Qué diferencia a Van Rysselberghe y Bellolio en la histórica elección en la UDI bajo el sistema un "militante, un voto"

A partir de las 09:00 de la mañana de hoy se inició el proceso de elección interna en que, por primera vez en la historia de la UDI, los 72 mil militantes que figuran en los padrones de la colectividad podrán votar y elegir directamente a la nueva directiva nacional, a través del sistema "un militante un voto". En esta jornada se miden dos listas encabezadas por la senadora Jacqueline van Rysselberghe y el diputado Jaime Bellolio y el vencedor reemplazará en el cargo, hasta el año 2019, al actual timonel, senador Hernán Larraín. La directiva que resulte electa asumirá sus funciones en el Consejo General del 7 de enero.

Pese a que algunos dirigentes se han esmerado en aclarar que ambas listas no tienen diferencias ideológicas, sí existen visiones que podrían marcar una distancia considerable en la conducción del partido creado por Jaime Guzmán, en el marco del régimen militar. A este respecto, por ejemplo, el diputado se ha mostrado partidario de revisar la declaración de principios del partido que data de la década del '80, en el aspecto que menciona la intervención de las fuerzas armadas en el quiebre institucional del año 1973. Por su parte, la senadora ha sido categórica en que no está dispuesta a revisar el documento desde esta perspectiva.

Otro elemento en el que han marcado diferencias ambos aspirantes a presidir el gremialismo, es en lo que dice relación a los conflictos sobre financiamiento irregular de la política. Mientras Bellolio ha sido un firme defensor de la postura de que si un militante es formalizado a raíz de una situación que lo involucre en un hecho cuestionado, se le debería congelar la militancia hasta que se resuelva la investigación judicial; Van Rysselberghe, en tanto, ha sostenido una postura contraria, misma que ha mantenido la actual dirigencia del partido, en cuanto a que este ha sido un problema que ha afectado transversalmente a la clase política y que, por lo tanto, no congelaría la militancia a quienes estuvieran involucrados.

La postura de la senadora es coincidente con su situación actual, ya que sólo la semana pasada se supo, a raíz de una publicación del diario electrónico El Mostrador, que ella estaría siendo investigada como imputada, por la fiscal Ximena Chong, por una boleta supuestamente falsa de 9 millones de pesos para su campaña senatorial.

También existe un matiz en lo que dice relación con el candidato presidencial. Mientras la senadora ha sostenido que no es partidaria de las candidaturas testimoniales, lo que se entiende como un respaldo implícito a la candidatura de Sebastián Piñera –la figura del sector con mayores probabilidades de volver a La Moneda-; el diputado, en cambio, insiste en que sería bueno que el partido tuviera un candidato que defendiera la identidad de la UDI en la primaria del 2 de julio de 2017.

Otra de las novedades de esta elección de la UDI es la implementación del voto electrónico en el lugar de votación, lo que para algunos genera dudas, puesto que la empresa encargada de implementar el sistema es la misma que lo hizo en las elección internas de la ANEF, que tuvieron que ser aplazadas por problemas con el sistema. Aunque también está el fantasma de la baja participación, como en otros casos, se espera que en esta elección voten entre 7 mil u 8 mil militantes y que el sistema de votación electrónica aumente la participación. En la oportunidad también se elegirán las directivas y consejeros regionales y directivas provinciales.

La favorita

El debate al interior de la UDI ha sido intenso. Ambas candidaturas debieron recorrer el país, a lo que obliga la nueva fórmula de elección en que todos los militantes podrán sufragar directamente para elegir a la nueva directiva en las cerca de 140 mesas instaladas a lo largo de todo el país.

Sin embargo, en los pasillos de la casona de Suecia #286 se da como favorita la lista encabezada por Van Rysselberghe, pues se comenta que está siendo apoyada por los "coroneles" y el establishment del partido. De hecho, en la primera vicepresidente lleva al senador Juan Antonio Coloma, quien fuera dos veces consecutivas presidente de la tienda. En ambas ocasiones debió enfrentar una elección interna con el entonces diputado del partido José Antonio Kast. También ha recibido el respaldo público de importantes figuras de la colectividad.

También la acompañan en este desafío en las otras dos vicepresidencias, la senadora Ena von Baer y el diputado David Sandoval. En la secretaría general Pablo Terrazas, en la pro secretaría Viviana Paredes y en la tesorería Macarena Santelices.

Mientras que la carta fuerte de la lista de Bellolio, en la primera vicepresidencia, es el ex timonel –quien asumió después de Jaime Guzmán-, el diputado y ex subsecretario de Hacienda de Sebastián Piñera, Julio Dittborn. Y en la secretaría general se mantendría Guillermo Ramírez, quien ha estado en el cargo en la actual directiva. En las otras vicepresidencias acompañan a Bellolio, Félix de Vicente y Hortensia Mora; en la pro secretaría Carolina Lavín y en la tesorería María Angélica Silva.

A la nueva directiva, cuyo mandato se prolongará entre 2017 y 2019, le corresponderá el desafío de intentar volver a La Moneda y definir si para ello levantará un candidato para competir en las primerias o se inclinará por respaldar definitivamente a la carta favorita del sector, el ex mandatario Sebastián Piñera, tal como lo hizo en 2009 cuando la UDI acordó sumarse a la candidatura de Piñera.

Algunos interpretan que si en esta elección se impone Van Rysselberhe, uno de los primeros efectos es que lo más probable que ocurra en materia presidencial es que el partido no levante una candidatura propia, sino que se incline por apoyar a Piñera. Ello a partir del hecho de que la propia senadora se ha mostrado contraria a las candidaturas "testimoniales".