El pueblo de Sellia, ubicado en la región sureña de Calabria en Italia, aprobó una ordenanza que establece la "prohibición de morirse" a sus vecinos, la mayoría ancianos.
La ordenanza municipal entró en vigor el miércoles y al establecer la "prohibición de morirse", invita a los paisanos a "preocuparse de su salud", según explicó el alcalde de la localidad, Davide Zicchinella.
"Nosotros hemos hecho esta ordenanza no para bromear, sino seriamente, porque Sellia, como muchas localidades del sur de Italia, padece despoblación", señaló.
Además, agregó que se ha creado "todo un sistema para encargarnos de la salud de nuestros ciudadanos" con la apertura de un centro sanitario, un ambulatorio y una red de transporte de personas al hospital más próximo.
A cambio de estos servicios, los ciudadanos deberán cuidar su salud con el fin de detener la despoblación. "La vida es un valor universal, pero en un pueblo pequeño cada uno debe hacerse cargo de su propia salud, porque además de tener un valor por sí misma, tiene un valor colectivo. Si un pueblo se hace pequeño, demasiado pequeño, no puede continuar en pie", aseguró Zicchinella.
En este sentido, aquellas personas que el Consistorio detecte que no se cuidan o que siguen hábitos perjudiciales para la salud deberán pagar más impuestos.
Consultado sobre cómo identificará a los vecinos que no se cuidan, el edil apuntó que el ayuntamiento de la localidad "tiene registros, sabe quién se hace análisis y quién no, quién se cuida o se descuida".
Sellia es un pequeño municipio medieval en el que el 60% de la población son ancianos de más de 75 años, muchos de ellos mujeres viudas