En medio de las discrepancias generadas al interior del oficialismo por la discusión de la reforma tributaria, la presidenta Michelle Bachelet -en una decisión que sorprendió a buena parte de la dirigencia de su propio bloque-, optó por agilizar la reforma al sistema binominal, enviando para ello un proyecto de ley que hoy iniciará su discusión en la Cámara de Diputados.
La decisión de poner el acelerador en este tema -que no era parte de los compromisos para los primeros 100 días-, para algunos personeros del oficialismo es vista como un “golpe de timón” de la gobernante para ordenar y unir a los parlamentarios de la Nueva Mayoría, quienes han discrepado públicamente por algunos artículos del proyecto de cambios impositivos.
De ahí que en la cena que sostuvo la noche del martes el titular del Interior, Rodrigo Peñailillo, con los presidentes de partido y jefes y subjefes de las bancadas de diputados y senadores del oficialismo, el ministro les habría transmitido un mensaje claro: cuadrarse tras la propuesta que impulsará el gobierno para cambiar el sistema electoral.
La idea es que el proyecto sea parte de la cuenta pública del 21 de mayo y sea tramitado en la Cámara de Diputados con premura, de modo que de aquí al segundo semestre esté avanzada su discusión en el Senado y no se cruce con el debate de la reforma educacional y sobre todo, constitucional.
En el oficialismo también reconocen que dados los tiempos legislativos, esta es la “oportunidad” para sacar adelante este proyecto. Además advierten que considerando que se espera que este cambio al sistema esté vigente para las parlamentarias del 2017, donde muchos de los actuales legisladores irán a la reelección, es necesario que el panorama electoral esté claro.
Los votos
La iniciativa, que ingresa con discusión simple, contaría con el cerrado respaldo de todos los parlamentarios de la Nueva Mayoría -“y sin los matices de la DC”, como afirmó su presidente Ignacio Walker-, pero en los hechos requiere para su aprobación en la Cámara del apoyo de 72 diputados, donde se espera contar con el respaldo de los independientes y del movimiento Amplitud, que a través del diputado Pedro Browne y en una señal de apoyo estuvo presente en la ceremonia de la firma del proyecto.
En el Senado, en tanto, se necesitan de 23 votos, pero a la Nueva Mayoría le faltan dos a tres sufragios y que el gobierno buscaría en las filas de RN, apelando a la necesidad que imponen los tiempos por generar un cambio de estas características.
En ese sentido, la mandataria al presentar la propuesta señaló que “el sistema binominal debe terminar, porque es hoy un obstáculo para la integración, el pluralismo y la representatividad plena”.
El proyecto establece un sistema proporcional, reduce el número de circunscripciones y distritos electorales, fusionando varios de ellos, así aumenta la cantidad de senadores, de 38 a 50, y de diputados, de 120 a 155.
También establece cuotas para garantizar que ningún sexo supere el 60 % de candidatos por pacto.