A los 68 años de edad falleció ayer el presidente de la sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Andrés Concha, a raíz de un complejo cáncer que lo afectaba hace varios meses. El destacado dirigente gremial, reconocido por su habilidad negociadora y su capacidad de generar consensos, dejó de existir en horas de la madrugada de ayer en la Clínica Las Condes.
El que fuera el candidato de consenso para presidir la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) dejó un valioso legado tras su paso por Sofofa, y así lo han hecho saber quienes trabajaron durante años a su lado.
Andrés Concha nació en Santiago el 31 de marzo de 1944, ingeniero comercial de la Universidad de Chile, su educación básica y media la cursó en el Saint George’s College. Padre de cuatro hijos, Matías, Alejandra, Josefina y María Constanza, casado con Marie Dominique Berthet Edwards, destacó también por su fuerte sello social, el que destacan tanto sus amigos como colaboradores y funcionarios que trabajaron con él.
Su familia estuvo bastante ligada a la política, de hecho su padre, Sergio Concha Garcés, trabajó en el gobierno de Jorge Alessandri, mientras que su abuelo, Luis Antonio Concha fue senador por Valdivia.
En el ámbito laboral, Andrés Concha fue el director Ejecutivo de la Dirección de Promoción de Exportaciones de Chile (ProChile) entre 1975 y 1979, y Director General de la Dirección de Relaciones Económicas internacionales (Direcon) del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre 1979 y 1984. Y es que además de ser un estudioso y bien preparado empresario, su obsesión por el trabajo, a juicio de quienes lo conocieron más íntimamente, le permitió poder alcanzar destacados roles en el ámbito empresarial.
Durante la década de los ’80 trabajó en el comando de Hernán Büchi, aún cuando siempre declaró no ser militante de ningún partido político. De hecho de sus frases reconocidas en ese ámbito advierte que “afortunadamente los políticos nunca me han visto ninguna proyección, y esa es una gran ventaja”. Sin embargo es conocida su buena relación con el actual ministro Cristián Larroulet con quien compartía en el marco de Libertad y Desarrollo.
También integró directorios de empresas, como Telefónica Chile y el Grupo Security. También estuvo ligado a la eléctrica Pilmaiquén y fue socio de Austral Biotec y la inmobiliaria Cuatro Esquinas. Asimismo formó parte del consejo de Libertad y Desarrollo (LyD). Además como presidente de Sofofa, también fue consejero del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis).
Su vida en Sofofa
En 1996 llega a Sofofa, cuando el entonces presidente de la industria, Pedro Lizana, dio cuenta de que el cargo de secretario general sería ocupado por Andrés Concha Rodríguez. Brazo derecho de todos los presidentes que pasaron por la entidad, destacó en el rol de negociador y de trabajador incansable frente a las necesidades de la industria. De hecho uno de los legados que dejó, y que entre sus pares surge como la Agenda ProCrecimiento que impulsó Sofofa durante el gobierno de Ricardo Lagos, documento que se transformó en un vehículo de entendimiento entre el mundo empresarial y el Ejecutivo. Tan fluida era la relación entre Concha y el ex presidente Lagos que incluso algunos dirigentes del empresariado recuerdan como el ex mandatario al momento de redactar algún proyecto que estuviera ligado al sector empresarial bromeaba y decía “este proyecto ya lo vio Conchita”.
Fue en 2009 y a raíz de su trayectoria y tras destacar en el trabajo con varios presidentes de Sofofa como Felipe Lamarca, Armando Casas de los Altos, Juan Claro y Bruno Philippi, alcanza la presidencia en medio del respaldo del consejo que vio en él un ejemplo de trabajo y dedicación para con el quehacer gremial.
Al momento de asumir como máximo dirigente de la industria, definió cuatro ejes para su gestión, los que estuvieron centrados en amortiguar el impacto de la crisis económica mundial a nivel local y entre las empresas. Una de las frases que manifestó al de recibir el mando justo en medio de la crisis internacional fue: “Quiero ser recordado como el presidente de la recuperación y no de la crisis”.
Otra de sus preocupaciones fue el avanzar en hacer frente al mercado del empleo, lo cual se convirtió en una prioridad para el ex presidente de Sofofa. Siempre preocupado de cómo se encontraba su gente, Concha dejó un legado de preocupación por la persona. “No lo reflejaba mucho, porque siempre parecía estar preocupado por el trabajo, pero en el ámbito más cercano, los que estábamos ahí, en su círculo de confianza, siempre nos dimos cuenta de que se preocupaba de tener un grupo humano capaz no solo en lo profesional, sino que también se rodeaba de gente que supiera que estaba preocupada por uno”, explica el gerente de comercio exterior de Sofofa y uno de sus más cercanos colaboradores, Hugo Baierlein. “El construyó una agenda larga que tiene ver con todo el desarrollo que ha mostrado nuestro país”, agregó
Dentro de su círculo más cercano y quienes estaban en relación más directa con el ex presidente de Sofofa destacan los consejeros, Bruno Philippi, Fernán Gazmuri, Félix Bacigalupo, Cirilo Córdova, Juan Eduardo Errázuriz. Asimismo dentro de la plana profesional, lejos el que estaba más cerca de Concha fue Jaime Dinamarca, al igual que Jorge Ortuzar y Hugo Bailerlein, además de su secretaria Nancy.
Una relación que superó la cordialidad y el respeto, tuvo el presidente Ricardo Lagos Escobar con Andrés Concha. Según recuerdan cercanos al destacado dirigente gremial, el vínculo lo marcó la agenda pro crecimiento dada la serie de conversaciones que debieron tener en torno a estas medidas. Señalan que para Concha, esta relación terminó rompiendo un paradigma: con un presidente de izquierda se instalaba el momento más fructífero para el sector empresarial.
Aunque las expectativas eran otras, la relación en un principio con el presidente Piñera fue estrictamente cordial. En Sofofa, como en otros gremios empresariales, no fue bien recibida la forma en que el mandatario quizo alejarse de su impronta empresarial. Concha no estuvo ajeno a ese cuestionamiento, aunque sólo hizo públicas sus aprensiones con ocasión de la reforma tributaria y las dificultades energéticas. En 2012 y principalmente, durante la gira a Asia, la relación se distendió y el dirigente gremial valoró públicamente la gestión del mandatario.
Con la presidenta Michelle Bachelet, el punto alto logrado con Lagos tendió a "enfriarse". Andrés Concha reconocía que no hubo una agenda de trabajo con el sector empresarial. Sin embargo, sus características personales permitieron un diálogo fructífero con la mandataria.
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