Hace 26 años que Christian Acevedo practica surf en Chile. Conocido en la comunidad como El Macha debido al tiempo que pasa en el mar y en las rocas, Acevedo es uno de los primeros instructores certificados de Chile.
Ha enseñado en campamentos de surf en Puertecillo, una playa 177 kilómetros al sudoeste de Santiago, así como en Pichilemu, una playa más popular 40 kilómetros al sur. Cuando trabajaba en la tienda de surf Surfers Paradise en Santiago, se convirtió en mentor de toda una generación de jóvenes surfistas.
En 2007 se dio cuenta de que en la ciudad había un creciente grupo de personas que querían el mejor equipo posible de surf. En 2008 abrió El Ruco, una tienda de surf que apunta a un público más exclusivo. Fue una apuesta premonitoria.
"Vienen en terno después del trabajo", dice Acevedo. "Muchos son banqueros, operadores bursátiles, personas relacionadas con el sector financiero. Abrimos basados en las necesidades de ese segmento".
Esta nueva generación de banqueros chilenos no se interesa por pasatiempos más tranquilos como el golf. Quieren algo con más adrenalina: ciclismo de montaña, motocross y, cada vez más, surf.
Es síntoma de un cambio cultural: a los banqueros ya no les interesa tanto trabajar 15 horas por día y luego hablar de negocios en la cancha de golf durante el fin de semana. Ahora quieren dejar de trabajar en las horas libres, desconectarse. No se puede llevar un teléfono móvil sobre una tabla de surf, bromean.
Andrés Rochette, que tiene 31 años y es vicepresidente de Deutsche Bank Securities Inc., empezó a surfear hace 16 años y ha recorrido el mundo practicando el deporte. Si bien su padre –también banquero- jugaba golf, Rochette viaja a la costa al llegar el fin de semana.
"Hay una generación de banqueros de entre 25 y 35 años que forma parte de ese auge entre los jóvenes en general", dice Rochette. "Está desapareciendo el prejuicio en relación con el surf. En la oficina ya no se considera que alguien es un hippie si practica surf, y eso es importante en un sector en el cual la imagen siempre ha tenido importancia".
Una cuestión de geografía
Santiago está rodeado por una de las montañas más altas de América, lo que la convierte en una excelente opción para los deportes de aventura: esquí y ciclismo en las montañas, y surf al oeste.
En apenas tres horas de auto se llega de la ciudad a algunos de los mejores lugares para practicar surf en la costa del Pacífico, entre ellos Pichilemu y Puertecillo, en el centro- sur de Chile. Más lejos, 435 kilómetros al sur de Santiago, se encuentran las playas solitarias de Buchupureo. Un vuelo de dos horas hacia el norte de la ciudad nos lleva hasta gigantes como El Gringo, una ola de hasta 4 metros en Arica.
Si bien lugares de surf como Hawái, Australia, Costa Rica y California son más populares entre los surfistas, las olas de Chile se consideran de categoría internacional. Rob Machado, un ex competidor en el Championship Tour de la World Surf League filmó este año una película en Chile y dijo en su cuenta de Instagram el 20 de agosto que era "una de mis sesiones favoritas".
Nicolás De Camino, director de administración de activos de la firma de servicios financieros BTG Pactual Chile, practica surf desde hace más de 15 años. La mayoría de los viernes por la tarde se dirige a balnearios como Pichilemu -donde Maui & Sons organizó un evento de clasificación el año pasado- para surfear durante dos días. Revisa en los sitios web Windguru, Surfline y Magicseaweed para ver dónde estarán las mejores olas.
"Más allá de la conexión con la naturaleza y la adrenalina, el deporte en sí es muy intenso en el plano físico", dice. "Nos permite salir de la capital y la rutina y pasar tiempo con gente que no necesariamente piensa igual".
Los centros de esquí de las montañas podrán abrir sólo cuatro meses al año, pero en la costa puede verse a surfistas experimentados durante todo el año pese a las bajas temperaturas del invierno.
Una generación diferente
La nueva generación de banqueros tiene prioridades diferentes a las de generaciones anteriores, dice Rochette. Valoran el tiempo personal más que la estabilidad y la certeza en el trabajo. A Rochette la práctica de surf le permite desconectarse del estrés del mercado financiero y de la excesiva conectividad de la semana.
"El mercado ha atraído a profesionales que tienen motivaciones nuevas, más simples y de menor ostentación, que están más en contacto con la naturaleza", dice Álvaro Bas, director asociado de UBS Chile y otro surfista entusiasta. "Las generaciones más jóvenes practican más deportes, y los deportes en contacto con la naturaleza se hacen cada vez más populares. Es fundamental hallar un equilibrio dada la nueva velocidad que experimentamos en la actualidad en la vida".
Los nuevos banqueros, sin embargo, no se desconectan del todo en la playa. Si bien puede ser difícil hacer un llamado telefónico desde una tabla de surf, esa dificultad desaparece una vez que se pone el sol. No es raro que alguien se conecte con una cerveza en la mano y alrededor de una fogata o que haga llamados telefónicos relacionados con el trabajo.
De hecho, muchos de los banqueros establecen relaciones durante sus fines de semana en la playa, dice Ignacio Pedrosa, jefe de distribución de terceros de BTG Pactual Chile. "Practicar surf es muy común entre los jóvenes banqueros del sector (financiero) chileno", dice. "El golf tiene un componente más social, pero ha pasado de moda. El mar nos enseña a ser humildes y a controlar el ego".
Según Acevedo, en Chile las generaciones más jóvenes, que estudian cada vez más en lugares como Australia y California, se han dado cuenta de que ahora el surf es más masivo y accesible para quienes no practican el deporte. "Y lo más importantes es que sin duda el surf es más divertido que el golf", dice Acevedo.
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