En un mercado laboral cada vez más competitivo en el que los puestos de trabajo parecieran escasear más que abundar, o donde se busca candidatos que encajen en perfiles con variadas exigencias (como muchos años de experiencia o conocimientos muy técnicos), más de alguno opta por exagerar o derechamente mentir la información de su currículum vitae (CV) con tal de destacar entre la competencia.
Si bien la respuesta más obvia es no mentir bajo ninguna circunstancia en el CV, lo cierto es que el número de personas que termina inclinándose por esta alternativa no es menor.
Así lo confirman dos de los portales de trabajo online más grandes del país. Néstor Milano, director ejecutivo de Laborum para Chile, Panamá y Venezuela, reconoce que ver CV's "inflados" en la industria es una práctica "mucho más recurrente de lo que se piensa".
Por lo general los postulantes tienden a aumentar sus capacidades y/o habilidades blandas, sean o no reales.
Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com, comenta que esta tendencia es detectada con mayor frecuencia de la que les gustaría.
"No es extraño encontrarse con resúmenes profesionales donde destacan una serie de habilidades blandas como trabajo en equipo, liderazgo o manejo de la frustración, las que en una entrevista más en profundidad se nota no existen o bien no pueden ser demostradas con hechos o logros", advierte.
Inflar el nivel de inglés
Entre las mentiras más repetidas por los chilenos, sostiene Milano, se encuentra el nivel de inglés que los aspirantes dicen tener.
Según el ejecutivo, "muchos postulantes" que poseen un nivel básico se asumen como intermedio, y los que tienen un nivel intermedio se presentan como avanzado.
Otra "verdad" bastante frecuente dice relación con las responsabilidades. "Muchas veces un ejecutivo puede asegurar que es el responsable de un área, cuando en realidad es uno más de los trabajadores que deben ejecutar acciones", explicó.
Al igual que lo expuesto por el director de Laborum, Vargas ve tergiversados ítems en los que comúnmente los postulantes son débiles como el inglés, o el manejo avanzado de un software, aprovechando que "el papel resiste todo".
El ejecutivo dijo que también se suelen ver alteraciones en los tiempos de experiencia laboral para estar más acorde a la exigencia requerida en la oferta de empleo, y exagerar los logros obtenidos en trabajos anteriores.
Más de alguno le cambia el nombre a su cargo, aumenta la cantidad de responsabilidades que asumió en puestos anteriores, e incluso asegura haber realizado postítulos o cursos que jamás hizo, comenta Vargas.
Sin embargo, en Trabajando aclaran que al momento de aplicar pruebas más específicas, dichos conocimientos inventados "no existen".
Milano lamenta la pérdida de tiempo y recursos que estas acciones involucran al no poder filtrarse con anticipación a estas personas, sino hasta el momento de la entrevista.
No vale la pena mentir
De acuerdo a datos recopilados por Trabajando.com, se estima que al menos un 15% de los currículum cuenta con algún tipo de imprecisión en la información entregada, ya sea con conocimientos que no existen o no son del nivel señalado, con fechas que esconden lagunas laborales o bien con habilidades blandas no fundamentadas o logros no obtenidos.
Vargas recomienda a los postulantes, ante todo, ser honestos debido a la grave consecuencia a pagar si son descubiertos y quedar registrados en las bases de datos de las empresas como personas mentirosas y no aptas para participar de ningún proceso de selección.
Los expertos coinciden en que, si consiguen el trabajo, sería cosa de tiempo para que los miembros de la organización descubran que no cuenta con las competencias necesarias.
"Eso puede costarle el cargo inmediatamente y cerrarle las puertas de la empresa dejando una muy mala imagen", dice Milano.
Otro factor que desafortunadamente no se considera en toda su dimensión, según Vargas, es el hecho de que los equipos de selección de las empresas se comunican.
"Por lo mismo es posible que no sólo se cierren las puertas de una organización, sino que de varias", comenta.
Y como si fuera poco concluye: "un trabajador descubierto puede generarle un dolor de cabeza a la empresa, ya que un trabajo mal hecho siempre trae consecuencias".