Startup costarricense de compliance instala en Chile su centro de operaciones para expandirse por Latinoamérica
Crearon una plataforma en base a inteligencia artificial para generar alertas de prevención de lavado de activos y fomentar las buenas prácticas corporativas.
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La startup costarricense de prevención de lavado de activos, gestión de riesgo operativo y de sistemas de compliance, Snap Compliance, acaba de abrir su oficina en Santiago con el objetivo de expandirse por Sudamérica con Chile como centro de operaciones.
Alex Siles, cofundador junto a Gabriela Herra, comenta que la firma nació en febrero de 2019 como “una respuesta a los problemas que tenían las empresas financieras para gestionar sus riesgos”, apuntando a integrar distintas funcionalidades en una sola plataforma.
Previo a fundar la startup, en 2008, trabajaron con algunas entidades financieras de Costa Rica en el área financiero-bursátil creando softwares a la medida. Con los conocimientos que adquirieron en esa industria, los ingenieros en sistemas decidieron especializarse en compliance.
“Si nos queríamos dedicar a esto teníamos que tener los mismos conocimientos que abogados o contadores y comenzamos a capacitarnos y estudiar para poner en marcha nuestro proyecto”, cuenta Siles, quien obtuvo un magíster en Compliance, junto con otros cursos especializados en el área.
El Google de la gestión de riesgo
Snap Compliance funciona mediante un software como servicio (SaaS, por su sigla en inglés) con el uso de la nube de Microsoft Azure como principal componente, además de inteligencia artificial y algoritmos. La plataforma permite generar hasta 50 tipos de alertas a clientes sobre varios factores, como exceso de límite transaccional u operaciones sospechosas.
Siles dice que quieren ser “el Google de la gestión de riesgo”, integrando una serie de ámbitos en una sola plataforma. Explica que buscan facilitar el acceso a la prevención de lavado de activos, apoyar la gestión de riesgo operativo y riesgo financiero, además de los sistemas de compliance. Este último aspecto, dice, responde a la ley de responsabilidad de personas jurídicas, “algo que muy pocas compañías conocen y que le podría generar daño”.
Entre los usos de la plataforma, el emprendedor comenta que, por ejemplo, en el caso de una fintech que capta un nuevo cliente, Snap Compliance se encarga de capturar la toda la información necesaria, generando un “riesgo de vinculación” con verificaciones de listas se sanciones internacionales y locales. Por medio de una integración con las plataformas de sus clientes logran identificar la matriz de riesgo del cliente, si está expuesta políticamente o si proviene de una actividad o profesión no financiera designada, además de generar las alertas de indicadores en base a las directrices de la Unidad de Análisis Financiero (UAF).
Otro de los usos está vinculado a la interacción con el cliente, mediante movimientos que deben ser monitoreados. La startup levanta la información de cada una de las transacciones y estas son verificadas para detectar posibles comportamientos inusuales -como operaciones sospechosas- que deben ser notificadas a la UAF.
Su modelo de negocio apunta a empresas de todo tamaño, pero especialmente a las pequeñas y medianas compañías que requieran implementar buenas prácticas de gobierno corporativo y de gestión de riesgo operativo, con un pago mensual por uso en base a la cantidad de clientes que se deba monitorear.
Los clientes provienen del sector financiero, como bancos, cooperativas de ahorro y crédito, financieras, fintech y aseguradoras.
Debido a que no todas las empresas cuentan con una unidad de compliance u oficial de cumplimiento, Siles señala que brindan un acompañamiento para que logren incorporar el servicio que ofrece la startup.
La meca de la innovación
Siles comenta que desde 2018 “soñaba” con llegar a Chile. “Lo veíamos como la meca de la innovación y tiene toda la infraestructura que necesitamos para ir mucho más rápido”, dice, agregando que “queremos transformar la gestión de riesgos en Latinoamérica, y debíamos arrancar desde un lugar que nos dé las condiciones para poder hacer eso y ese país es Chile”.
A principios del año pasado fueron seleccionados en el programa Growth 3 de Start-Up Chile y comenzaron a hacer las gestiones legales para instalarse en el país.
Recientemente abrieron una oficina en la comuna de Las Condes, y están contratando personal comercial y de desarrollo. La idea, cuenta Siles, es recibir todas las solicitudes y ofertas desde Chile como centro de operaciones hacia el resto de la región.
Para concretar la llegada al país levantaron US$ 400.000 en una ronda de inversión pre-semilla liderada por los fondos Vulcano, Devlabs y la costarricense Caricaco.
Este año buscan llegar a 500 empresas con su solución. En ventas proyectan trepar a un 300% comparado con 2022.