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Juan Gabriel Valdés: “Me preocupa que lo que transmite el gobierno no es claro”

Critica el énfasis del comité asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores que integra, dado que lo califica como un ente informativo más que asesor.

Por: Por Patricia Arancibia Clavel
 | Publicado: Viernes 1 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Juan Gabriel Valdés (64) estudió Ciencias Políticas en la Universidad Católica con post grado en Essex y Princeton. Está viviendo en Valdivia y sigue siendo un referente en política exterior. Ex canciller de Frei Ruiz-Tagle, condujo la misión de Naciones Unidas en Haití y como ex ministro forma parte del Comité Asesor del ministerio de Relaciones Exteriores. Socialista y hombre de convicciones, hoy es precandidato senatorial por la región de Los Ríos, donde su padre dejó profunda huella. Cordial y directo, no rehúye temas ni se frena a la hora de hacer críticas al sistema político que nos rige.

- ¿Cómo está actuando el gobierno en materia internacional, especialmente con nuestros vecinos?

- Considero que el gobierno tiene orientaciones correctas, pero las comunica de manera lamentable. Entraremos pronto en un período y terreno en el cual la visibilidad de lo internacional se va a hacer bastante estridente: en cuanto a La Haya, los alegatos que vienen en diciembre y la actitud que los otros países pueden adoptar o no adoptar respecto al debate en torno al límite marítimo de Chile, Bolivia, por ejemplo, serán temas que van a llegar a la opinión pública y el gobierno está siendo deficiente en su capacidad de comunicar cuál es su perspectiva frente a estos asuntos que vaya más allá de la banalidad de decir que queremos tener una muy buena relación con el Perú, que no queremos crisis con Bolivia y que estamos procediendo de acuerdo a los Tratados y el Derecho Internacional. Porque eso lo sabemos todos. No estoy pidiendo una transparencia total: las relaciones internacionales requieren de prudencia, moderación y reserva, pero lo que sí pido, es que no se genere un cuadro -como el que estamos viendo- en relación con las minas antipersonales en la frontera.

- ¿Qué debiera hacer Chile al respecto?

- Es un ejemplo de cómo se está tratando mal la situación. He visto reacciones nacionalistas que me preocupan, porque reflejan actitudes atávicas, que pueden ser mucho más serias en un cuadro de dificultad con el Perú. Es vergonzoso que luego de tantos años, aún no se hayan desactivado totalmente.

- Formas parte del Comité Asesor de ex ministros de RREE. ¿Has hecho ver tu preocupación?

- No se reúne hace 4 meses y no estoy dispuesto a decir que es un Comité Asesor. Es un Comité que es informado, pero no cumplimos tareas de asesoría en el sentido que seamos consultados y se debatan los temas. Creo que ahí hay un error y lo digo en un marco constructivo, porque el presidente de la República es quien conduce la Política Exterior. El Ministro de RREE debe tener el respaldo que merece en lo que está haciendo, pero para ello, es necesario que al menos las políticas que se están siguiendo sean comunicadas a aquellos que han acumulado un acervo de experiencias en estas materias, que son de Estado.

- ¿Qué debemos esperar que pase en diciembre con los alegatos en La Haya?

- Es de esperar que la defensa de Chile sea una defensa consistente, eficaz. Debemos entender que este tema no es sólo jurídico, también es un tema político. Las relaciones internacionales, no son un ejercicio jurídico e incluso, los fallos de los tribunales internacionales son y están cruzados por elementos políticos. Esto no quiere decir nada respecto a la neutralidad y el carácter profesional de quienes toman las decisiones, quiere decir simplemente, que como seres humanos que son, se ven cruzados por percepciones, prejuicios, ideas de quienes somos los chilenos. Yo he podido conversar con miembros del Tribunal de la Corte de La Haya, conozco a algunos de ellos y he visto como tienen opiniones sobre distintas cosas y países. Y cuando uno escucha que tienen opiniones sobre otro país uno se pregunta, por qué no la van a tener sobre como nosotros nos manejamos en el terreno internacional. Insisto que Chile tiene que desarrollar, una tarea comunicacional, de conversación con las Cancillerías en búsqueda de explicar nuestra postura, pero creo que estamos lento en eso y si está ocurriendo no lo sabemos.

- ¿Es posible que al final de todo el proceso, se termine en un conflicto armado?

- No, eso es imposible, está fuera de la historia, pero sí pienso que hay que evitar situaciones en las cuales las tensiones puedan convertirse en incidentes. Una frase mal dicha puede provocarlos y eso es necesario evitar y se puede evitar. Si empezamos a pincharnos recíprocamente, se provocan reacciones como hace poco vi en algunos parlamentarios que las considero excesivas. No es positivo que en ambos países se despierten sentimientos exagerados que no nos conducen a nada bueno. Chile y Perú tienen que mantener una relación positiva: somos y seguiremos siendo vecinos. Tenemos que construir confianzas, aunque obviamente la decisión de Alan García de armar este diferendo hizo retroceder todo lo que habíamos construido antes. Pero eso ya está, es pasado.

