Eugenio Guzmán: “Si no hay respuesta para estas visitas, mejor no hacerlas”
El sociólogo analiza el encuentro que considera más un “guiño” que un “giro” en la política que ha sostenido el gobierno en relación al mundo empresarial.
- T+
- T-
Pese a que viene recién llegando de Hong Kong, el sociólogo y decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Del Desarrollo (UDD), Eugenio Guzmán, está absolutamente al tanto de la contingencia político-económica nacional. Más aún, desmenuza con agudeza los últimos pasos dados por el gobierno en un renovado encuentro con el mundo empresarial.
- ¿La visita del presidente Piñera a la CPC implica un nuevo trato con los empresarios?
- No me atrevería a decir tanto. Lo que hemos visto en los últimos dos años son señales precisamente en la dirección contraria provocados por dos cosas reales como La Polar y el caso farmacias, y otros que estaban dando vueltas que generaron un ambiente anti-empresarial muy fuerte. Pero la reacción del gobierno frente a eso fue bastante más alineada o teniendo como propósito alinearse con el malestar que provocaban estas situaciones para ver si, tal vez, de esa manera mejoraba su popularidad. Ahí el gobierno, agregado otros factores como Barrancones, no hizo más que generar un ambiente más anti-empresarial que el que podría haber. Es decir, hay casos concretos, pero además el gobierno quiso ´desempresarisarse´, dejar una brecha muy importante entre lo que era y el mundo empresarial. Eso se fue radicalizando hasta la posterior llegada de Longueira al gabinete, que lo que hizo fue seguir incrementando esa brecha. Esto tiene su punto crítico con el tema de Endesa-Colbún. Siendo bien riguroso, el tema de la judicialización de los grandes proyectos no depende del gobierno, de lo que sí depende es del ambiente que se genera políticamente, y que puede hacer para no contribuir a que se encrispe más.
- ¿Pero puede ser considerado un giro?
- No tenemos ningún antecedente para decir que hay un giro, podría ser un guiño. Es decir, me voy a preocupar por ustedes, pero como políticamente era poco sostenible había que hacer algo similar con las PYME. Ahí hubo un error estratégico, porque si vas a la Conapyme y está en el ambiente las condonaciones de Johnsons, deberías haberlo tenido en cuenta.
- ¿Con este guiño, el gobierno renuncia a distanciarse de los empresarios?
- No creo, porque si bien las clases medias protestan en la calle, la forma de protestar entre comillas del mundo empresarial es invirtiendo menos o siendo más cuidadoso en los proyectos. Hoy las empresas están internalizando los efectos de la crisis, hay un ambiente muy inestable, y por lo tanto, el clima no es bueno. Sería poco razonable esperar que un gobierno como éste, de centroderecha, parta con un crecimiento de 6% y termine con otro porcentaje.
- ¿Podrá continuar con la defensa al consumidor?
- Creo que ha existido un error de pensar que defendiendo al consumidor no puedes defender el desarrollo económico. El gobierno perfectamente puede tener las dos políticas, no tiene por qué estar alejado del mundo empresarial. Se pueden hacer las dos cosas, la política es un poco de equilibrio y malabarismo.
- La Concertación, de hecho, lo hizo...
- Que mejor ejemplo que ese. Lagos llegó a ser considerado el mejor presidente para los empresarios.
- ¿Esta visita puede afectar la aprobación del presidente?
- Si el presidente está bien o mal en las encuestas es la percepción que tiene la gente de él, cuánta credibilidad o confianza tiene es algo que se fue deteriorando con distintas circunstancias -Chilevisión, el fútbol, Colo Colo, Lan-. Hay un tema de evaluación presidencial y por otro lado, de los gobiernos de derecha. A nadie le sorprendería que un gobierno de derecha hablara con los empresarios, por tanto, no creo que cosas como estas pudieran afectar significativamente su popularidad. Está en su límite, en el piso.
- En un escenario de crisis ¿no sería adecuado reunirse también con los trabajadores?
- No sé si se habrán hecho intentos, pero probablemente no han resultado. Por otro lado, la CUT está bastante debilitada, después del año pasado en que tuvimos movimientos estudiantiles bastante masivos, la CUT no fue capaz de juntar más de 9 mil personas el 1° de mayo. No sabemos si la CUT juntándose con Piñera pierde toda posibilidad de maniobra, por otro lado, tal vez el gobierno sabe que por esa línea no tiene mucha ganancia política.
- ¿Ir a la CPC puede que sea entendido como un gobierno que responde a presiones?
- De algún modo lo es. El punto de quiebre fue el tema Endesa-Colbún, los procesos son bien acumulativos. Lo cierto es que habría que preguntarse qué ministro ha estado diciendo ya es momento en que tenemos que hacerle un guiño al mundo empresarial porque tenemos una crisis ad-portas. La pregunta es si con una visita es suficiente.
- La próxima semana se vuelven a juntar...
- Nuevamente vamos a ver qué cosas concretas hay. Lo peor que puede ocurrir en esto es que finalmente pase lo mismo que con el supuesto proyecto que se hace cargo del acuerdo CUT-CPC, que finalmente no dejas conforme a nadie. Para bien o para mal, estas visitas generan expectativas, por lo tanto, tienes que tener claro comunicacionalmente cuáles son y tener respuesta, si no, mejor no hacerlas.
- ¿Era necesario que el presidente saliera de La Moneda?
- Creo que es para generar un efecto de fuerza, decir yo voy a ir y me voy a juntar con los empresarios para que entiendan lo que estoy haciendo. La pregunta es qué es lo que hay que explicar, porque los hechos hablan por sí solos.
- ¿Y si no se traduce en un anuncio concreto?
- Es otra visita más, entonces se va a transformar en hartas visitas. Puede ser interesante que ahora se dedique a visitar a todo el mundo, pero no sé que efecto pueda tener eso.