Por Claudia Betancourt Muñoz
Las últimas semanas del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, han sido intensas. Los reportes de aumento en los índices de delincuencia han puesto a su cartera en el foco de las críticas. Las altas expectativas que se generaron en la campaña presidencial y luego a través del Plan Chile Seguro, no han sido cumplidas. Es difícil que la meta propuesta, de reducir la tasa de victimización de 33,6% en 2009 a 29% en 2013, y disminuir en 25% los delitos en espacios públicos, pueda cumplirse.
Sus ataques a fiscales y jueces, endosándoles la responsabilidad en estos negativos resultados tampoco han sumado a su labor. Esto, aunque algunos en Palacio, afirman que la gente si apoya estos reproches porque percibe también graves falencias en la aplicación de justicia.
Las más duras son las críticas políticas, que lo acusan de falta de liderazgo, de no dirigir el gabinete de ministros. Sus detractores son enfáticos: su ausencia en la discusión presupuestaria es una prueba clara de esta carencia.
- Se le critica que está dedicado más a las labores de seguridad ciudadana que a liderar el gabinete...
- Cada ministro del Interior tiene su estilo. Yo tengo una premisa: yo hago, voy o estoy en los lugares donde siento que pueda realmente ser más eficiente.
- Y según esa premisa, como jefe de gabinete ¿no debería haber estado más comprometido en la discusión del Presupuesto?
- Francamente, estar presente en la discusión de presupuesto donde está el ministro de Hacienda, la directora de Presupuesto y ministros sectoriales, que conocen muy bien las necesidades presupuestarias de su cartera, a mí me parece que no es el lugar donde el país necesita que esté su ministro del Interior. Podría instalarme tardes enteras, comodamente acompañado del aire acondicionado y del buen café del Senado, donde además, se bloquea el celular, por lo tanto, uno está excusado de llamar o de responder llamados y se genera por lo tanto, un período de descanso que podría perfectamente tomar.
-¿Y cuál es el lugar en que el país necesita que esté el ministro del Interior?
- El lugar es estar actuando como jefe de gabinete. Es decir, colaborando con cada uno de los ministros en la solución de sus problemas cotidianos, estar ocupado del gobierno interior del país, y eso para mí es una preocupación fundamental. Por ejemplo, Calama es una zona donde tenemos una mesa de trabajo, una zona deprimida y contaminada que requiere de un gobierno eficiente que le da una luz a esa gran ciudad. Estoy preocupado de Lonquimay, de la Isla de Pascua, en fin. He recorrido el país entero visitando comisarias para saber las condiciones en que trabajan nuestros carabineros, construir nuevos retenes o comisarias donde se necesiten. Quizás esas son labores que lucen menos, pero son más importantes que estar sentado escuchando una discusión de presupuesto.
- Además del Presidente Sebastián Piñera ¿quién lleva el liderazgo político en La Moneda?
- El jefe político de La Moneda además del presidente, es el ministro del Interior, soy yo, y no le quepa duda que ese cargo y ese rol lo ejerzo con mucho placer y mucho respeto por los demas ministros. Y lo ejerzo porque es lo que me corresponde hacer. Tengo una forma y un estilo de trabajar, voy estar siempre donde más me necesiten, no donde más se me vea, y creo que eso en definitiva le hace bien a la política y al gobierno. Los excesos de protagonismo no son buenos, especialmente en política.
- ¿Quién peca de exceso de protagonismo?, ¿Algún ministro en particular?
- No, hay políticos que lo llevan. Da la sensación que al ministro del Interior se le pide un poco de exceso de protagonismo y yo le digo francamente, que en mí no lo van a encontrar. En mí van encontrar cada vez que me necesiten para trabajar en algo concreto, y así he estado. Hay muchas reuniones privadas con muchos parlamentarios de la Concertación que no se han conocido y que nos han permitido destrabar situaciones complejas e importantes.
- ¿Usted ha liderado estos encuentros privados?
- He estado conversando, liderándolas y convocándolas. Claro a lo mejor dicen ¿por qué no las doy a conocer? y de ese modo plantean una crítica a la jefatura de gabinete. Y no lo haría por una razón muy simple: porque cuando las reuniones son privadas, son privadas y se deben mantener privadas, aunque algunos me critican porque no voy a la reunión de presupuestos.
