Credit Suisse alerta sobre los aportes de la industria de la construcción a las emisiones de CO2
Informe indica que el cemento y concreto son los materiales más contaminantes que usa la construcción. Plantea que el sector en conjunto, incluidas las cementeras, deben avanzar en reducir emisiones.
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La producción de cemento es la responsable del 7% de las emisiones globales de dióxido de carbono -Co2-, uno de los principales gases de efecto invernadero y causante del calentamiento global. Con esta primicia parte el reporte que realizó el banco suizo Credit Suisse, que junto con evaluar el impacto de esta industria en el cambio climático, propone vías y soluciones para avanzar hacia las cero emisiones.
El principal hallazgo del informe revela que, entre todos los materiales que se utilizan en el proceso de construcción, el cemento y el concreto -los más usados en el mundo por volumen después del agua- representan el 67% de las emisiones de los materiales y procesos de construcción.
Vanessa Quiroga, una de las autoras del análisis, alerta que el nivel de emisiones que genera el cemento en el mundo “es preocupante, porque a diferencia de otros procesos industriales, no se puede descarbonizar tan fácil o solo utilizando energía renovable”.
Explica que la producción de cemento se realiza con un proceso químico que emite carbono de manera natural, “y además como material de construcción, no es posible sustituirlo al 100% para hacer grandes obras como puentes y carreteras”, ya que los posibles sustitutos como madera y acero “no tienen la misma durabilidad del hormigón, su maleabilidad y facilidad de producción”, dice.
Dependiendo del país, el nivel de emisiones para desarrollar cemento varía. Según el informe, China produce un 58% del cemento del mundo y emite un 49% de las emisiones por este efecto. “En este caso, las emisiones van muy de la mano en la relación entre producción y emisión, siendo este el país más eficiente en ese sentido”, dice.
La industria cementera estadounidense, en tanto, es la menos eficiente en generación de emisiones de CO2/toneladas de cemento, “contamina más de lo que debería, porque solo fabrica el 2% de la producción mundial y aporta el 3% de emisiones”, afirma Quiroga.
La eficiencia en la producción, se explica por factores como la antigüedad de las plantas, las tecnologías aplicadas y el uso de combustibles limpios.
“Cuando usas combustibles alternativos, reduces de manera muy importante la huella de la planta. Y ahí, Europa es líder en usarlos en cementeras”, dice la experta.
Hacia las cero emisiones
Quiroga señala que la descarbonización de esta industria supone retos importantes, partiendo por la manera en cómo se mide la huella de carbono de los proyectos de construcción como viviendas, edificios u oficinas. “No se toma en cuenta la emisión de carbono de los materiales de construcción, solo se considera la emisión de la operatividad del edificio, el uso de la electricidad, lo que se puede mitigar con paneles solares y otras iniciativas limpias”, dice.
Una situación, que según Quiroga, deriva en que el sector no tiene incentivos para pagar por materiales más sustentables. “Esto es una sobre penalización a la industria del cemento por su contribución a las emisiones, cuando la responsabilidad por lograr la descarbonización debería ser de la industria de la construcción en su totalidad”, afirma.
El informe propone vías para avanzar hacia las cero emisiones. En primer lugar, Quiroga señala que para modificar la situación actual de contaminación, “se debe tener una responsabilidad amplificada hacia toda la industria. Y hacer a cada parte de la cadena de valor responsable por contribuir a la reducción de las emisiones”.
Plantea que es posible hacer cambios en la forma en que se produce el cemento, al modificar el componente principal -el Clinker- que es el mayor responsable de las emisiones, al reducir su concentración.
“Dentro de una tonelada de cemento, puedes reducir la concentración de Clinker añadiendo minerales que están en la tierra. Entonces, cuando mezclas estos aditivos con el Clinker, se logra reducir la concentración de este en un 20% o en algunos casos en un 40%”, explica Quiroga.
No obstante, el informe destaca que es clave que el sector público y el privado trabajen juntos. “Hay mucho que las empresas pueden hacer al invertir en sus procesos y tecnologías. Pero diferentes regulaciones y políticas públicas pueden hacer más atractivo el invertir en esto, especialmente cuando es difícil que una nueva forma de producir el material sea aceptada”, comenta Quiroga.
Señala que también se están desarrollando otras tecnologías para que sea el mismo material el que pueda capturar carbono y almacenarlo, “que es un tema súper relevante, ya que si también fuera posible que el cemento y el concreto empiecen a capturar el carbono que emiten, serían de los contribuidores más grandes a la reducción de emisiones en el mundo”, dice.