Por dentro

La trama familiar detrás de Isla Guafo

En agosto de 2017, Vittorio Noli Guzmán, uno de los herederos de la familia que históricamente ha sido dueña del territorio en Chiloé demandó a sus otros dos hermanos y familiares cercanos por habérsela vendido en 2013 al empresario Rafael Valdivieso en unos US$ 3 millones sin su participación. En 2019 consiguió bloquear cualquier nueva transacción en torno al lugar, cuya posible venta conocida a través de The Guardian generó polémica. Esta es la historia.

Por: Fernando Vega | Publicado: Domingo 4 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
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“En la isla no te corresponde ningún porcentaje, porque la mamá́ te dejó́ afuera”. Esa fue la frase que desató todo. Según Vittorio Noli Guzmán así fue como se enteró en 2017 de que sus hermanos Ana María y José Pablo habían vendido la isla Guafo, en 2013, sin su participación.

Y por eso se querelló hace tres años. El 4 de agosto de 2017, Noli Guzmán denunció ante el 30 Juzgado Civil de Santiago que tras conocer por su hermana menor que fue marginado de negocio comenzó a descubrir una serie de irregularidades en torno a esa transacción que lo dejó sin parte de su herencia. Las acusaciones han sido rechazadas y cuestionadas por sus familiares en un largo juicio que dura hasta ahora, por supuestos engaños que derivaron en la venta de esas tierras en 2013 al empresario Rafael Valdivieso -actual dueño de la isla-, contra quien también se querelló Vittorio Noli. 

La trama familiar expresada en varios tomos revela las transacciones en torno a la isla de topografía montañosa y pequeños valles que hace un siglo fue escenario de la caza de ballenas y que en las últimas semanas volvió a la fama, luego de que el diario inglés The Guardian alertara sobre su venta en US$ 20 millones en el sitio especializado Private Islands Inc. de Canadá.

La noticia movilizó al gobierno, activistas y políticos para apurar la protección de su ecosistema e impedir que alguien compre ese territorio. Se pidió que se la declare área marina protegida y hasta su expropiación. 

Pero la isla es enteramente privada. Y además carga con una prohibición de vender dictaminada en abril de 2019 por el mismo 30 Juzgado Civil de Santiago, debido a la pelea entre Noli Guzmán con sus hermanos, a la que se fueron sumando sus primos y tíos, además de Valdivieso.

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Según la querella, los Noli Guzmán recibieron los derechos de la isla tras la muerte de su madre Ana María Guzmán Astaburuaga en 2007. Ella había heredado esas tierras de sus padres José María y Olga, dueños del 25% de ese territorio de 202 kilómetros cuadrados, más de 71 kilómetros de costa, bosque nativo y una enorme diversidad de especies.

El otro 75% estaba en manos de las otras ramas Guzmán y 175 hectáreas corresponden a la Armada, que en 1907 construyó un faro en la zona de la isla denominada Punta Rica.

La madre de los Noli Guzmán había recibido además los derechos que le cedió su hermano Pedro Nolasco al fallecer, por lo cual era dueña de dos sextos del 25% del lugar. La llamaba “la isla de Pedrito” y en las conversaciones familiares ese tesoro natural siempre aparecía como una solución a los problemas financieros. Pero su decisión era que la venta ocurriese cuando ella ya no estuviera.

En 2007, meses antes de morir Ana María Guzmán Astaburuaga vendió en $ 20 millones todos sus derechos sobre esas tierras y un departamento en Providencia a sus dos hijos menores: Ana María (52) y José Pablo (55), en un acto que  el tercer hijo Vittorio (57), asegura fue un engaño a él y a su madre, entonces enferma y muy mayor. Y pidió anularlo.

En el proceso, el mayor de los tres hermanos Noli Guzmán asegura que se enteró por la prensa en 2008 que en la isla de la que siempre se hablaba en su familia se instalaría una carbonera de los socios de South World (SW), Paul Fontaine y Rodrigo Danús tras hacerse de las pertenencias mineras para explotar una superficie equivalente al 40% de ese territorio. 

Ese mismo año, Vittorio Noli supo que su tío materno José Alberto Guzmá́n Astaburuaga estaba dispuesto a vender su parte en la isla. Había contratado para la operación al famoso vendedor de islas sureñas Fernando Paredes Berger, un corredor de propiedades de Puerto Montt que tasó el lugar en US$ 8 millones. “La isla casi siempre ha estado deshabitada, cuesta llegar, pero es muy rica y prístina. Ha habido muchos interesados y su precio ha ido subiendo”, reconoce el agente inmobiliario en conversación con DFMAS.

Ese año el Servicio de Impuestos Internos tasaba la propiedad en el equivalente a casi US$ 900 mil. Hoy, lo hace en poco más de US$ 3 millones. 

Vittorio Noli es representado por el abogado Carlos Harms.

La decisión del tío de los Noli de vender su parte abrió la compuerta para que todas las ramas de la familia acordaran hacerlo en conjunto. Pero pasaron los años y nada se supo. Hasta que en 2013 el grupo completo vendió. Pero Vittorio Noli alega que nunca fue informado de eso.

