Es una mezcla encantadora entre un juego de salón familiar, una prueba de ingenio y una sorprendente demostración de una revolucionaria nueva tecnología.
Google está liderando un experimento de Inteligencia Artificial llamado “Quick, Draw!” y para ello está pidiendo ayuda a cualquier persona en el mundo que esté dispuesta a colaborar con ellos en la tarea de enseñar a una red neuronal a identificar símbolos y dibujos.
El juego elige un objeto que las personas deben dibujar y la IA intentará reconocerlo en menos de 20 segundos. A medida que van surgiendo los primeros trazos, la máquina va progresando: “Veo una línea, un cuadrado, una caja, una casa”. Hasta que finalmente da en el clavo. “Ya lo sé. Es una iglesia”.
Puede ocurrir que el tiempo se acabe y la máquina falle. Pero una vez que dice “Ya lo sé”, es seguro que acertó. ¿No lo crees? Puedes intentarlo tú mismo aquí.
Al final, el usuario podrá conocer además detalles del proceso que fue siguiendo la IA para entender los trazos. Para ello muestra las tres primeras coincidencias más probables y también cómo otros jugadores dibujaron el mismo objeto.

Comparando las diferencias y similitudes y, sobre todo, los elementos principales de cada objeto, la máquina extrae lo que es esencial de cada uno para aprender a reconocerlos. Mientras más ejemplos pueda comparar, más precisa será.
De este modo, con su aporte, los cerca de 15 millones de jugadores que han participado han ayudado a Google a construir la mayor base de datos pública de dibujos, con más de 1.000 millones de elementos.
Quick, Draw! Fue desarrollado por el ingeniero de Google Creative Lab, Jonas Jongejan, con la colaboración de un equipo especializado en el área de letra manuscrita, ya que la tecnología para reconocer dibujos está muy relacionada con las aplicaciones diseñadas para interpretar la caligrafía.

De hecho, la máquina no sólo estudia el dibujo, sino el proceso que van siguiendo los trazos, con el orden y la dirección de las líneas.
La tecnología también está relacionada con Google Translate. La herramienta para traducir no se basa en una simple acumulación de vocabulario, sino en la comparación de casos sobre cómo otras personas en todo el mundo han traducido antes frases similares. Para ello, no considera palabras sueltas, sino ejemplos de frases completas.
Pero Quick, Draw! también permite aprender sobre nosotros mismos y la forma en que identificamos rasgos y cuáles características transmiten significados comunes para todos.
Esto queda claro cuando el juego nos pide dibujar algo como un gato. Los ejemplos tienden a coincidir en características como una cola, cuatro patas, orejas puntudas y bigotes. Pero las cosas se ponen más interesantes cuando hay que dibujar algo como “yoga”.

Más allá de las múltiples interpretaciones y conceptos personales, al comparar la base de datos de dibujos, se puede descubrir que en la mayoría de ellos hay una o dos características comunes que las unen a todas.
Quick, Draw! es un adelanto sorprendente y un increíble ejemplo de los avances que traerán las nuevas tecnologías. Pero al final del día es también un entretenido juego, que nos permite volver a gozar como niños, lucir nuestros talentos para el dibujo, en algunos casos; reírnos de nuestros ridículos rayados, en otros, pero por sobre todo, disfrutar de esas cosas sencillas que nos hacen humanos.