A Ignacio Walker, presidente de la Democracia Cristiana (DC), le ha tocado duro. Su sector está viviendo momentos difíciles y ha tenido que ejercer todo su liderazgo no sólo para mantener “en fila” a su partido, sino para poner algo de orden en la desconcertada Concertación. Con clara voluntad de diálogo, en esta semana se planteó firme tanto en la Junta Nacional de su partido como en la reunión que mantuvo con sus socios del PS, PPD y PRSD. Está convencido que el rol de la DC es contribuir a articular posiciones políticas y construir puentes, rompiendo el hielo para abrir paso a acuerdos. Por ello puede llegar a entendimientos tanto con RN como con el PS, sin contradicciones vitales.
- ¿Cuál fue el objetivo de la reunión concertacionista de esta semana?
- Hacer un acto de confianza en Camilo Escalona, que es el nexo más reciente para dialogar con el gobierno. Él es el segundo hombre del Estado, lo elegimos con nuestros votos y la mayoría que tenemos en el Senado hay que ejercerla responsablemente, que fue lo que hicimos.
- ¿Como eje DC-PS, pudieron zanjar sus diferencias con el PPD-PRSD?
- Creo que sí, porque el acuerdo de diálogo se dio sobre la base del compromiso que la Concertación debe avanzar en una nueva mayoría social y política, concepto que acuñamos a fines de 2010. Nunca hemos creído que la Concertación es suficiente por sí misma, eso es evidente, pero desde la Concertación, sin renegar de lo que somos y de nuestro pasado. Todos queremos crecer, multiplicarnos, pero con coherencia. Llevamos casi 30 años de historia juntos si consideramos los años de la Alianza Democrática.
- Desde fuera se vio como una gran derrota a las posturas del presidente del PPD...
- No lo veo así. Ellos plantearon que no quieren desdibujar a la Concertación haciendo acuerdos de espalda a la ciudadanía, nosotros tampoco queremos actuar de esa manera, pero el punto es que nosotros somos partidos políticos, parlamentarios y nuestra función es justamente contribuir a ordenar y a tomar iniciativas, haciéndonos cargo de las demandas sociales, pero asumiendo nuestro rol.
- La conclusión fue que van a ir a dialogar con el gobierno sin condiciones, ¿estoy en lo correcto?
- Cuando uno va a dialogar, lo hace sin condiciones en el entendido que tampoco hay temas vedados.
- ¿Es la alianza con el PC lo que está dividiendo a la Concertación?
- Cuando nació la Concertación después del dialogo entre Aylwin y Almeyda el 88-89, podíamos distinguir claramente entre un socialismo democrático y un socialismo no democrático. Nuestro entendimiento fue con el socialismo democrático, que para todos los efectos, ha sido el PS renovado, el PPD y el PRSD. Entonces, eso fue muy nítido, fue el año de la Caída del Muro y no había que dar muchas explicaciones. El PC venía saliendo de su política de incentivar todos los métodos de lucha militar y paramilitar, la creación del Frente Manuel Rodríguez y era demasiado evidente que había un socialismo democrático y uno no democrático, una izquierda comunista y una izquierda no comunista. Hoy es menos claro porque por primera vez en 22 años, estamos todos en la oposición. Durante 20 años el PC fue oposición a la Concertación y ahora estamos del mismo lado, afortunadamente no en las barricadas. Nosotros queremos crear un espacio común de la oposición y yo mismo he incentivado eso, de ahí el hecho de llevar un candidato único a alcalde en todo Chile porque en 2008, perdimos Valparaíso, Estación Central, Recoleta, Rancagua, Penco, etc. por ir divididos. No vamos a tropezar con la misma piedra. Hicimos una tremenda propuesta como oposición sobre la Reforma Educacional y sobre la Reforma Tributaria, y no temo a seguir avanzando en esa línea.
- ¿Con el PC o sin el PC?
- Distingo entre tres planos: un acuerdo electoral, una política de alianza y una coalición de gobierno. De lo que hablamos es de un acuerdo electoral con el PC que además es por omisión, para elegir un candidato único de alcalde, eso me parece impecable. Distinto es la política de alianzas, el PC está en el Juntos Podemos y nosotros en la Concertación. Son domicilios políticos muy distintos. Ahora, una coalición de gobierno son palabras mayores que requieren otro tipo de conversaciones.
- En la tesis del PPD que la Concertación gire hacia la izquierda ustedes pierden fuerza…
- Se discutió que si a esta reunión debía ir el PC y nosotros pedimos que no fuera, porque el tema que teníamos que enfrentar era como Concertación. En relación a la tesis de la izquierdización, del giro a la izquierda, todas palabras de Quintana, yo siempre me he opuesto y no porque creamos que como DC quedaremos arrinconados, sino porque creo que esa fórmula es la mejor manera de ahuyentar a los sectores del centro político que nosotros estamos llamados a representar y que dieron el triunfo a Piñera. Así de claro: Piñera ganó por 220 mil votos, la mayoría de los cuales están en Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia y Ñuñoa. Fue ese sector medio -que está un poquito cansado de nosotros- el que le dio su apoyo, entonces es obvio que si izquierdizamos a la Concertación, será la mejor forma de subsidiar a la derecha, de regalarle una parte del centro político y de los sectores medios que no quieren un acuerdo con el PC. Es de sentido común y yo voy a insistir en ese punto.
