Mónica Echeverría: Una vida hecha película

Dos semanas de filmación, varias locaciones, un equipo de producción compuesto en su mayoría por mujeres, un director italochileno, más de 30 grados Celsius y protocolo sanitario Covid-19 ¿Cómo se llama la película? “100 años con Mónica”.

La idea de filmar una película sobre Mónica Echeverría vino del director Raúl Morales. Él nació en Chile, pero a los seis años partió junto a su madre y hermanas a vivir a Italia y volvió a nuestro país junto con el retorno de la democracia. Desde entonces su vida se divide entre ambos países aunque es en Italia donde ha desarrollado la mayoría de su carrera como director y documentalista, trabajando también para la RAI.

En 2013, cuenta Morales, luego de la muerte del arquitecto Fernando Castillo Velasco, comenzó a hacerse amigo de su viuda. Mónica Echeverría fue profesora, dramaturga, actriz, activista durante la dictadura y una de las fundadoras del movimiento Mujeres por la vida. También participó de performances junto al colectivo CADA y a partir de los noventa publicó libros como Antihistoria de un luchador (1993), Yo, Violeta (2010) y Háganme callar (2016).

El director de cine entabló una serie de conversaciones con Echeverría y llegado cierto punto comenzó a filmarlas. Ese diálogo duró seis años y se acabó el día de su muerte. “Yo buscaba describir la mirada de una mujer chilena importante, que ya iba hacia los 100 años. La película parte desde su infancia porque ella nació rebelde en el seno de una familia oligárquica. Es una historia que puede interesar no sólo al público chileno, también a un chino, a un africano o un europeo, porque la Mónica era así”, afirma Morales, sentado en una oficina de la productora ubicada en Avenida Condell donde están rodando.

El director de 100 años con Mónica, Raúl Morales. Fotografía: Rodrigo Stambuk Opazo. 

Al lado, en el set, se ve una escenografía con figuras geométricas que representan el “espacio de la nada, donde no hay referencia, ni cielo, ni sueño”, explica el director. Desde ahí la actriz Paly García interpreta un texto que representa los pensamientos de Mónica. Otra de las locaciones fue la casa de los Hermanos Carrera en la comuna de El Monte, donde utilizaron las bodegas de la casona patrimonial para representar el túnel de la vida.

100 años con Mónica

Morales hace un breve recorrido de esta mujer cuya vida estuvo marcada también por la historia del país. La película muestra su matrimonio con Castillo Velasco, fueron una pareja que funcionó al margen de los códigos sociales pero que se casaron a la usanza tradicional, apunta el director. En la vida se respetaron y quisieron mutuamente, agrega.

Cuenta que el año 50, cuando Mónica recibe una beca para estudiar un año en España, decide partir, dejando aquí a tres de sus hijos, algo que en esa época resultaba al menos revolucionario. “Vuelve porque le avisan que a su marido las amigas lo están cuidando demasiado bien”, confidencia el director. El golpe militar, sus dos hijos miristas en la clandestinidad, la muerte de Miguel Enríquez, entonces pareja de su hija Carmen Castillo Echeverría, son algunos de los episodios narrados.

“No todos los hechos aparecerán como una crónica, veremos representaciones oníricas sobre los sentimientos de una familia que acompaña momentos históricos. Eso es lo que más me gusta”, afirma Raúl Morales. Los textos de Mónica, los relatos de sus amigos y su propia voz fueron elementos que ayudaron a crear la película. Este filme docuficción, asevera, es un homenaje a una buena amiga. “Estuve a su lado hasta el último día. Ella era alegre y buena para conversar. Al final no podía hacerlo, y eso la deprimía. Pero siempre encontraba una solución”, recuerda.

“No la alcancé a conocer tanto, pero había leído sus libros y sabía perfectamente quien era. La conocí una vez por la Delfina Guzmán, ella me la presentó y por esas cosas de la vida las llevé de vuelta en mi auto. Iban con otras dos amigas y yo muerta de la risa con estas cuatro señoras que eran muy simpáticas y entretenidas. Ellas fueron de una generación muy insolente con su propia historia, muy revolucionadas y evolucionadas. Las adoré”, así recuerda Paly García su primer encuentro con Mónica Echeverría.

Más que encarnarla, aclara la actriz, se trata de una interpretación más poética. “Yo hago un nexo entre un momento histórico y otro. No es una biopic donde deba ser idéntica a ella”, agrega. Dice que la experiencia que ha disfrutado trabajar con Morales porque como director tiene claro lo que quiere. “La intención es que Chile y el mundo conozca a esta mujer tan singular y transgresora, que empujó cambios sociales y culturales con su accionar. A veces los iconos feministas son referentes super encumbrados, pero hay mujeres que hicieron otra entrada en la vida y que proyectaron a su entorno”, dice Paly sobre Echeverría.

Karina Jury, productora general de la película y directora de 17Films, complementa: “Mónica fue una mujer realmente libre, entonces las decisiones que tomó no fueron actos de rebeldía para ir contra el sistema, es lo que le salía natural”.

Karina Jury también es italochilena y vive entre Roma y Santiago. Allá conoció a Maura Morales, directora de fotografía e hija de Raúl, que está a cargo de la fotografía de 100 años con Mónica. Juntas trabajaron en Vera de Verdad (2020) y ya suman cuatro producciones y muchos proyectos por delante, comenta Karina. “Surgió esta amistad y se armó un grupo que funciona súper bien. Ha sido intenso filmar en dos semanas, utilizando muchas locaciones y ajustándose al protocolo sanitario, pero trabajamos con sinergia, como un solo cuerpo.

Tener a Raúl aquí es trabajar en familia”.  El equipo de producción en total son 27 personas de las cuales 20 son mujeres. Ese dato, dice la productora, es fundamental. “Mónica fue un icono feminista y al momento de comenzar el rodaje de la película -un día después que se cumpliera un año de su muerte- realizaron un acto simbólico de agradecimiento por dejarles contar su historia”. El director reconoce que toda su vida ha estado rodeado de mujeres, por lo que la cultura feminista para él es algo natural: “las mujeres mandan”. 

Para la realización de la película se ganaron un Fondart y un fondo Ibermedia. Al tratarse de una coproducción chilena italiana pretenden participar del circuito internacional de festivales. Además, agrega Karina, Morales es un director muy conocido en Italia y Paulina García, una actriz de categoría mundial. El sábado filmarían las últimas escenas de la película que muestran a Mónica manejando su Fiat 600 por una ciudad desierta. “Es 10 de septiembre de 1973 y ella presiente que algo va a pasar”.

Imagen del rodaje en la casa de Los Carrera en la comuna de El Monte.