En lo que a adhesión ciudadana se refiere, este, definitivamente, no fue el año del gobierno de Sebastián Piñera. En medio de una explosión social sin precedentes, La Moneda tocó el piso histórico de aprobación con un 27% en la medición de la encuesta CEP de junio-julio -menor incluso al 28% con que el ex presidente Frei finalizaba su período en 1999- y un rechazo de 52%, que en el caso de sondeos mensuales como Adimark se empinaron a 70%, cifras que encendieron todas las alarmas.
Con las aguas más calmas, distintos sondeos muestran un lento pero -al parecer- seguro incremento en los niveles de aprobación, los que al menos, estarían garantizados hasta el inicio oficial del próximo año, en marzo de 2012.
Pero esto habría sido fruto de una estrategia acertada para abordar determinados temas y neutralizar otros.
Co-responsabilizar al Poder Judicial y al Ministerio Público por los “porfiados” índices de delincuencia y la arremetida pro-consumidores -y con la mira puesta en los empresarios- que emana desde la cartera de Economía a la cabeza de Pablo Longueira, habrían dado resultado. Hace sólo unos días -en plena faena de la CEP- la Fiscalía Nacional Económica (FNE) descubría dos nuevos focos de posible colusión, investigada hace casi una década y sólo conocida hoy.
A lo anterior se suman la aprobación de proyectos emblemáticos como el post natal de seis meses, el fin del 7% de los jubilados, la inscripción automática y voto voluntario, además de una serie de beneficios -incluidos bonos “sorpresa”- que habrían atenuado percepciones negativas instaladas a lo largo de 2011.
De una baja histórica a un escenario de cara a las elecciones presidenciales
Analistas han señalado que la evolución del apoyo del presidente Piñera no difiere radicalmente de lo que fueron los dos primeros años de Michelle Bachelet, incluido conflicto estudiantil. No obstante, la encuesta CERC de agosto 2011 mostró un categórico 22% de adhesión, el más bajo desde el retorno a la democracia cuando aún estaba en la retina el apoyo cercano a 80% con el que finalizó el gobierno de la ex mandataria.
En año electoral, las cifras que se avecinan se tornan claves para ver como se configura el escenario de cara a las presidenciales.
Coaliciones a la baja y ¿sin retorno?
El 17% de respaldo ciudadano que recibe actualmente la Concertación es, por lejos, el peor resultado del conglomerado de oposición en cuanto a su evaluación pública. La Coalición por el Cambio tampoco lo hace mejor. Hoy exhibe un 29% según Adimark, pese a que en abril su respaldo alcanzaba al 53%.
En 2011, el apoyo a las coaliciones políticas sufrió un brusco retroceso en un año en que las movilizaciones ciudadanas se tomaron las calles y donde se puso de manifiesto el rechazo transversal al mundo político. Además, justamente la semana pasada se aprobó la inscripción automática y el voto voluntario, con lo que ingresarán al padrón electoral casi cinco millones de nuevos electores, que definirían los escaños en municipios, Parlamento y luego La Moneda, pese a que históricamente han evidenciado apatía hacia el sistema político.
Los personajes políticos que marcarán la pauta en los próximos meses
A la espera de la evaluación amplia de personajes políticos que realiza la CEP -y que en junio-julio mostraba en primera línea a Michelle Bachelet y Laurence Golborne- encuestas como Adimark han ido mostrando una configuración de los ministros más reconocidos por la ciudadanía y que paulatinamente se han ido instalando de cara a las presidenciales 2014, entre ellos, Andrés Allamand, Laurence Golborne, Evelyn Matthei y Carolina Schmidt.
Se espera que para este sondeo aparezcan medidos nuevos protagonistas como el pre-candidato Andrés Velasco, y que se visualice el impacto de las acciones lideradas por el ministro Pablo Longueira.
Sectores “medios” y “bajos en la mira de las políticas públicas
Por segmentos socioeconómicos, es el nivel “alto” el que menos variación ha mostrado durante los últimos 18 meses. Si bien en junio-julio de 2010 el apoyo al gobierno era cercano al 70%, tras una caída en noviembre-diciembre de 2010, volvió a repuntar a niveles similares a los de junio. Si hay algo que podría mermar estos resultados es la incertidumbre respecto del impacto en Chile de la situación externa. No obstante, son los niveles medios y bajos donde la caída ha sido más abrupta. Complejo escenario si se considera que uno de los compromisos más promovidos por la actual administración es disminuir los índices de pobreza y avanzar hacia un país desarrollado.