Cuatro meses después de ser derrotado en las elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, ahora secretario general de la entidad, repasa la conducción de Bárbara Figueroa al frente de la multisindical, la rapidez con que se logró el acuerdo de reajuste para el sector público y los temas de coyuntura.
Reconoce que la Central ha perdido convocatoria para poner en relieve los temas que le interesa plantear a los trabajadores y que es necesario para dar vuelta ese escenario. “El sindicalismo ha perdido fuerza y eso es algo que tenemos que revertir”, sentencia el histórico dirigente.
- ¿Esta es una nueva CUT? ¿Un actor social preponderante?
- Se esta haciendo un esfuerzo importante por posicionar los temas que a la CUT le importan y que sean parte del programa del próximo gobierno. Es claro que a la CUT no le da lo mismo quién gobierna Chile, a la CUT le va mejor con un gobierno más cercano, más amigo, pero tiene que tener cierta libertad, cierta independencia frente a cualquier gobierno, no debe comprometerse.
La CUT no va a ser parte del próximo gobierno, tiene que entrar a la pelea, no puede estar hipotecada por mucho que los partidos que lleguen a ese gobierno tengan militancia acá adentro.
- ¿Cómo ve que el desarrollo de una relación CUT - gobierno, en un eventual nuevo gobierno de la Concertación?
- La relación con un gobierno de la Concertación va a ser más conflictiva que con este, va a haber más espacios para movilizarse, más espacios para debatir y también tienen que dar más respuestas. La CUT será más puntuda de lo que fue y de lo que es con el gobierno de Piñera. Chile le va a dar otra opción a los gobiernos de centro-izquierda, les va a dar otra oportunidad a pesar de que en 20 años no hicieron nada, porque este gobierno se ha encontrado largo, el presidente no ha dado el ancho. Esta oportunidad se la van a dar por cuatro años y si no son capaces de hacer algo distinto la ciudadanía de este país lo va a mandar a la “cresta”, deben aprovecharla.
- ¿A qué figura ve liderando esa nueva oportunidad?
- No tienen ninguna otra que no sea Bachelet. Yo no soy hincha de Bachelet, pero políticamente no hay ningún otro candidato que tenga esa adhesión. Hay un fervor bacheletista que no sé cómo diablos ocurrió, si la gente compara a Piñera con Bachelet, dice cien veces Bachelet. Piñera ayudó al bacheletismo con su incapacidad y por haber bajado el nivel de lo que es ser presidente de Chile.
Las críticas del empresariado
- ¿Cuál es su opinión ante los dichos de Horst Paulmann respecto a que no dejan trabajar tranquilo al empresariado?
- ¿Qué significa dejarlo trabajar tranquilo? Significa que no cumpla las leyes laborales, que no los fiscalicen, que no le cobre impuestos, qué es lo que quiere este caballero.
- Y sobre la crítica en relación a la obstaculización de los proyectos y a que la política se antepone a los aspectos técnicos…
- Los empresarios son los que más quieren que se termine este gobierno, no porque los haya fiscalizado o no haya hecho nada, sino que por este gobierno, que fue el de ellos, no les facilitó las cosas para poder posicionarse como actores de la sociedad chilena, políticamente no se sienten representados.
- ¿El emplazamiento de Paulmann es pertinente?
- Paulmann es el que menos debería quejarse. Le han permitido de todo, le permitieron hacer ese edificio, le han permitido traer mercadería que nunca se investigó y que venía supuestamente para el terremoto, le han permitido instalarse en todo el país con sus supermercados y megaproyectos, y le han permitido alianzas entre empresas, comprar empresas, o sea Paulmann está hablando de lleno, a lo mejor cuando dijo eso había amanecido mareado de contar billetes.
La crisis de Freirina
- ¿Cómo ve la evolución del conflicto en Freirina?
- La forma más torpe de enfrentar un conflicto es andar echándole la culpa a otros y no asumir sus propias responsabilidades. La señora Matthei es especialista en esto, ella siempre tiene que andar mezclando el tema con la política del pasado. Aquí se abre un debate más de fondo, ¿qué entendemos por desarrollo sustentable? Porque la contradicción entre trabajo y medioambiente se está presentando en todo el país. Al gobierno del presidente Piñera lo peor que le puede pasar es mantener como vocera a Matthei.
Es poner a un pirómano a cuidar un incendio. ¿Qué vamos a hacer para adelante? ¿Queremos empresas? Sí. ¿Queremos exportar carnes o cualquier producto? Sí. Entonces, ¿qué le vamos a exigir a las empresas para que lo hagan y para que den trabajo?. Ahí esta la solución de este conflicto.