Por R. Carrasco / G.Cerda / P. OJEDA
“Me ha tocado participar con más de un gobierno y no me puedo quejar de que no exista una comunicación directa, franca y oportuna; incluso en este gobierno han sido varios los ministros que ya han estado en el consejo de la CPC”.
La frase pertenece al líder de la multigremial, Lorenzo Constans, y se refiere al clima de diálogo entre el Ejecutivo y los máximos líderes empresariales en días en que los cuestionamientos de los privados hacia la postura del gobierno en materia energética, se han evidenciado tal vez como nunca antes durante esta administración.
Pese a que en público el mensaje de cordialidad prima entre el gobierno y los empresarios, algunos representantes gremiales plantean que “las relaciones son buenas, pero podrían ser mejores”.
De hecho, un líder del sector afirma que “hay preocupacion en algunos empresarios ante la imposibilidad de reclamar con más fuerza, sobre todo en los gremios más chicos”.
Es que en los poco más de dos años de gobierno del presidente Piñera, los principales líderes gremiales han tenido un contacto fluido y directo con ministros para tratar diversos temas, más allá del diálogo que cultivaron con los presidentes Lagos y Bachelet.
“El estilo Juan Claro”
Fuentes gremiales explican que “hubo un cambio en cómo el empresariado se relacionaba con La Moneda y esto partió cuando Juan Claro asume la presidencia de la CPC en 2002 , y se apostó por la vía del lobby cuando existía algún tipo de conflicto. Esto fue manifiesto durante el gobierno de Lagos, sobre todo en las giras presidenciales”, cuenta un alto líder empresarial.
Hoy en día esa labor la ocupa el presidente de la Sofofa, Andrés Concha, quien en varias ocasiones ha sido mandatado a conversar con ministros a Palacio para plantear las preocupaciones del mundo privado.
Es más, luego del bullado episodio de Colbún por Hidroaysén, Concha llegó a La Moneda para reunirse con el ministro secetario general de la Presidencia, Cristián Larroulet. Si bien las versiones apuntaban a que la reunión era por otros temas, trascendió que el consejo de la Sofofa -que se realizó a la misma hora en que Colbún recomendó no continuar con el proyecto- le pidió al líder industrial representar su molestia por este hecho.
Pero también hay quienes han dado a conocer su molestia a nivel público. En esa línea, Carlos Eugenio Jorquiera, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) ha quedado continuamente marcado como el “díscolo” entre los presidentes de rama, dadas sus críticas públicas contra algunas decisiones que ha adoptado el gobierno.
Pese a ello, el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, explica que “el gobierno es un actor distinto y el empresariado debe adaptarse, lo que no quiere decir que tenga que asumir lo que el Ejecutivo quiera. Somos unos actores relevantes, uno de los motores fundamentales del país y tenemos algo que decir. Uno tiene que aprovechar los espacios de trabajo conjunto con el gobierno, al final hay que aplicar el dicho de que el que busca encuentra. Si los empresarios queremos que se conozca cuáles son las opiniones que tenemos en determinados temas -y que se tomen en cuenta- creo que en vez de quejarnos mucho, tenemos que ser propositivos y buscar los espacios, como en el fútbol”.
Temas pendientes
Desde una vereda distinta, el ex ministro del Trabajo, Ricardo Solari, plantea que aunque la actual administración sorteó bien “el prejuicio de ser un gobierno pro-empresarial”, advierte que “si van a ser capaces de promover alguna reforma estructural, que tenga un efecto que pueda ser entendido como negativo desde la empresa, está por verse, pero los signos en relación al cambio tributario -que hay que ver cómo se ajusta y cómo concluye- y las cosas pendientes en el terreno laboral, son dos cuestiones que podrían marcar una suerte de resumen de esta relación”.
Pero indudablemente también ha habido episodios en que la presión de los asociados gremiales ha pesado más que la buena relación con el gobierno. Un ejemplo de ello fueron las declaraciones del presidente de la Sofofa respecto al polémico proyecto de etiquetado de alimentos en que afirmó que la iniciativa es “mala y sólo contribuirá a asustar a la gente”.
Otro episodio lo vivió el hoy ministro de Agricultura, Luis Mayol, cuando en su calidad de presidente de la SNA debió sumarse a última hora a un paro convocado por Fedefruta y Asoex en junio de 2011, en que se emplazó al gobierno a conformar una mesa multisectorial para buscar soluciones para el agro.
En otras oportunidades han existido descargos puntuales de empresarios, como el ya comentado emplazamiento de la familia Matte a resolver consensuadamente las oportunidades en energía que ofrecerá el país y las críticas que realizó el empresario Gonzalo Vial respecto al manejo del gobierno en el “caso Freirina”. En ambos casos se deslizaron críticas al accionar del Ejecutivo.