Daniel Platovsky Turek (58) es reconocido por su alma liberal. Militante de RN, formó parte de la mesa directiva del partido del 2001 al 2004, haciendo collera con Piñera y Hinzpeter, cuando era difícil pensar que la centroderecha llegaría al poder. Independiente y franco a la hora de hacer juicios políticos, si bien es uno de los líderes del sector disidente del partido, reconoce avances y piensa que el gobierno está en lo correcto al intentar romper esquemas y abrirse a políticas que no representan necesariamente una visión de derecha clásica. Con la sencillez que lo caracteriza, nos recibe en su oficina para darnos su mirada actual de la política.
- ¿Es posible hablar de una sola derecha?
- No, como tampoco de una sola izquierda. El país está mucho más pulverizado, en términos que la sociedad tiene muchísimos intereses diferentes, como los temas ecológicos, de orientación sexual, los negocios, la educación sin lucro, etc., que son transversales y están siendo discutidos de manera abierta.
- ¿Cómo llegaste a la política?
- Entré a la vida pública cuando fui elegido presidente de la Cámara Nacional del Comercio, a fines del gobierno de Pinochet. Fui crítico respecto a algunas políticas económicas y bajo Aylwin participé en la política de acuerdos y convivencia con la CUT pues muchos pensaban que vendría una “cobrada de cuenta”. Al final, y gracias a un hombre que admiré muchísimo -Edgardo Boeninger- se logró que empresarios y dirigentes sindicales -entre ellos, Manuel Bustos, otro personaje de primera- nos sentáramos en la mesa y pudiéramos llegar a un muy buen acuerdo de convivencia. Ello cooperó a dar estabilidad e ir avanzando a una democracia más consolidada, dentro de un ambiente pacífico.
- ¿Y tu paso a Renovación Nacional?
- Un día me llamó Andrés Allamand para decir que estaban pensando en mí para la vicepresidencia del partido, cuando Sebastián Piñera se postuló a la presidencia y Hinzpeter a la secretaría general. Pregunté si me quitaría mucho tiempo y me dijeron que no… Allí empezó todo. Luego me concentré en la campaña de Piñera, pero esa vez perdimos.
- ¿Existen reales diferencias doctrinarias en la derecha, especialmente entre la UDI y Renovación?
- Creo que lo que más pesa es la historia de cada partido y ese punto no es menor. Renovación es más antigua que la UDI, tiene mucho más historia, más tradición. Algunos pueden decir que esa tradición es conservadora, pero está toda la raigambre liberal que se encontraba también en el Partido Nacional, su antecesor. Había allí diferencias profundas que se repiten en el tiempo. En la UDI, las diferencias internas siempre fueron menores y recién ahora se está produciendo una apertura y una mayor discusión entre conservadores y liberales. Si uno piensa en las generaciones jóvenes de diputados, tanto de uno u otro partido, se nota un denominador común: su visión de mundo es distinta, mucho más moderna, más abierta, más dialogante.
- Hay que dar paso a las nuevas generaciones entonces…
- Absolutamente. Hay que darles más espacios para que comiencen a tener roles participantes en la dirigencia de los partidos. Es lo que viene. Las nuevas generaciones tienen mayor capacidad de entender el nuevo mundo y no tienen la carga histórica de lo que fue la UP, lo que fue el gobierno militar o dictadura, como quieran llamarla.
- Pero mientras tanto, la derecha sigue enfrascada en sus peleas intestinas, sin mostrar mayores avances. ¿Es parte de su ADN?
- Las pugnas entre RN y la UDI las hemos vivido desde los inicios. No es nada nuevo y más aún en tiempo de elecciones. Se vivió cuando Piñera enfrentó a Lavín y se va a producir ahora cuando Allamand se enfrente a quien sea el candidato de la UDI. Y es que cada sector quiere entrar a la competencia y ganar, lo que genera roces, disputas. Cada uno quiere perfilarse y atraer el máximo de votos del electorado. Pero, no es más que eso, sin elecciones de por medio, el ambiente sería más tranquilo.
- Al final, el tema es quién tiene el poder…
- No sé, pero al final los partidos políticos están en esto justamente para llegar al poder y sacar adelante sus proyectos políticos sociales. Es legítimo y pasa lo mismo en la Concertación. Y es que la política hoy está pasando además por una crisis de representatividad que es mundial y que atraviesa transversalmente a todos los partidos.
- ¿Eso explica el surgimiento de los movimientos sociales de este último tiempo?
- Los movimientos sociales no son un invento del siglo XXI. Son parte del proceso histórico. No es que estemos viviendo algo distinto, sino, probablemente, algo más rápido y más masivo debido a la forma que hoy tenemos de acceder a la información.
- ¿Por qué los partidos han dejado de ser representativos del sentir ciudadano?
- Lo que a mi juicio está generando el deterioro de los partidos y falta de representatividad es el sistema binominal. El empate no es bueno cuando se tiene para siempre o se quiere perpetuar. Es cosa de observar los problemas para discutir el salario mínimo. Es un drama. No es bueno ni para el gobierno ni para lo oposición porque ninguno de los dos tiene los votos garantizados. Basta que uno se dé vuelta para que quede la escoba. Y la gente está sintiendo que este empate es sinónimo de inmovilismo. Hay leyes paradas que llevan más de 10 ó 15 años, sin que pueda avanzarse.
