ONU identifica los incendios forestales como una de las tres amenazas ambientales “inminentes”
La contaminación acústica y la alteración de los ciclos vitales de los animales y plantas son los otros problemas a los que se debe “prestar una mayor atención”.
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El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) publicó ayer jueves la cuarta edición de su Informe Fronteras, en el cual identifica las amenazas medioambientales que se avecinan y que requieren “una mayor atención”: los incendios forestales, la contaminación acústica y la alteración de los ciclos vitales.
Este reporte se presentó durante la quinta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unea-5) y a semanas de que se presente el próximo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que abordará los impactos y cómo la adaptación puede ayudar a reducir la vulnerabilidad y gestionar los riesgos climáticos del planeta.
La directora ejecutiva de Pnuma, Inger Andersen, señaló durante la presentación del informe, que estos tres problemas ambientales “merecen la atención y la acción” de los gobiernos y del público en general.
“La contaminación acústica urbana, los incendios forestales y los cambios fenológicos son cuestiones que ponen de manifiesto la urgente necesidad de abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad”, dijo.
Incendios forestales
El informe indica que en promedio se quemaron 423 millones de hectáreas de la superficie terrestre entre 2002 y 2016, lo que equivale al área de toda la Unión Europea.
Los ecosistemas más comunes en quemarse son los mixtos de bosques y sabanas, mientras que el 67% del área global afectada está en África.
En el informe proyecta que las condiciones climáticas peligrosas “se volverán más frecuentes e intensas y durarán más tiempo”, afectando incluso áreas que no hayan tenido incendios previos.
Se estima, además, que los incendios forestales extremadamente intensos pueden desencadenar tormentas eléctricas, lo que podría iniciar más incendios.
Además de los daños a la salud humana a causa del humo y partículas, se estima que los cambios en los regímenes de los incendios conduzcan a “una pérdida masiva de biodiversidad”. Esto pondría en peligro a más de 4.400 especies terrestres y de agua dulce” y generaría contaminación de las fuentes de agua y el derretimiento de los glaciares.
Alteración de ciclos
El estudio advierte que el cambio climático altera los ritmos naturales de plantas y animales, lo que podría crear un desequilibrio.
Se proyectan cambios fenológicos -en las fases de ciclos de vida- en los cultivos, en respuesta a las variaciones estacionales, lo que sería un desafío para la producción de alimentos.
También alteraciones en los ritmos de las especies marinas, lo que podría impactar la productividad de las poblaciones y la actividad pesquera.