Líderes del G-20 rebajan sus ambiciones de "relegar el carbón a la historia" a una semana de la COP
Los diplomáticos prácticamente han renunciado a su objetivo de relegar el carbón a la historia y se están acercando a un plan más modesto para impedir que los gobiernos financien centrales eléctricas de carbón extranjeras.
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Los diplomáticos del G-20 prácticamente han renunciado a su elevado objetivo de relegar el carbón a la historia y se están acercando a un plan más modesto para impedir que los gobiernos financien centrales eléctricas de carbón extranjeras, según personas familiarizadas con la situación.
Con la crisis energética cambiando la dinámica de las conversaciones diplomáticas, varios países emergentes siguen oponiéndose incluso a este objetivo más pequeño, que el G-7 firmó en junio y China ya se ha comprometido a cumplir.
El Reino Unido e Italia, que han impulsado la agenda climática en las conversaciones internacionales de este año, esperaban conseguir una eliminación progresiva del carbón en su país y en el extranjero en el periodo previo a las conversaciones sobre el clima de la COP de este mes.
El G-20, que incluye a los principales emisores del mundo, preparará el terreno para las negociaciones de la COP en Glasgow (Escocia), que se han anunciado como una cumbre decisiva para frenar el calentamiento global.
La semana pasada, las conversaciones preparatorias del G-20 terminaron en un punto muerto, sin que se llegara a un consenso sobre el objetivo de conseguir cero emisiones netas o limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Incluso hubo algunos retrocesos desde el verano, según personas familiarizadas con el asunto.
Mientras los líderes del G-20 se preparan para reunirse los días 30 y 31 de octubre en Roma, la crisis energética que sacude a Europa y Asia ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad energética y los riesgos de renunciar a los combustibles fósiles antes de que las alternativas estén preparadas para suplirlos.
China ha ordenado a los mineros que extraigan todo el carbón que puedan; India pide más producción de petróleo, e incluso el Reino Unido está utilizando más energía de carbón. En Estados Unidos, los planes climáticos del Presidente Joe Biden están en peligro en el Congreso, lo que socava su capacidad de persuadir a otros para que realicen ambiciosas promesas verdes.
Los anfitriones del Reino Unido en la COP se han propuesto "relegar el carbón a la historia", y su presidente, Alok Sharma, afirma que es su "prioridad personal". Pero incluso en la reunión del G-7 celebrada en junio en Inglaterra, en la que los líderes se comprometieron a reducir las emisiones, no consiguieron llegar a un acuerdo sobre la eliminación progresiva del combustible fósil más sucio en el país.
Las negociaciones continúan, y todavía hay espacio para el compromiso. Según un funcionario, los diplomáticos están estudiando la posibilidad de incluir en el G-20 compromisos sobre el metano, un potente gas de efecto invernadero que está cada vez más en el punto de mira después de que EE.UU. y la UE forjaran una alianza para reducir las emisiones.