Biden celebra la aprobación en el Senado de su gran ley climática y fiscal
Contempla más de US$ 400 mil millones en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró la aprobación este domingo en el Senado del gran proyecto climático, sanitario y fiscal de los demócratas, que contempla inversiones por valor de miles de millones de dólares en energía limpia y bajadas en los precios de algunos medicamentos.
"Me presenté a las elecciones prometiendo hacer que el Gobierno vuelva a trabajar para las familias trabajadoras, y eso es lo que hace esta ley", defendió el mandatario en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
Biden agradeció también al líder de los demócratas en la Cámara Alta, Chuck Schumer, y a todos los miembros del Partido Demócrata su trabajo, y que fueran capaces de llegar a acuerdos y transigir.
"Ha requerido transigir mucho", aseguró el presidente, añadiendo que "hacer cosas importantes casi siempre lo hace".
El mandatario animó a la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen una amplia mayoría, a aprobar cuanto antes el proyecto para poder ratificarlo y hacerlo ley.
El plan climático y fiscal de los demócratas logró salir adelante en la Cámara Alta este domingo, donde los progresistas tienen una ajustadísima mayoría de un voto -el de desempate de la vicepresidenta del país, Kamala Harris, que ejerce también de presidenta del Senado-, tras una maratónica jornada de debate y enmiendas que duró más de 20 horas.
Fueron necesarios los votos de los 50 senadores demócratas y el de desempate de Harris ante la oposición unánime de los 50 senadores republicanos.
Ley de Reducción de la Inflación
La Ley de Reducción de la Inflación, nombre oficial del proyecto, contempla más de US$ 400.000 millones en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Supondría la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos. Sus partidarios estiman que servirá para reducir en un 40% las emisiones contaminantes del país desde ahora y hasta 2030.
Para financiarlo, los demócratas proponen un impuesto mínimo del 15% a las compañías con beneficios superiores a los mil millones de dólares, y reforzar la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evitar pagos, entre otras cosas.
Además, el plan permitiría que Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años, pueda negociar los precios de las medicinas recetadas.
La Casa Blanca espera que esto reduzca los precios de los medicamentos y ayude en parte a reducir las presiones de la elevada inflación, del 9,1% en junio, además de contribuir a reducir el déficit público.
El proceso
La Ley de Reducción de la Inflación, salió adelante gracias a la disciplina de voto de los senadores demócratas, que aguantaron una sesión maratoniana de más de 20 horas de debate y enmiendas en la que los republicanos trataron de forzar votaciones políticamente difíciles con la intención de echar por tierra el consenso progresista.
"Ha sido un camino largo y difícil, pero por fin estamos al final", dijo triunfal el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, momentos antes de comenzar la votación.
El proyecto salió adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15% a las compañías que ganan más de mil millones de dólares, gracias al apoyo de la senadora demócrata díscola Kyrsten Sinema, lo que hizo temer por el futuro del acuerdo.
También hubo algunas enmiendas del senador demócrata Bernie Sanders para tratar de escorar algunos de los aspectos climáticos y sanitarios del programa más hacia la izquierda, pero todas fueron rechazadas para mantener el proyecto lo más intacto posible y asegurar así el apoyo de todos los progresistas.
A pesar de la complicada tramitación, el grupo parlamentario logró mantenerse unido y votó al unísono a favor del plan, incluidos los senadores díscolos Sinema y Joe Manchin, cuyo reciente apoyo a la propuesta revivió un plan que se creía muerto hasta hace poco más de una semana.
El proyecto requería el voto afirmativo de todos los representantes demócratas para salir adelante, ya que todos los republicanos estaban en contra.
Los republicanos argumentaron que el plan solo servirá para aumentar la inflación, y que las subidas de impuestos acabarán afectando a las clases medias y trabajadoras más que a las grandes corporaciones.
La Ley de Reducción de la Inflación deberá pasar ahora por la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen una amplia mayoría, antes de aprobarse definitivamente.
La votación en el Senado es una gran victoria para Biden y para su partido, a apenas unos meses de que se celebren las elecciones legislativas de noviembre, en las que muchos auguran una pérdida de poder de los progresistas frente a los conservadores.