DF Lab Opinión Sostenibilidad / La transformación empresarial no está completa si no hay desarrollo sostenible
"Hace algunas semanas ocurrió un hecho que marca un antes y un después para el mundo del triple impacto y las Empresas B: Emmanuel Faber, el CEO de Danone fue removido de su cargo por el directorio tras siete años liderando uno de los gigantes mundiales de consumo masivo".
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Hace algunas semanas ocurrió un hecho que marca un antes y un después para el mundo del triple impacto y las Empresas B: Emmanuel Faber, el CEO de Danone fue removido de su cargo por el directorio tras siete años liderando uno de los gigantes mundiales de consumo masivo. Esto, después de las presiones de los accionistas, impacientes por un desempeño financiero menor al de sus competidores más cercanos en los últimos años.
La transformación empresarial hacia la sostenibilidad había sido un horizonte para Faber, destacado dentro de los líderes empresariales del mundo por impulsar una forma más sostenible de hacer empresa, reduciendo el packaging, desarrollando marcas saludables y tomando un rol activo a favor del medioambiente y las personas bajo el lema "One Planet, One Health".
Este hecho marca un punto de quiebre entre el decir y el hacer, ya que a pesar de que gran parte del mundo empresarial está convencido y pregona sobre un cambio de rumbo hacia una economía más amigable con el medioambiente y la ciudadanía, uno de los mayores exponentes del triple impacto fue abatido a manos de accionistas "de corto plazo", demostrando que el camino para lograr una empresa de triple impacto positivo es aún un camino difícil de recorrer hasta para los más grandes. Incluso cuando sabemos, según cifras del Institute for Business Value, que el 57% de los consumidores cambiarían sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental, y que un 71% estaría dispuesto a pagar un valor "premium" a marcas con sentido.
Queda la esperanza de que este caso sea una excepción a la evolución y transformación empresarial hacia un compromiso mayor con el triple impacto, un aprendizaje para todos los que vemos en las empresas un motor de desarrollo económico, social y ambiental. Y finalmente, un llamado a las empresas a conectar más con startups de impacto, a innovar con sensores internos pero también externos que impliquen una menor burocracia para desarrollar soluciones de impacto medibles, y económicamente rentables.