Equipo de investigadores busca reducir el impacto ambiental del hormigón aumentando su durabilidad
Los investigadores de la U. de Los Andes y de la U. Católica, cerraron una alianza con las empresas Melón y Sika para desarrollar la innovación y comercializarla a partir de marzo de 2023.
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Un equipo compuesto por investigadores de la Universidad de los Andes y de la Universidad Católica desarrolló una innovación para aumentar la durabilidad, calidad y sustentabilidad del hormigón armado, lo que reduciría su uso y como consecuencia, el impacto ambiental de esta industria, que representa el 8% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel mundial.
El proyecto, desarrollado junto a la empresa Melón Hormigones y a la firma de aditivos para la construcción Sika, y financiado por un Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), está finalizando su primera etapa y en proceso de patentamiento.
Álvaro Paul, uno de los investigadores del proyecto, comenta que lograron desarrollar áridos livianos artificiales -material granulado que se utiliza como materia prima en la construcción-, los que redujeron eficientemente las presiones que se generan en el hormigón, como resultado de la hidratación del cemento.
"Desarrollamos partículas absorbentes que empiezan a generar agua de forma tardía internamente, lo que permite que el material se siga hidratando y que dure más tiempo y, por ende, sea sostenible, evitando las presiones causantes de deformaciones. Todo esto, con agentes porosos generados por nosotros, de una forma económica, que fuera transferible a la industria, y con mejora ambiental", explica Paul.
En relación al impacto ambiental de la producción, Paul afirma que "es bajo. De hecho, hay varios tipos de fabricación de este producto que evaluamos, y que las descartamos porque ocupaban muchos niveles de energía, como calentar las materias primas a 800°C, entonces iba por el lado contrario de lo que queríamos implementar".
Proyecciones
El investigador comenta que proyectan que la segunda fase comience en marzo de 2023, donde el equipo realizará estudios de implementación a escala real de la solución para iniciar su producción masiva.
Paul indica que la idea de trabajar con Melón y Sika, es que estas empresas se encarguen de la comercialización del hormigón sustentable "y recibir feedback sobre cómo se podría ocupar un producto de este tipo. Buscamos que las empresas no noten una diferencia con respecto a su proceso productivo, ya que sería el mismo tipo de preparación que ya utilizan", dice.