Sotheby´s tuvo su gran noche y también su gran mañana. El martes vendió US$ 422 millones y el miércoles otro centenar de millones de dólares. Se batieron muchísimos récords y las grandes vedettes fueron las esculturas. Hace un año todos se sorprendieron porque vendieron US$ 340 millones y hace seis meses US$ 288 millones en las subastas de arte moderno e impresionismo.
Y el miércoles superaron todas las ventas de su historia, un 50% más en tan solo un año. Pareciera que el mercado de arte internacional no tiene techo.
Alberto Giacometti es un artista suizo de culto y su obra L'Homme qui marche I se vendió en
US$ 104 millones en 2010, la escultura más cara jamás subastada. El miércoles por su Chariot se pagaron US$ 100,9 millones y se convirtió en la segunda escultura de mayor valor en un remate.
Hay ocho bronces idénticos fundidos en París por la empresa de Alexis Roudier. Cuatro de ellos están en museos como el MoMA de Nueva York, la National Gallery de Washington, el museo de Zürich y uno de Kansas.
Además, hay otras tres en manos privadas y ésta aún no se sabe quién la compró. Mide 145 centímetros de altura y fue vendida por el gran marchand del artista Beyeler en Basilea hace 40 años.
De Amadeo Modigliani se vendió una cabeza en piedra en US$ 71 millones, parte de las 24 que se conocen y que realizó en París entre 1909 y 1913. Una de ellas se había vendido en US$ 50 millones y ya parecía un precio insuperable, pero para este mercado nada lo es.
El cuadro de Flores de Vincent Van Gogh, realizado en los últimos días de su vida, duplicó su estimación y se vendió en US$ 62 millones. Los 40 lotes vendidos el martes subieron sus estimaciones, y el miércoles por la mañana se ofrecieron otras 322 a la venta.
Una obra de un artista no considerado importante en la historia del arte, como Louis Anquetin, que tiene demasiado parecido con Toulouse Lautrec, logró el récord y duplicó su estimación al venderse en
US$ 1,6 millones. Se trata de L´interieur de chez Bruant: le Mirliton.
Un lindísimo paisaje del bosque realizado por el extraordinario impresionista Alfred Sisley, que aún tiene cotizaciones bajas comparadas con sus colegas, triplicó su base y se vendió en US$ 3,2 millones.
En tanto, una pequeña obra de Kandinsky, típica y abstracta-geométrica, alcanzó el millón de dólares que se esperaba, pese a que no hubo puja.
Lo mismo ocurrió con la cabeza de una típica niña de Renoir, que se vendió en US$ 1,7 millones pese a su tamaño pequeño.
Un bronce del cubista Lipchitz, que fuera amigo de Curatella Manes, con quien compartió la estética, se vendió en US$ 800.000.
Un característico Chagall logro US$ 1,2 millones y un desnudo de Tamara de Lempicka se vendió en US$ 800.000, aunque se esperaba más.
Generalmente lo que se llama "venta de la mañana" son lotes que no alcanzan US$ 1 millón, frente a los que se venden en la noche de subasta anterior que van de US$ 2 millones a US$ 100 millones.
Manet brilla en Christie´s
En tanto, un famoso retrato del impresionista francés Edouard Manet de 1881 batió el récord del artista el miércoles al venderse por US$ 65,1 millones en Christie´s, disparando la venta total de la casa de subastas a US$ 165,6 millones.
La estimación de venta de Le Printemps, un óleo perteneciente a la misma familia durante un siglo, era de US$ 35 millones, pero media docena de postores pujaron por la obra, la mayoría por teléfono, y ayudaron a elevar el precio. La venta, que incluye una comisión para Christie's de 12%, casi dobló el récord previo de US$ 33,2 millones por un Manet, marcado en 2010 por Autoportrait à la palette.
Los buenos resultados son prueba del "interés extendido por el arte moderno e impresionista", dijo Doug Woodham, presidente de Christie's Americas. Manet es considerado una de las estrellas del impresionismo.
Le Printemps es una de las dos pinturas, junto con Un bar aux Folies Bergère, que el artista envió a la Exhibición de París de 1882 que le condujo a su éxito y reconocimiento. Le Printemps ha tenido solo unos pocos dueños, incluida la familia estadounidense que lo vende después de tenerlo un siglo en su poder.
"Chariot", del artista suizo Alberto Giacometti, se convirtió en la segunda escultura más cara jamás subastada. Su precio: US$ 100,9 millones, en Sotheby´s.