MinCiencia instala método que combina datos y participación para priorizar retos estratégicos

Una de las cruzadas de Andrés Couve, ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia), fue instalar la evidencia científica en la toma de decisiones de Cambio Climático. Hoy, en una línea similar, cuenta cómo el equipo de la Oficina Futuro de la cartera desarrolló un conjunto de metodologías para anticipar y priorizar desafíos y oportunidades en MinCiencia, sobre la base de “evidencia, datos y participación ciudadana”, afirma el ministro.

El modelo, que forma parte de los 150 iniciativas e instrumentos que construyó la primera cartera de Ciencia del país, busca “dejar la capacidad instalada en el ministerio para poder anticipar problemas y oportunidades con metodologías actualizadas y validadas en el ministerio, y por qué no, para otras reparticiones públicas. Y el segundo objetivo es, a partir de los desafíos, priorizar a cuáles se destinarán los recursos”, dice Couve.

Señala que los países que han logrado crecer, han orientado una parte importante de recursos a retos estratégicos. Y si bien en Chile ha habido intentos por establecer áreas prioritarias, “han fallado, porque no han tenido metodologías validadas, legítimas, reproducibles y permanentes en el tiempo”, afirma.

El modelo se desarrolló con una consultora, y abarca un conjunto de metodologías complementarias que permiten anticipar y priorizar problemas y desafíos.

Para construirlo, se basaron en métodos de otros países, los que tienen en común combinar el uso de evidencia -como encuestas, bases de datos, estadísticas, indicadores - y procesos participativos tradicionales, entre ellos, entrevistas en profundidad, talleres participativos y votaciones online.

“Lo novedoso es la combinación de evidencia, datos y participación, porque hoy en general, este tipo de metodologías aplicadas se orientan a talleres participativos, pero hace 10 años, las prioridades las decidía un grupo de 10 personas a puertas cerradas, esa es la razón por la cual fallaron”, señala Couve.

El trabajo dio vida a cuatro productos: el Manual I de Anticipación; el Manual II de Priorización, el Mapa Nacional: análisis del entorno de Chile -que recoge la evidencia recolectada y las referencias utilizadas- y un reporte final de la metodología aplicada.

Un insumo para la ANID

Con el fin de probar la metodología, se realizó un primer ejercicio para anticipar los problemas y desafíos del programa Fondos de Investigación de Centros de Áreas Prioritarias (Fondap) de la Agencia de Investigación y Desarrollo (ANID), que depende de la cartera, el que delineó cinco escenarios a 2050, 10 problemas y desafíos, y cinco áreas prioritarias.

El objetivo, es “proveer de insumos para orientar la toma de decisiones del próximo concurso Fondap, de los centros de excelencia en áreas prioritarias, que por su temática se acercan a la política pública”, dice el ministro Couve.

Primero se definieron escenarios de futuros alternativos a 2050, para lo cual identificaron y mapearon nueve “impulsores críticos de cambio”, los que trabajaron en una instancia participativa. Esta determinó cinco escenarios donde el país sigue igual, colapsa, se transforma, se adapta o regenera.

“Los escenarios sirven para evaluar la resiliencia de un problema, por ejemplo, del agua, y si este seguiría siendo prioridad si Chile sigue igual, colapsa o mejora, es decir, en distintos escenarios. Sirve para testear las prioridades y le da robustez a la decisión”, explica Couve.

Luego, a partir de los escenarios futuros se levantaron 10 desafíos y oportunidades y de ellos, se prorizaron cinco: Seguridad hídrica; transición energética; Desarrollo urbano sustentable y resiliente; Adhesión social y Salud y buen vivir.

El secretario de Estado indica que la prorización es necesaria porque los recursos y capacidades “son limitadas” y esto permite determinar en qué enfocarse primero.

“No somos muy buenos priorizando, por eso ha costado. Lo importante, es tener metodologías que puedan aplicarse de forma permanente en el Ministerio de Ciencia”, dice Couve.

Precisa que el método es “una recomendación de política pública”, que va a servir a la ANID, entidad que finalmente definirá las prioridades. No obstante, comenta que en una reunión programática que tuvo con el ministro de Ciencia entrante, Flavio Salazar, le habló de los objetivos de la Oficina Futuro, y “y ahí se planteó la tarea de instalar estas capacidades, la analizamos, le mencionamos que era algo que había que continuar y creo que fue muy buen recibida”, dice Couve.

Agrega que también habló el tema con la futura subsecretaria de Ciencia, Carolina Gainza, quien “se interesó muchísimo”. Ella participó en la instancias de entrevistas en profundidad del proceso, antes que supiéramos de su nombramiento”.

Los cinco desafíos y oportunidades para Chile a 2050

1. Seguridad hídrica: para la mantención de la vida humana y preservación de los ecosistemas.
2. Transición energética: hacia un modelo limpio y sustentable.
3. Desarrollo urbano sustentable y resiliente: para la vida humana y el ecosistema.
4. Adhesión social: para afrontar democráticamente los desafíos del presente y futuro.
5. Salud y buen vivir: una perspectiva preventiva para fomentar el bienestar.