Seis claves para entender el quiebre del Frente Amplio
Con la renuncia del diputado Patricio Rojas a Unir este jueves, son cinco los parlamentarios que abandonan el Frente Amplio, además de la salida del partido Liberal del conglomerado. Los que se quedan, como los que se van, saben que solos no podrían gobernar y ahí está el principal punto de disidencia: si aliarse a la exConcertación o al PC.
- T+
- T-
Hay quienes sostienen que fue el mismo momento del nacimiento del Frente Amplio, el inicio de su fractura. Cuando se construyó el bloque en enero de 2017 se planteó como un pacto electoral para enfrentar las parlamentarias de ese año. En ese momento distintos movimientos y partidos se sumaron: Nueva Democracia, Izquierda Libertaria, Movimiento Autonomista, Izquierda Autónoma, Poder, Revolución Democrática, el Partido Liberal, el Partido Ecologista Verde, el Partido Humanista, Igualdad, el Partido Pirata, y el Movimiento Democrático Popular de Alberto Mayol, entre otros.
“Necesitamos los votos de ellos porque como funciona con sistema de listas hay que integrar todas esas fracciones”, fue lo que planteó en su conformación. La apuesta fue un éxito electoral. La integración de votos se tradujo en un 13% de los escaños: 20 diputados y un senador. Lo que nació como un pacto electoral se convirtió en una coalición política con “profundas diferencias internas” que, según la diputada RD Maite Orsini “generaban mucha tensión y dificultad para avanzar. El FA era una colectividad muy burocrática y nos demorábamos demasiado en tomar decisiones”.
El “reventón” fue cuando el 15 de noviembre de 2019 algunos miembros del FA firmaron el acuerdo por la Paz y una nueva Constitución: cinco de los partidos integrantes dejaron la colectividad. A esto se sumó la decisión del 30 de septiembre de no firmar el acuerdo para primarias con la exNueva Mayoría, y la baja votación del 29 de noviembre. Eso terminó por gatillar la salida del Partido Liberal -que lidera Vlado Mirosevic- del FA y las renuncias de los diputados Pablo Vidal y Natalia Castillo a RD y Patricio Rozas al movimiento Unir.
Las diferencias al interior del bloque, en simple, se resumen en la dirección hacia donde generar alianzas: si al centro con Unidad Constituyente (PS, PPD, PR, DC, PRO y Ciudadanos) -como proponían los liberales- o hacia el PC, como reconoció esta semana el diputado Giorgio Jackson. “El FA surgió como una alternativa a la tradición política de la exConcertación. Es evidente que ante la disyuntiva de pactar con la coalición que los representa o hacerlo con Unidad para el Cambio (PC), esto parece lo más natural”, dice el diputado Marcelo Díaz. Y agrega: “Es un error de Unidad Constituyente hacerle el favor a la derecha de pintar esta imagen de un FA izquierdizado”.
Orsini complementa: “Los que se salieron son sectores más conservadores. El proyecto que llevaríamos en 2021 con el PC y las organizaciones sociales es más amplio que el proyecto que llevamos en 2017 con los liberales. Efectivamente es más amplio hacia la izquierda, entonces que digan que nos estamos atrincherando, me parece que es una lectura equivocada”, agrega.
Sin embargo, no todos coinciden con ese diagnóstico. “El problema de los dirigentes estudiantiles universitarios, sobre todo de la FECH, es que cargan con el trauma de quién es más de izquierda: si Camila Vallejo con el mundo comunista o Gabriel Boric con el autonomista. Lo mismo con Giorgio Jackson: a él no le importaba parecer de izquierda, le importaba defender sus ideas. Hoy, en cambio, le importa verse a tono con la estética y la retórica del 18-O”, agrega una persona de oposición.
Si bien las caras más visibles del Frenteamplismo son Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Carlos Ruiz, Sebastián Depolo o la presidenta de RD Catalina Pérez, por estos días, liderazgos como el de Karina Oliva -que acaba de ganar la primaria de gobernadores de la RM-, cobran relevancia.