- Pero el ´Girardismo´ está en otra lógica, incentivando más los movimientos sociales que los partidos...
- Girardi tiene una gran confusión. Cuando le preguntan cuál es la diferencia con Escalona, dice: “Escalona representa el mundo político, yo a las agrupaciones sociales”. ¡De qué está hablando, si él no está en una ONG! Él nunca ha sido líder de movimientos sociales, sino presidente de partido, diputado, senador. Está confundido de plano pues lo que nos piden los dirigentes de los movimientos sociales, como Iván Fuentes, es que hagamos nuestra pega como partidos, como parlamentarios. Con el PS hemos demostrado hasta el cansancio, que tenemos vocación de mayoría, de gobierno, no de oposición y aquí hay muchos que tienen más bien vocación de minoría y de oposición, que hacen una política testimonialista, que les cargan las transacciones y los compromisos. Para llegar a gobernar hay que hacer cesiones y aquí estamos frente a una tensión, no resuelta. El tema aquí no es de autoflagelantes o autocomplacientes, es entre los que tenemos un alto grado de convicción, y los que no lo tienen. A buen entendedor pocas palabras.
- ¿Cuáles son los acuerdos que la DC tiene con el PS?
- Tenemos dos declaraciones conjuntas. Frente a la negativa del PPD y PRSD de ir juntos en una lista de concejales, dijimos en noviembre que nuestra política de alianza es de centro-izquierda con el PS. Esa es la sustancia e implica lista conjunta de concejales que formalizamos en la Junta Nacional; acuerdo parlamentario, donde tenemos un compromiso y un candidato presidencial común surgido de una primaria abierta y vinculante del pueblo concertacionista. En abril ratificamos esa declaración, con un matiz: como se creó el Pacto PPD-PRSD-PC, teníamos que reafirmar este entendimiento DC-PS y allí surgió el término “mecanismos democráticos” aceptables para los dos partidos, en relación a las presidenciales. Eso lo definiremos después de las municipales, pero ya estamos claros con el PS de que lo lógico es que concursemos en una gran primaria de la Concertación, alrededor de junio próximo. No hay drama en esto.
- Pero el bloque de izquierda tendría la misma candidata de uds., ¿dónde está la diferencia?
- No nos precipitemos porque ciertamente el PS, algunos sectores del PPD e incluso de la DC, entienden que Bachelet la lleva y que ella debe ser nuestra candidata. Es un hecho de la causa, pero hay otros que pensamos que no podemos renunciar a priori al “premio mayor”, que hay que competir. El tema no es el candidato/a, sino qué visión de país, qué proyecto de futuro, qué programa de gobierno se impulsará. La DC tiene una decisión ratificada en esta Junta Nacional, de llevar un pre-candidato presidencial surgido de una primaria abierta y vinculante, que será a más tardar el 31 de marzo.
- Es decir, corren las candidaturas de Orrego y Rincón…
- Se elegirá el candidato DC por el pueblo DC en primarias y de ahí a las primarias con Bachelet, Gómez y eventualmente Lagos Weber, que se ha insinuado. Hoy no se pueden designar candidatos entre 4 paredes y la primera en entenderlo es Bachelet, que a propósito, nunca se ha pronunciado.
- Pero su carta a la Junta fue una clara señal. ¿Los pilló de sorpresa?
- Convengamos que no fue un saludo protocolar y eso es bueno porque no podemos poner la carreta delante de los bueyes. Tenemos que darle un contenido a la candidatura de la oposición o de la Concertación desde el punto de vista programático y los tres aspectos que ella plantea: Reforma Educacional, Tributaria y Política, son los tres puntos que planteé en mi discurso inicial. Entonces hay coincidencia programática, porque esos van a ser los tres ejes de la discusión presidencial del próximo año, más el tema de energía, descentralización, de derechos laborales, y recursos naturales -agua y litio- que están emergiendo.
- ¿Y por qué crees que usó la Junta DC como plataforma para explicitar sus planteamientos?
- Creo que para ella es evidente que hay que fortalecer a los líderes de la Concertación.
- ¿Y hacer un llamado de atención al PPD y a sus posturas rupturistas?
- No creo que ese haya sido el sentido. Pienso que aún no ha tomado una decisión final, pero es evidente que ella sabe que como militante socialista y de la “familia militar”, tiene un claro sentido del deber. Su capital político nos pertenece a todos y hay que cuidarlo, como también el de los otros ex presidentes. Ella tiene un liderazgo completamente vigente y si está mostrando sus cartas, en buena hora. El primer semestre del próximo año será de competencia.
- Pareciera que la DC ya se allanó a su candidatura…
- Con fuerza, con convicción, la DC tiene que llevar un candidato propio si o si. No sé en qué tono más claro decirlo.
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