La bomba de tiempo que presiona al sistema previsional en Chile y otras latitudes
Mientras las expectativas de vida aumentan y la tasa de natalidad disminuye, los ajustes de parámetros como la tasa de cotización y edad de jubilación presionan a los sistemas de pensiones. A este panorama se agrega la alta informalidad laboral como un problema en la región.
Por: María Paz Infante | Publicado: Lunes 11 de noviembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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E xisten múltiples factores que desafían a los sistemas previsionales en todo el mundo, siendo el demográfico uno de los que más se repite.
Mientras las expectativas de vida aumentan, se requiere financiar una pensión por más tiempo. De hecho, solo en Chile la expectativa de vida promedio creció en alrededor de 20 años desde que se creó el sistema de AFP, a comienzos de los ‘80.
Asimismo, a medida que la tasa de natalidad disminuye, habrá cada vez menos personas ahorrando en etapa activa, lo que pone en jaque la sostenibilidad de modelos de reparto en el mundo.
En América Latina se suma otro componente: la alta informalidad laboral.
Aunque en menor proporción que la gran mayoría de sus pares, Chile no está exento de esta problemática. La tasa de ocupación informal en el país alcanza un 27%, según las últimas cifras de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Todos estos factores, sumados a otros elementos como menores tasas de retornos, presionan la necesidad de hacer ajustes en parámetros, como la tasa de cotización y para muchos expertos la edad de jubilación.
Cotizantes y jubilados
Las estimaciones poblacionales muestran un panorama preocupante. El segmento en edad de cotizar (entre 25 y 64 años), se mantendría relativamente estable por debajo de 11 millones durante los próximos 15 años, para luego empezar a caer, primero lentamente hasta 2050, en que llegaría a 10,5 millones, y luego, en forma más acelerada, detalló la directora del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la Universidad de los Andes, Cecilia Cifuentes.
La economista recordó que de los 11 millones en edad de cotizar, solo 5,8 millones lo hacen.
La población mayor de 65 años que hoy suma 2,7 millones, llegará a 4,4 millones en 2040 y a 5,3 millones en 2050, graficó Cifuentes y argumentó que lo anterior no solo tiene dificultades en materia de pensiones, salud y crecimiento económico, sino que también tiene un efecto sobre el mercado de capitales.
“Las cifras son elocuentes. El desafío principal es disminuir la informalidad laboral para lograr que aunque la población activa no crezca, sí lo hagan los cotizantes. Si no lo hacemos, en 2050 el número de cotizantes será equivalente al de jubilados”, advirtió la economista.
Modelos de proyección
A la espera de un acuerdo en la reforma del Gobierno, que actualmente se discute en el Senado, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, aseguró a DF que en el diseño de la iniciativa previsional del Gobierno se tomó en cuenta la evolución demográfica de Chile, especialmente el envejecimiento de la población. La autoridad detalló que “los modelos de proyección utilizados por la Dirección de Presupuestos han incorporado de forma sistemática la evolución esperada de las tasas de mortalidad en sus estimaciones para la construcción del proyecto de ley”.
Jara sostuvo que “la propuesta del Ejecutivo equilibra, por un lado, el Seguro Social que buscamos crear, orientado a mejorar las pensiones actuales, con el mayor ahorro necesario para fortalecer las pensiones futuras”.
Para Cifuentes, además de hacer frente a la informalidad laboral, “es necesario prolongar la vida laboral, aumentar la tasa de cotización y fomentar el ahorro voluntario”.
Los cambios en la región
Chile no es el único país cuyo sistema político atraviesa este año la tarea de alcanzar un acuerdo que permita generar cambios al sistema previsional.
En Colombia, por ejemplo, la reforma del Presidente Gustavo Petro logró ver la luz. Si bien la iniciativa pudo imponerse, no incorporó ajustes a los parámetros, manteniendo, por ejemplo, la tasa de cotización, lo que supone un desafío para el sistema colombiano.
En tanto, Perú fue otro de los mercados vecinos cuya reforma logró avanzar tras años de discusión y en un sistema previsional afectado por los retiros de fondos de pensiones. En septiembre de este año, Perú promulgó su ley, que estableció, entre otras medidas, una pensión mínima y un mecanismo de ahorro por consumo.
Uruguay también hizo noticia en materia previsional. Su población rechazó recientemente la reforma de pensiones a través de un plebiscito que fue incluido en la elección presidencial. El referendum había sido impulsado por el Plenario Intersindical de Trabajadores- Convencional Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), un movimiento sindical que proponía fijar la edad de retiro en 60 años, la equiparación entre jubilación y el salario mínimo, y la eliminación de los fondos privados de pensión.
¿Será 2025 el año en que finalmente Chile logre aprobar una reforma con cambios al pilar contributivo? Los meses que vienen serán clave, pues en enero vence el plazo para que el Senado despache el proyecto a tercer trámite y ese hito entregará luces sobre su destino.