- ¿No le duele, que cada vez que se especula de un cambio de gabinete, se le mencione como uno de los que sale?
- Tiene razon, hay una suerte de predilección por criticarme y con honestidad le digo, que en los ratos de reflexión privada, ciertamente que duele, no lo voy a negar, porque al final del día yo soy un ser humano y por lo tanto, le estaría mintiendo si le dijera que los ataques permanentes, que considero injustificados, no duelen, duelen. Pero también hacer el trabajo con convicción y fortaleza y que es correcto, al final del día ni los que unos digan, ni lo que yo sienta, es lo que vale. Aquí hay una sola palabra en democracia que es la que sirve, y es la decisión y palabra del Presidente de la República. No voy a ser ministro, ni un minuto más, ni un minuto menos de lo que el Presidente de la República determine.
Realidad vs. percepción
- ¿Cómo responde a las críticas que señalan que su enfrentamiento con el Ministerio Público y el Poder Judicial buscan sólo subir en las encuestas?
- He tratado de enfrentar el tema de la seguridad con la mayor seriedad posible. Uno lo que tiene que tener en cuenta, cuando uno observa la dinámica política que se ha generado en torno a este tema, es que a partir de comienzos de 2011, nosotros por primera vez en la historia de nuestro país tenemos un Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Se creó una institucionalidad nueva y distinta que antes no existía y se le agregaron funciones y se le radicaron responsabilidades que antes estaban difusas. Por lo tanto, tendremos que acostumbrarnos que no sólo este ministro del Interior, sino todos los ministros del Interior que de aquí en adelante ocupen el cargo, tengan un posicionamiento en materia de seguridad ciudadana muy superior y mucho más denso y profundo que lo que tenían los ministros de Interior anteriores a que se dictara esta nueva ley.
- Una de las promesas del gobierno es reducir drásticamente los índices de delincuencia. Sin embargo las cifras siguen subiendo...
- En materia de seguridad ciudadana hay que distinguir realidad con percepción. Se dice muchas veces que la delincuencia sigue subiendo, ¿en qué se basa Usted para decir que la delincuencia sigue subiendo? y le aseguro que no tendrán como contestarlo. En el país tenemos un sólo instrumento de política pública para medir la delincuencia que se llama Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc), se realiza una vez al año, o se realizó durante 2010 y se dio a conocer a comienzos de 2011. La encuesta exhibió una reducción extremadamente significativa e importante en materia de delincuencia. Por lo tanto, esto que la delincuencia sigue subiendo es una tema sólo de percepción.
- ¿Cómo afecta la popularidad del gobierno el tema de la delincuencia?
- Se lo demuestro con una evidencia empírica. Las políticas antidelincuencia de la ex presidenta Bachelet nunca superaron el 13% de aprobación, y ella tuvo un 80% de aprobación ciudadana. Uno pudiera decir que no afectan tanto, pero lo relevante para mí es que para nuestro sector político, la centro-derecha, el orden público y la seguridad ciudadana es un tema muy relevante.
- ¿Es un tema relevante la disputa con el Fiscal Nacional?
- No tengo ningún problema personal con el Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, al contrario, durante el tiempo que he ejercido como ministro del Interior he tenido una relación apropiada, respetuosa y diría adecuada. Sin perjuicio de eso, claro uno tiene diferencias de opinión y las diferencias en política muchas veces se plantean en forma pública y en forma privada. Espero que esta discusión, que por lo demás siento que va a ir quedando atrás, de paso a un trabajo sobre la base de las legítimas posiciones que cada uno de nosotros tiene sobre esta materia.
- Dice que la disputa no es orden personal, sin embargo recibió en su oficina a un grupo de parlamentarios que proponen la destitución de Chahuán...
- Se entiende en el contexto que los parlamentarios tiene libertad para hacer sus planteamientos, que no tiene nada que ver que se reúnan conmigo. Ellos fueron autores de la ley que creó el Consejo de Seguridad Pública y manifestaron en su momento, la preocupación porque no se había concurrido por parte del Fiscal a esa reunión.