El sueño americano en forma de billete de lotería. El sorteo conocido como la PowerBall reparte hoy un pozo de US$ 1.500 millones, la cifra más alta destinada a un solo ganador jamás alcanzada en un sorteo de estas características.
Pese a que la posibilidad de ganar el premio es ínfima (una posibilidad entre casi 300 millones), la cifra mágica de US$ 1.500 millones ha atraído a miles de estadounidenses, que no han podido resistirse a la posibilidad de irrumpir en el ránking Forbes de los más ricos con apenas una inversión de 2 dólares.
El agraciado podrá elegir entre cobrar en efectivo, con lo que la cifra se reduciría a US$ 930 millones antes de impuestos, o a través de anualidades durante los próximos 30 años. Su anonimato, en cualquier caso, no está garantizado. El Gobierno federal se llevará, además, un 25% del premio, que también contará con impuestos estatales.
El sorteo se celebra en 44 estados del país.
El pozo se elevó luego que nadie ganara los US$ 900 millones que se repartían el pasado sábado. Y seguirá subiendo si nadie se lleva hoy el bote.