“En algún momento Vittorio se intentó́ poner en contacto con su tío José́ Alberto, quien estaba gestionando la venta de la Isla. La respuesta de este tío, fue que Vittorio debía conversar el tema con sus hermanos, principalmente con Juan Pablo, quien representaba a la rama Noli-Guzmá́n, como herederos de doña Ana Guzmán,” se lee en la querella.

En 2013, sus dos hermanos junto a sus demás familiares vendieron todas sus posesiones en la isla a la firma Eguiguren y Compañía Limitada que pertenece al empresario Rafael Valentín Valdivieso. Es él quien figura hoy como el único dueño del lugar.

La venta se hizo el 16 de abril de 2013 y según la escritura además de los dos hermanos Noli Guzmán participaron todos sus tíos y las demás ramas de la familia Guzmán que ha sido dueña de la isla desde que hay registros públicos. Representaban el 100% de los derechos por las 52 mil hectáreas. La vendieron en $ 1.225 millones, unos US$ 3 millones de la época.

Actualmente, la isla figura en el Conservador de Bienes Raíces de Quelló́n a nombre de Rafael Valdivieso Ovalle, quien en este caso es representado por el abogado Jorge Schenke. 

En las páginas web del Servicio de Impuestos Internos y de la Tesorería General de la República, la propiedad figura con un avalúo de $1.944 millones y un pago trimestral de $2.466.810 en contribuciones.

En 2015 la isla se puso de nuevo en venta: US$ 15 millones.

El 20 de abril de 2019 el Tribunal ordenó paralizar todo tipo de operación de compra o venta sobre la isla a contar de esa fecha. La resolución ha sido apelada una y otra vez a lo largo de todo el proceso, ya que el reclamo de Vittorio Noli contra sus hermanos y el nuevo dueño de la isla equivaldrían como máximo al 2,77% de la propiedad.

Ese porcentaje es una de las razones por las cuales la defensa de sus hermanos y Rafael Valdivieso sostienen que el tribunal no puede paralizar las transacciones. “Vittorio José Noli Guzmán nunca ha sido dueño y es obvio que no ha tenido la posesión de la Isla”, responden y añaden que incluso si lo del engaño entre hermanos fuera cierto, solo tendría derecho a una parte del territorio insular y no a todo. Ni menos, a cuestionar a toda una familia.

La Isla Guafo llegó a manos de los Guzmán en  1938, cuando la familia de Victoria Fabres y Pedro Guzmá́n Ruiz Tagle la adquirieron. Posteriormente, el hombre vendió a su  hermano José María Guzmán Ruiz Tagle el 50% de sus derechos, o sea el 25% de todo el inmueble. Ese cuarto es el que después se repartieron los cuatro hermanos Guzmá́n Astaburuaga, entre los que figuraba la madre de Noli.

“El demandante ha sostenido que es coheredero junto con sus hermanos Juan Pablo y Anita María Noli Guzmá́n en la herencia de la madre común doña Ana Guzmá́n Astaburuaga y si fuera cierto, en esa virtud solo tendría derecho a una parte alícuota de dicha herencia, esto es a un porcentaje de las herencias comprendidas en la de la causante, en las que se incluye el bien raíz objeto de la acción reivindicatoria. No obstante, la acción no se detiene en la reivindicación de la cuota del inmueble que podría haber pertenecido a su madre, sino que comprende la totalidad de una especie comprendida en la herencia para lo que no tiene legitimación activa respecto de los demás comuneros que vendieron”, sostiene la demanda.

En estas últimas semanas la Corte de Apelaciones ha seguido tramitando el caso, debido la exigencia de Vittorio Noli de anular la venta. Su abogado, Carlos Harms explicó a Radio Biobío que “el año 2017 cuando don Vittorio se entera de esta situación, interpusimos una demanda civil para retrotraer esto, ¿por qué? Porque el tema de la isla pertenecía a la mamá, y al abuelo”, quien le habría comentado que quería que la zona se conservara lo más virgen posible.   

Mientras el caso se resuelve, el Estado está decidido a avanzar en su conservación. El ministerio del Medio Ambiente resolvió apoyar la solicitud de las comunidades mapuche-huilliches de la región para que la costa y e mar de Guafo sean reconocidos como un territorio colectivo de ellos. El jefe de Recursos Naturales y Biodiversidad de esa entidad, Juan José Donoso, dijo a DFMAS que “buscamos que, cumpliéndose los requisitos establecidos en ese procedimiento, se pueda avanzar en el establecimiento de la ECMPO (Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios) y de avanzar en la mayor protección de esa zona”. No detalló más. “Cuando tengamos certezas, hablaremos de instrumentos concretos y plazos”, sostuvo.

Guafo es reconocida como “sitio prioritario (terrestre) para la conservación de la biodiversidad” por el Estado ya que es donde van a alimentarse las ballenas azules y jorobadas, además de ejemplares de ballena franca austral que es una especie en peligro crítico de extinción. 

La isla también es el hogar de cientos de aves y es zona de desove para la merluza. 

Si el Estado ahora quisiera comprarla o expropiarla  deberá esperar hasta que el tribunal levante la prohibión de venderla que en 2019 consiguió Vittorio Noli, el desconocido heredero de la isla Guafo.

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