Paula Alvear y Cristina Cornejo querían emprender con productos sustentables. Con esta meta, viajaron a Vietnam con la ayuda de la Cámara de Comercio Chile Vietnam con la idea de encontrar a un emprendedor que creó una bombilla ecológica “en un pueblito donde había generado toda una pequeña industria de producción”.
LLegaron a la Provincia de Long An, donde el producto ya era conocido, porque se realiza con Lepironia, un vegetal local. “Es una especie de pasto largo que crece en pantanos y que se usaba ancestralmente en el pueblo y hasta hoy, para hacer platos, bandejas y los sombreros típicos vietnamitas”, explica Alvear, quien vio en la planta una oportunidad frente al proyecto de ley que prohíbe los plásticos de un solo uso en Chile, como bombillas.
El plan era traer un millón y medio de unidades en dos tamaños para adaptarlas a los bebestibles del comercio local. Sin embargo, con la crisis sanitaria, el panorama se hizo difícil y tuvieron que cambiar los planes.
“Inicialmente el embarque llegaba en mayo, en plena pandemia, pero tuvimos que ajustarnos al nuevo escenario, porque nuestro mercado objetivo son hoteles y restaurantes. Negociamos con el proveedor y retrasamos toda la estrategia. Finalmente llegaron a fines de septiembre”, cuenta Alvear.
Compostable
Comenta que una de las particularidades del producto es que es compostable.“Su material crece en agua y al tomar contacto con el líquido se humecta, siendo más firme que otras opciones. Es compostable bajo cualquier condición, y toda su cadena de valor está bien remunerada, beneficiando el medio ambiente, el humano y el negocio”.
Alvear señala que las bombillas biodegradables ya están en cuatro restaurantes y adelanta que la meta a corto plazo es ampliar la oferta de productos elaborados en base a Lepironia. Ya están en conversaciones con el proveedor y realizando pruebas. “Hemos pensado en platos que puedan tener resistencia para transportar alimentos y bandejas”, afirma.