La unión del cono sur en la carrera por el litio
Por Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile
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El Gobierno tiene entre sus objetivos a nivel minero y energético el aumento de la producción de litio para pasar de las 100.000 toneladas actualmente a las 230.000 toneladas en 2025. Este mineral ha cobrado una enorme relevancia a nivel internacional en las industrias del aluminio, salud, sistemas de aire acondicionado y control de humedad y el desarrollo de baterías de litio, siendo estas últimas clave en el funcionamiento de autos eléctricos y que según el último informe del banco de inversiones UBS, su fabricación costará lo mismo que los modelos dotados con motor de combustión interna en el 2024.
En este contexto, Codelco recientemente recibió la aprobación para la exploración del Salar de Maricunga en Copiapó, marcando uno de los hitos más importantes con relación a la explotación de litio en el territorio nacional. Por primera vez una empresa del Estado comenzará una exploración y posible explotación de este mineral.
A esto tenemos que sumarle el acuerdo de la Empresa Nacional de Minería (Enami) con empresas internacionales para poder explotar los salares nacionales Infieles y Aguilar -ubicados en la Región de Atacama- y los convenios con empresas internacionales tecnológicas para que Chile pueda subir en la cadena del valor, llegando a la fabricación de las baterías de litio.
Todas estas iniciativas son muy cruciales en la carrera para ser un referente mundial, no obstante, existe la necesidad de que Chile, Bolivia y Argentina cuenten con un plan estratégico ventajoso entre naciones, acorde con los tiempos actuales y enfrentándose adecuadamente a la presión de cumplir con mercados extranjeros y el desarrollo de la tecnología y energías más limpias y sustentables.
Si se unen estos países del cono sur para generar un hub o un ecosistema del litio y de baterías para coches eléctricos, se podrán conseguir mejores precios para desarrollar la infraestructura necesaria que permita la fabricación de estas pilas y atraer a inversionistas y grandes fondos a esta región. También serán necesarias medidas de protección tal como las grandes potencias velan por sus ventajas compartidas. Esta triple alianza no es compleja, basta mirar lo que hicieron los países árabes y la receta está hecha.
Chile tiene todas las oportunidades para convertirse en una potencia de la industria del litio y del desarrollo de baterías, de cumplir el sueño de pasar de ser un país exportador de materias primas a una nación exportadora de tecnología, factor fundamental en la electromovilidad y en la carrera hacia un planeta más verde y menos contaminado por combustibles fósiles.