Buenos Aires
La economía argentina se está contrayendo y el gobierno está en una carrera para cerrar un acuerdo financiero con el fin de evitar otro doloroso default, pero el pase de la selección albiceleste a la final del Mundial de Brasil le está permitiendo a los argentinos olvidarse de sus penas por un rato. Miles de personas se volcaron a las calles de Buenos Aires el miércoles por la noche, dejando de lado por unas horas sus temores a que el país caiga en una nueva cesación de pagos que aumente sus pesares económicos.
Muchos argentinos están furiosos por la alta inflación y la depreciación de la moneda local que se ha comido sus ahorros. Casi la mitad de la población espera que su situación económica personal empeore en los próximos meses, de acuerdo a un sondeo reciente. Entonces, cuando Maxi Rodríguez marcó el penal de la victoria contra Holanda el miércoles, dándole a la selección argentina un boleto a la final del domingo, un país hastiado estalló de alegría en medio de fuegos artificiales y el sonido de las vuvuzelas.
“Argentina tiene sus problemas. Argentina siempre ha tenido sus problemas”, dijo José Luis Maxone tras mirar el partido en una plaza del centro de Buenos Aires. “Pero es el momento de olvidarnos de nuestros problemas, un momento para disfrutar”, expresó.
En la otra punta de la capital argentina, en el barrio de Belgrano, miles de fanáticos vestidos con la camiseta albiceleste tomaban las principales calles con sus cánticos y banderas. “Argentina cada día te quiero más, es un sentimiento, no puedo parar”, decía uno de los cánticos mas repetidos.
La selección sudamericana ahora se enfrentará al poderoso combinado alemán en la final en Río de Janeiro. Pero, los argentinos están confiados que pueden vencer.
Argentina ha sido dos veces campeón del Mundo, en 1978 y 1986, y su astro Lionel Messi es considerado por muchos como el mejor jugador del planeta.
“La última vez que Argentina estuvo tan emocionada fue cuando fue elegido el Papa”, dijo Sofía Petracca, una estudiante de 18 años. (Reuters)