- Pero, hoy Perú está gobernado por un presidente reconocido por sus posiciones nacionalistas…

- Creo que Humala no ha terminado de definir su “perfil presidencial”. Partió como un hombre de izquierda nacionalista, pero es evidente que se ha movido a la derecha y ha llamado a gente más bien de sectores conservadores al gobierno. Sabemos que tiene su tradición militar, pero pienso que juega un papel positivo en América Latina. Tengo mucha confianza en su canciller, a quien conozco mucho. No cabe duda que es un firme y duro defensor del interés peruano, que es lo que debe ser, pero con él existe un diálogo positivo.

- ¿Qué opinas de la reciente Alianza del Pacífico que reúne a México, Colombia, Chile y Perú?

- Esa alianza estratégica tiene muchas lecturas y a mí me preocupa que lo que transmite el gobierno no es claro. Si lo que estamos haciendo es armonizar normas que estaban en el origen de los tratados comerciales que firmamos hace tiempo, no veo porqué insistir tanto y darle este carácter grandioso. Esto puede ser leído por la gente como acuerdos que están construidos en contra de Brasil y en contra del rol de ese país y Argentina en la región. No veo la utilidad de ello. La relación con Brasil es determinante para nuestro futuro y no me parecen estas opciones que algunos leen como ideológicas. El gobierno no lo declara así, pero al leer los análisis académicos de la región, en un 99% señalan que hay una opción ideológica de Chile de asociarse a países que tienen la misma visión de los mercados. El rol de los mercados en la economía y su versión hacia el Asia, es una presunción un poco “naïve”.

- Pero no cabe duda que China es muy importante como mercado para Chile y los países del Pacífico...
- Sí, pero decir que los países que tienen las ‘patitas’ en las aguas del Pacífico van a tener mejores relaciones con China que las tremendas entidades económicas que existen en América Latina, es un tanto ingenuo. Yo no digo que no sea un aporte para América Latina que los países del Pacífico se asocien, pero tengamos cuidado de informar suficientemente a la gente lo que estamos haciendo para que no se traduzca de ahí, que estamos en una opción ideológica poniendo una cuña en contra de otros.

- Y qué pasa con Argentina y su política económica proteccionista. ¿Cuánto nos está afectando?

- Los países tienen libertad para disponer de sus recursos naturales y desde ese punto de vista, un país como Chile, que tiene la ENAP bajo control estatal y ve que a su alrededor Brasil y Bolivia tienen su energía bajo control estatal, no debiera extrañarle que Argentina decidiera que el gas, constituye un factor determinante para su desarrollo estratégico y quisiera recuperar su control, más allá de la forma como lo ha hecho que puede merecernos todo tipo de críticas.

- ¿Crees que hay una tendencia en América Latina a desprivatizar los recursos naturales?

- Debemos leer lo que está pasando en el mundo. Admiramos y deseamos que siga desarrollándose la economía china, que tiene, por decir lo menos, una forma nacionalista de control de sus recursos naturales. Por lo tanto, la idea que en el mundo, la globalización va a seguir significando una suerte de apertura total a un cuadro de mercado, de disponibilidad de los recursos naturales que existen en el mundo en desarrollo, constituye a mi juicio una presunción ideológica, que no está siendo respaldada por los acontecimientos reales. Más que reaccionar ideológicamente tenemos que pensar qué vamos a hacer en el cuadro de crisis que se viene.

- ¿Significa eso que debemos repensar el modelo que nos rige?

- Lo que demanda es una reflexión muy profunda, estratégica de cómo queremos que se maneje el país que significa una discusión sobre nuestro desarrollo como sociedad y como Nación. Yo discrepo de fondo en cómo este gobierno está planteando las cosas, y también cómo la Concertación entró en caminos de los cuales habría que retroceder. Debemos volver a que el Estado desarrolle un papel mucho más claro y acabado del que ha tenido durante los últimos 20 años.

- Lo que está haciendo el gobierno en materia económica es profundizar una política de libre mercado e incluso ahora, llegando a arancel cero…

- Debemos mirar con mucha prudencia el tema de los aranceles. Nosotros necesitamos un mundo abierto porque hemos adoptado un camino en el cual el libre comercio nos conviene. En principio yo no estoy en desacuerdo con eso, sin embargo, lo que yo veo es que las tendencias no están yendo hacia allá, por lo tanto, hay que ser prudentes respecto de esta práctica.

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