Metaverso: usos y potencialidades en Chile
Francisco Guzmán, director de Claro empresas.
Claro Empresas
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A la hora de hablar de las tecnologías que prometen transformar la manera en que nos comunicamos, sin duda, el metaverso empieza a tomar cada vez más protagonismo. Es que la idea de tener una realidad alterna sin las limitaciones del mundo físico cautiva al mundo del entretenimiento, pero también al de los negocios.
De hecho, un estudio de Boston Consulting Group (BCG) proyectó que la industria del Metaverso tendrá un valor entre US$250 mil millones y US$400 mil millones al 2025. Este es un tremendo potencial de crecimiento para cualquier industria en este mundo virtual, que ya cuenta con cerca de 500 millones de usuarios a nivel mundial.
En estos espacios, más conocidos como M-worlds, algunos que destacan son: The Sandbox, Roblox, VRChat, Zepeto, Fortnite y la iniciativa anunciada por la matriz de Facebook, Meta. En ese sentido, las marcas no se quedan atrás, algunas como Hyundai y Warner han apostado por Roblox para crear espacios virtuales y otras como Coca Cola, Nike, Zara, Adidas y Gucci, entre otras han creado colecciones especiales para este nuevo espacio.
Estas empresas se han dado cuenta que el metaverso es un verdadero “place to be” y buscan potenciar nuevas líneas de negocio, además de captar nuevos consumidores y canales de venta a través de esta representación digital. De hecho, el mismo estudio de BCG explica que el metaverso ofrece a las empresas orientadas al consumidor la oportunidad de proporcionar nuevas formas de comprar, experiencias físico-virtuales, acceso exclusivo a eventos o conciertos de marcas, nuevas formas de obtener dinero y de interactuar con los demás, en comunidades construidas en torno a intereses particulares o áreas de exclusividad.
En Chile las empresas mineras, por ejemplo, están buscando entrar al metaverso, donde podrán realizar réplicas digitales de una mina y hacer diagnósticos o prevenir accidentes, además de capacitar y preparar a los equipos en entornos idénticos pero virtuales. Por otra parte, en el mundo de la pesca, se puede hacer un seguimiento desde el mar hasta el plato, y las personas podrán saber cada detalle de este alimento, desde el lugar de origen del pescado, y cómo se pescó.
Pero instalar una representación virtual de una empresa en el metaverso porque sí, no debe ser el objetivo final. Es necesario contar con una intención, una razón, ya que puede ser una herramienta transformadora para muchas empresas, siempre y cuando existan las potencialidades para poder manejar este punto de encuentro entre lo físico y lo virtual, y así convertirse en un valor agregado para el negocio.
Hay que ir más allá, salir de los límites e imaginar nuevos horizontes. Sin duda, es un territorio fértil para la innovación, que nos invita a seguir potenciando la conectividad y la alfabetización digital de las empresas. Esto a la larga puede promover nuevas oportunidades para muchas empresas, lo que les permitirá avanzar en su desarrollo a través de este nuevo ecosistema virtual.