- Pero no se ha visto a Piñera poner toda su energía en cambiar el sistema. ¿Teme el veto de la UDI?
- Yo creo que es un tema que le interesa, pero a veces se tienen que poner por encima objetivos mayores como poder terminar su gobierno logrando realizar aquellas obras que tienen más consenso y son posibles de hacer. Queda poco tiempo y supongo que no quiere desgastarse en discutir lo que piensa que no va a poder realizar ya que le faltan los votos suficientes. No es sólo la UDI, algunos RN y de la Concertación tampoco quieren cambiar el sistema y como él es práctico, prefiere gastar sus energías en otros proyectos que pueden concitar apoyos. El presidente es práctico y está por una política de lo posible, no de lo imposible. Yo le encuentro razón, pero eso no quita que si en el debate los partidos se abren a una reforma del sistema eso se haga. Por suerte ya Renovación lo hizo, cosa que hace un año atrás era imposible. También lo está haciendo la Concertación y de pronto se puede llegar a un acuerdo cuya iniciativa, en todo caso, debe venir de los partidos y no del gobierno.
- ¿Es éste un gobierno de derecha?
- Nunca ha sido de derecha y por eso la Concertación, está tan desconcertada. No me cabe duda que lo que ha hecho el gobierno de Piñera no se lo imaginó nadie: ni la derecha ni la izquierda
.
En lo económico mantener las cuentas sanas con aumento del empleo. Ha sido un manejo económico excepcional y si bien nos estamos enfrentando a ciertos riesgos, se debe sólo a la situación externa. En lo social, el avance es enorme. Nadie se imaginó que este gobierno iba a avanzar tanto en aquellas materias en que la Concertación no pudo. Podrán dar miles de razones de porqué no pudieron, pero el hecho es que este gobierno sí pudo, se la jugó y eso es lo que ha desconcertado tanto a la Concertación.
- ¿Ves posibilidades de continuidad?
- Creo que la Alianza tiene una posibilidad de ganar las próximas elecciones y las tiene no yéndose más a la derecha. La DC y el PS también quieren irse al centro porque este es un país que no le gustan los extremos. Sea quien sea el candidato de la Alianza tendrá que seguir avanzando en mejorar nuestra democracia, mejorar la distribución del ingreso, dar más igualdad de oportunidades. Ese discurso ya no es monopolio de la Concertación, es también de nuestro sector y quien logre demostrar mejor la capacidad para hacerlo podrá ganar.
- ¿Quieres decir que la derecha se está izquierdizando?
- Quiero decir que Piñera rompió todos los esquemas y que eso le ha significado que dentro de un sector de la derecha más conservadora, consideran que se fue demasiado a la izquierda al plantear la reforma tributaria o el tema del lucro en las universidades. Ahí, él se la ha jugado como con el rol que ha tomado el SERNAC. ¿Quién se iba a imaginar que un gobierno “de derecha” iba a tomar como bandera la defensa de los consumidores? Algunos creían que sería el gobierno de los empresarios, pero éste ha sido el gobierno de los consumidores y lo ha demostrado. Estas medidas también han desconcertado a los conservadores de derecha, pero también a los de izquierda que ahora se preguntan ¿qué podrá hacer un nuevo gobierno de la Concertación? Ese es el drama que tienen.
- Dada así las cosas, ¿cómo entiendes que Renovación Nacional esté dirigido por un presidente más bien del ala más conservadora de la derecha?
- No me preguntes a mí, pregúntales a los militantes. Pero debo reconocer que se ha producido un cambio en la mirada. No sé si fue porque irrumpió con fuerza el grupo disidente para defender justamente lo que estaba impulsando el gobierno de Piñera y que el partido veía con reticencia. Hoy hay un avance.
- ¿En qué se manifiesta?
- Hace un año y medio, el partido decía no a la reforma tributaria, pero ahora la aprobó entregando un documento a Hacienda concordado con los parlamentarios después de un trabajo interno en el cual participé. Después tenemos la Ley Antidiscriminación, el apoyo al pre y post natal, al 7%. El tema más difícil era el binominal, considerado el fin del mundo, pero que ahora estamos discutiendo. Es cierto que todavía hay dos visiones dentro de RN, la de los diputados y la de la mesa directiva en su proyecto con la DC, pero ambas van dirigidas a un cambio y eso es un tremendo avance. Entre medio hay costalazos un poco duros, pero al final, siento que el partido ha cambiado su mirada y está más cercana a la del presidente y el gobierno.
-¿Qué rol ha jugado Hinzpeter en este cambio de mirada?
- Ha hecho un tremendo esfuerzo para abuenarse con la mesa directiva de RN y con Larraín y creo que hay que ayudar a que eso se consolide. Se ha sido injusto con él porque nunca fue el artífice de los disidentes, ni estuvo metido ni se le consultó nada. Esa fue una reacción espontánea nuestra. Hinzpeter está haciendo un trabajo muy positivo. Es un ministro político clave, porque no sólo conoce muy bien al Presidente sino que también cómo se mueven las cosas al interior de RN.
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