en el desempeño de la economía, y siendo más cautos en materia de intervención electoral y el tipo de agenda legislativa, a la que no le queda más de 120 días.
- ¿Y el caso de Julio Pereira?
- Solo este año hemos tenido el caso del INE y del Servicio de Impuesto Internos (SII), que no han funcionado y ha dado lugar al bochorno. El gobierno ha tenido una incapacidad de gestión política oportuna, incapacidad de entender problemas esenciales de conflicto de interés que han marcado tan profundamente al gobierno y que, entre otras cosas, han impedido capitalizar los resultados económicos. Y en contraste, haber generado un grado de rechazo ciudadano importante que crea una base de conflicto que tendrá que lidiar y administrar el futuro gobierno.
- ¿Reacciona tarde el gobierno ante los conflictos?
- Acá hubo un cáncer o virus con que este
gobierno convivió que fue el tema de los conflictos de interés, que nunca se entendió y que cimentó las bases de una desconfianza ciudadana.
Por eso el gobierno tiene una aprobación baja, tuvo una derrota en las elecciones municipales y se presenta a esta elección sin ninguna posibilidad de triunfo.
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