El presidente de Comunes, Jorge Ramírez, es otro que “pesa mucho” en las decisiones del bloque, así como los exPS Fernando Atria, candidato a constituyente por el Distrito 11, y Marcelo Díaz, precandidato presidencial -ambos de Unir- por sus experiencias políticas. Son “viejos sabios”, aseguran en el sector.
Aunque oficialmente el FA está a la espera de que Beatriz Sánchez comunique su decisión de ir o no de candidata presidencial, la periodista habría tomado la decisión desde hace más de un mes. Según fuentes del conglomerado, el lunes 26 de octubre -justo después del plebiscito- Sánchez habría anunciado a la mesa nacional del bloque que no se presentaría para las presidenciales 2021.
“Quiere ser constituyente”, asegura una persona que ha conversado con ella. “Tiene pena, porque sabe que el futuro del grupo depende de su eventual candidatura. Pero el FA que a ella le gustaba dejó de existir el sábado con la salida de los liberales”, agrega otra persona. De su entorno añaden: "Cuando exista una decisión, la anunciará públicamente".
La coalición estaría esperando terminar el diseño electoral presidencial para oficializar la noticia. La estructura contempla, hasta ahora, un cronograma que comienza en enero y febrero con la campaña de los precandidatos; una primaria ciudadana en marzo; y luego una primaria en julio con Daniel Jadue (PC).
El núcleo de hierro de Sánchez lo conforman Giovanna Roa (RD), candidata a constituyente por el distrito 10; el sociólogo Sebastián Depolo (RD) y Alejandra Lazo, periodista que antes veía la prensa de Giorgio Jackson y ahora del Partido Liberal.
“Me interesa mucho ayudar a llenar el vacío que hoy existe en la centroizquierda que no se ve representada ni con el FA, ni con Unidad Constituyente”, dice el ex RD Pablo Vidal. El parlamentario ha estado conversando con el Partido Liberal, y con la también diputada ex RD Natalia Castillo para “hacer algo juntos”. Esto implica crear un paraguas que aglutine al mundo independiente, no-conservador y bacheletista, que a su juicio hoy está abandonado.
“Nadie puede decir que Bachelet no era de izquierda. Pero jamás estuvo dispuesta a hipotecar la estabilidad del país. Es una persona profundamente republicana, y ese es el espíritu que queremos convocar”, dice el diputado. Y agrega: “Hay que hacer los cambios, pero aquí no vamos a arriesgar el crecimiento económico porque la gente no se puede quedar sin pega. No vamos a echar a la inversión extranjera del país, no haremos ninguna locura, vamos a hacer algo radical, pero responsable”.
Lo que tienen en mente es armar una plataforma que convoque a dialogar a personalidades como los escritores Jorge Baradit, y Francisca Solar; la presidenta del Colmed, Izkia Siches; los periodistas Pedro Cayuqueo y Lucía López y personas ligadas a la fundación Horizonte Ciudadano, como Xavier Altamirano, director ejecutivo, Paulina Vodanovic, presidenta, o la exdirectora ejecutiva Valentina Quiroga.
Desde el Frente Amplio, en tanto, aseguran que el bacheletismo es parte de su bloque. “Sin ir más lejos, nuestro único precandidato presidencial (Marcelo Díaz), fue ministro de la exPresidenta”, asegura un militante de esa fila.
“¿Y si la premisa de tantos analistas es errada, y al FA no le interesa ganar el próximo gobierno, sino el subsiguiente? ¿Y si Giorgio prefiere un segundo gobierno de derecha para así ser el protagonista a su vuelta de Londres? Más preguntas, menos afirmaciones,” tuiteó el socio de Criteria Research Cristián Valdivieso el miércoles.
Esta tesis -en privado- tiene asidero entre algunos militantes de izquierda. “Todos los análisis dicen que el FA no tiene candidato, por lo que en esta pasada les conviene arrimarse a un árbol como Daniel Jadue para que no les vaya mal en las parlamentarias. Al mismo tiempo está la expectativa de que la derecha administre una vez más el Gobierno de manera de que se ponga en evidencia la necesidad de un mandato claramente distinto para 2025”, señala Valdivieso. Y añade: “El escenario está muy líquido. Y la gran ganadora puede terminar siendo Pamela Jiles, porque apela a los mismos electores que Jadue y está subiendo en las encuestas”.